Comprometidos Sin Saber

Capítulo Siete

Nick

No puedo creer que mis padres me hagan eso, vivir con esa niñita... Esto será un infierno, esa niñita se esta convirtiendo en un problema en mi vida, mis padres y los de ella se estaban volviendo locos, como no se daban cuenta que ninguno de los dos nos soportamos, lo peor es que se llevaron todas mis cosas a su casa. Pero si mis padres querían hacer lo que ellos querían yo haría lo mismo, ya casi llegaba a la casa de Alex, de seguro se reira de los planes de mis padres, lo mejor será quedarme unos días con el.

-Hola Nick, te estaba esperando
-Hola Alex ¿Llegaron los demás?- dije algo fastidiando
-No, eres el primero y al parecer serás el más elegante ¿Qué te sucede?
-Al parecer hoy me cambie de casa...
-¿Así, dónde?
-A la casa de la nueva...
-¿Espera, la nueva?¿La misma de las vacaciones?
-Exacto esa misma
-Vamos Nick, no es tan malo- decía mientras se reía- esa chiquita no esta tan mal, ojalá fuera yo quien fuera a su casa- la verdad tenía razón esa niña no estaba tan mal y hoy se noto aun más- serán como un tipo raro de hermanos
-No, será como... nose, todo menos hermanos
-Tal vez no quieres ser su hermano sino que otra cosa
-¿Cómo qué?
- ¿su primo...?-dijo riendo- como sea ¿Que harás entonces?
-te quería pedir si me puedo quedar unos días en tu casa
-Lo veo casi imposible, mi hermano llega mañana y mis padres están...
-¿Aún están peleados?
-Si, es como una guerra, lo siento Nick
-Da igual, tendré que ir a casa de la niñita, pero hoy me quedaré no quiero cruzarme con ella, por cierto puedes prestarme algo de ropa? No quiero estar así cuando lleguen los demás
-Bueno, pero yo iré a buscarla a tu nueva casa, así me presentas a tu nueva hermanita o prima cómo le prefieras llamar.
-Está bien- dije ignorando sus últimas palabras.

Llegaron los demás tomamos unas cervezas, vimos unas películas y jugamos Xbox, nos dormimos cerca de las 4 de la mañana, la verdad no podía dejar de pensar en que este año sería uno de los peores.

-Eeh Nick, despierta...
-¿Qué sucede?- dije medio dormido
-Tus padres están aquí, te están buscando
-Diles que no estoy o que estoy durmiendo... o que me arrolló un tren, nose inventa algo
-Nick, baja ahora mismo nos vamos a casa ¿O sabes como llegar?- mi madre tenía un punto a su favor, no me quedaba otra opción más que levantarme.

-Nos vemos Alex, mañana en el instituto te cuento como va hoy el día con Alice
-No olvides lo de la fiesta de inicio de clases, supongo que lo tienes resuelto
-¡Maldición! Se me olvido la fiesta... ya veré que hacer
-Mañana voy a tu nueva casa por la ropa
-Bien, sólo no hagas ni digas una estupidez
-No, ahora vete que tu madre se empieza a desesperar.

Llegamos a la casa de Alice y al parecer ella no estaba, mejor para mí podría arreglar mis cosas tranquilo.
La casa tenía un patio delantero muy grande y lleno de árboles y flores tenía un camino que dirigía hacía la casa. Dentro del lugar estaba la sala, el comedor, la cocina, tres habitaciones y en el segundo piso constaba con tres habitaciones más y una puerta extra que aún no sabía que había detrás, todas eran de color blancas, mi cuarto por dentro estaba pintado de un color azul rey, había un escritorio, un closet y una cama la cual ya estaba lista, mis cosas estaban en cajas y en maletas. Comencé a sacar los cuadros y colgarlos, una lámpara que mi padre había traído de uno de sus viajes, la ropa la guarde en el closet, mi computadora la deje sobre el escritorio, deje mis cuadernos en una repisa que colgaba junto a una ventana, me demore alrededor de tres horas en organizar mis cosas, luego me recosté hasta que sentí como el portón se habría y se escuchaba un motor, mire por la ventana y era Alice conduciendo una motocicleta. Perfecto adiós tranquilidad, sentí como subía las escaleras y cerro una de las puertas cercanas a mi cuarto, perfecto la tendría que cruzar todos los días, aunque pensándolo mejor no es tan mala idea hacer que se moleste todas las mañanas, sonreí ante la idea, no se porqué disfrutaba tanto molestarla.