Capítulo Ocho

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-Nick, no seas idiota no pienso irme contigo tengo mi propio coche...
- Lo siento Alice pero se lo prometí a tu madre, no creas que a mi me agrada llevarte, además no estoy de ánimos para tus berrinches de niña chica, así que toma tus cosas antes de que te deje aquí
-No te atreverías
-No me provoques
-No pienso estar en el mismo coche que tú...
-Bien, como tú quieras- se dió la vuelta y se subió al coche gris perla que estaba en la entrada, dos segundos después se puso en marcha, perfecto ahora tendría que buscar las llaves o caminar, por alguna razón nada de esta mañana me había salido bien.

Flash-back

Sentía a lo lejos sonar la canción In the name of love, lo que significaba que tenía que levantarme para ir al instituto, aún algo dormida tome mis cosas y me dirigí al baño, entre y sin darme cuenta casi por rutina abrí las puertas del shawer y para mi sorpresa estaba Nick ya envuelto en una toalla.
-¿Que haces hay parada?
-Yo...yo...este...pues...- balbuce hasta que pude decir algo más que "yo...yo"- ¿que haces aquí?
- ¿Tu que crees...?- dijo señalando desde su cabeza a los pies- ¿Te quedarás ahí parada o saldrás?
- ¿Que?- dije algo confundida
- Bien si quieres que me vista delante tuyo...- comenzó a quitarse la toalla que estaba en su cintura.
-¿Que haces idiota?
-Pues me arreglo para el instituto.
-Pero no conmigo aquí adentro...
-Entonces sal de aquí
-Bien- la verdad nose como no me di cuenta de que luz del baño estaba prendida al entrar, pero eso de seguro se debía a que acababa de despertar y que entre con los ojos cerrados, que creía ese idiota engreído ¿que quería mirarlo?

Cuando por fin Nick salió del baño lo mire con odio, por estar aquí, por invadir mi espacio, por ser tan idiota...Entre rápidamente al baño, me bañe, luego cepille mi pelo y me lave los dientes salí y fui por mi ropa, no me dejaría intimidar por la presencia de Nick. Cuando ya estuve lista baje a tomar desayuno, el que estaba servido, rápidamente lo tome y lo dejé en el fregadero cuando me di vuelta Nick estaba detrás de mí y su café derramado en mi ropa, no podía tener peor suerte.
-Fíjate idiota- le dije lanzando una mirada fulminante la cual el hizo caso omiso lanzando una carcajada
- La que debería fijarse eres tú, no fui yo quien se giró sin tener cuidado, más vale que te apures yo me voy en 7 minutos, a menos que desees ir así al instituto- apunto a mi ropa con el café derramado. Lo mire una vez más molesta y me dirigí a las escaleras, me cambié rápido y cuando ya estuve lista baje, cuando solo me faltaban cuatro escalones me tropecé y caí al suelo poniendo mis manos, me incorpore lo más rápido que pude antes de que Nick me viera en el suelo.
- ¿Que sucedió?- dijo apoyado en el marco de la puerta, con una sonrisa dibujada en su rostro de porcelana.
- Nada, solo se me cayó la mochila- dije levantandola
-¿Segura?- dijo algo decepcionado
- Por supuesto, ahora ¿vamos?- dije tratando de no cojear
- ¿Oye, que le sucede a tu rodilla?- apunto a ella y baje la mirada ¡mierda¡ estaba sangrando
- No es de tu incumbencia
- Bien como tú digas- dijo ahogando una risa

Fin flash-back

Busque las llaves de mi auto donde siempre solía ponerlas, pero en su lugar había una nota que decía "lo siento tome tus llaves para llevar a tu auto a una revisión, te quiere mamá"
No tenía caso ir por las llaves de austin, mi papá le prestó la moto a mi tío... Genial todo esto me tenía que suceder a mi, el universo me debe odiar. Corrí a la entrada para ver si Nick me había esperado, pero no el maldito no lo hizo, pero me las pagaría nadie se burlaba de mí. Volví a la casa y busque en la cochera mi bicicleta, no tenía otra opción.

Llegue agotada a la entrada, con 15 minutos de retraso perfecto ahora tendría que aguantar algún regaño.

- Señorita Peter ¿a dónde va?
- a mi casillero, a dejar mis cosas
-¿cree que la dejaré pasar a esta hora?
-Emsssss... Sip- dije pestañando
-¿Que le hace pensar que lo haré?
- Que tiene cara de ser una buena persona con las chicas que pierden a su chofer y tienen que pedalear hasta su instituto.
-Bien, la dejaré pasar
-Gracias- dije dandome la vuelta
-Pero...- maldición, porque siempre tenía que haber un pero- tendrá un día de castigo, tendrá que limpiar la cafetería, mañana
-Bien- dije sonriendo falsamente y me fui

Comprometidos Sin SaberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora