11

3.5K 527 122
                                    

Sus manos eran sostenidas por otras más gruesas, lo cual le hizo inevitable sonreír, le agradaba sentir su tacto y mucho más si era como en esos momentos, tomados de la mano.

Sus brazos viajaron al cuello contrario, mientras esta vez las manos ajenas viajaban por su cintura, acercando mucho más ambos cuerpos para quedar solo a centímetros de su boca, sus mejillas se sonrojaron pero no se separó.

—¿Sabes qué día es hoy?— La voz contraría inundó sus oídos, provocando un escalofrío por toda su columna vertebral.

—No lo sé, dime tú.

Sabía a la perfección en la fecha que se encontraban, era su favorita en todo el mundo, pero le gustaba molestar al contrario, fingir que no se recordaba de las fechas importantes y jugar esa pequeña broma.

—Hoy Jimin, es nuestro aniversario— El menor no parecía enojado, después de todo ambos sabían que el mayor solo jugaba. —Gracias por estar a mi lado bebé.

Si antes estaba sonrojado, ahora parecía un tomate, lo que le obligó a ocultarse en el cuello del joven, avergonzado de que este pudiese verle de esa manera. JungKook solamente sonreía, su mayor era bastante tierno y eso era algo que le encantaba de su novio.

—Ya, ¿qué sucede bebé?— Pregunta para molestarlo ahora que se encontraba tímido ante él.

—Idiota— Ríe golpeando el pecho de su novio separándose de él, le regala una pequeña sonrisa ya calmando el rosado de sus mejillas. —Te amo.

—También te amo Jimin, nada nunca podrá separarnos.

Despierta con la respiración agitada, tenía esa sensación de cuando alguien obtenía una pesadilla, pero quién diría que estaba así por un recuerdo de su antiguo noviazgo. Suspiró fuerte, se había sentido demasiado vivido, recordaba a la perfección ese día. Sonríe leve, extrañaba a JungKook.

Se acomodó sobre su cama, estaba pensando en todo lo sucedido, se sentía muy reflexivo últimamente, los problemas volvían a su vida de golpe y no sabía cómo manejarlos, se sentía asfixiado, no controlaba sus sentimientos, no controlaba lo que sentía por JungKook.

Quería reprimir esas sensaciones, quería olvidarse del menor y poder seguir adelante, pero su propio corazón se lo prohibía, estaba demasiado hundido.

Cerró fuerte sus ojos mientras se ocultaba en las sábanas. Inhaló y deseó que toda la tensión se fuera de sus hombros, quería detener todo lo que pasaba, quería bajarse de su vida como un niño que se baja de un juego.

Se abrazó a sí mismo aún recostado sobre la cama, como si se estuviera consolando a sí mismo de todo lo que sucedía, queriendo apoyarse en sí mismo. Prefería quedarse solo pasando sus penas, que preocupar a alguien más con su problema.

Jimin sin darse cuenta solo daba pasos hacia atrás, todo lo que había mejorado se veía arruinado, era su culpa por dejar de tomar los medicamentos y ceder ante sus debilidades. Y lo peor de todo, es que él sabía lo que hacía.

Entre aquellos pensamientos se quedó dormido nuevamente, aún perturbado por lo que acaba de pensar, aún perturbado por no poder sacar de su cabeza a JungKook.

Cuando el sol salió de su escondite y los pájaros cantaban, Jimin ya se encontraba listo para poder ir a la escuela. Tomó lo que BaekHyun le había preparado para comer y también se llevó una manzana para desayunar, caminaba tranquilamente, disfrutando de la fruta que consumía casi por obligación. Caminó por los pasillos saludando a algunos conocidos, dirigiéndose hacia su salón y tomando su lugar habitual.

Ignoró al profesor en clases, sabía que luego podría ponerse el día nuevamente, por lo cual no reparó en acomodarse en su mesa y así perderse en sus pensamientos, tratando de encontrar una solución efectiva a sus problemas.

—Hey Jimin...

Presta atención cuando JinYoung le habla, con él era con quien mejor se llevaba en clases.

—¿Sucede algo?— Dice en voz baja mientras arquea una ceja, ambos hablaban a la vez que el profesor seguía explicando algunas cosas.

—Pues he escuchado algo que andan diciendo... Te han visto con un chico estos días, dicen que es tu novio y ya sabes, todos hablan, llega a los oídos de todos en la escuela— Mientras hablaba se veía con duda, como si no quisiera decir todo aquello.

—¿Y?

No le importaba mucho que confundieran a YoungBae con su novio, apreciaba demasiado al mayor y como siempre era cariñoso, por lo cual era fácil pensar que ambos eran algo, cuando solamente eran buenos amigos.

—Y han habido más chicos con ojos morados llegando a enfermería, si sabes a lo que me refiero ¿Cierto?...

JungKook.

No se habían visto mucho, sobre todo después de esa conversación a las afueras de su casa, donde ambos habían dejado en claro que ya no eran nada y que lo que mantenían era nada más que sexo.

No quería pensar que aquello significaba que aún le importaba al menor, no quería engañarse con mentiras, sabía a la perfección que al menor no le importaba que sucedería en su vida.

—Gracias por decirme— Sonríe leve sin responder nada más, volviendo a su posición de antes perdido en sus pensamientos.

A la hora de salir al receso fue al baño para poder mojar su cara y relajarse un poco, estaba tenso desde anoche con ese sueño, no sabía de qué manera relajarse, solamente deseaba desaparecer y poder tranquilizarse de una vez por todas. Se quedó apoyando sobre el lavamanos con los ojos cerrados.

—¿Así que novio?— La voz que esperaba llegó a sus oídos obligándole a abrir sus ojos y reincorporarse, vio a JungKook a través del espejo.

—No, un amigo, creí ya habértelo dicho— Dice girándose así enfrentarlo cara a cara. —Pero no es como si fuese de tu importancia.

—Claro que lo es Jimin— Se acerca peligrosamente hacia él, incluso cuando JungKook era menor, este lograba hacerle sentir más pequeño. —No sé si te acuerdas, pero tú, eres mío— Los brazos del contrario pasan por su cintura, sellando el momento con un beso.

Y nuevamente confirmó que estaba mal, el sentir satisfacción al escuchar aquellas palabras de su ex novio, mientras correspondía la acción compartida.

I'm yours #2 →kookmin;yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora