I'm yours #2 →kookmin;yoonmin

04

—Por favor, aléjate.

Susurra notando como su aliento chocaba con el rostro del contrario, que a pesar de ello seguía manteniéndolo aprisionado, Jimin no quería o por lo menos, eso era lo que pensaba.

—JungKook, por favor.

¿Cómo había llegado ahí?

JungKook lo había arrastrado lejos de TaeHyung y de sus supuestos nuevos amigos, a pesar de las veces que lo llamaron, incluso no le importó la campana para entrar a clases. Lo había empujado contra las gradas y le había arrinconado sin demostrar alguna emoción, llevaban unos cinco minutos en silencio mirándose las caras sin hacer nada, solamente analizándose. JungKook parecía querer confirmar que era él y Jimin ya comenzaba a desesperarse.

—¿Por qué?— Las primeras palabras que escuchaba de los labios de la persona que más conocía, del chico que es destinado a ser su otra mitad, el único que le conoce a pesar de todos los cambios —¿Por qué ahora?

Probablemente Jimin no entendía a JungKook. Este se había ido hace más de un año, los dejó a todos solos, cada uno tomó su propio camino, acompañado o no, pero todos se separaron y el más solitario había sido el más pequeño de todos.

—¿No podías esperar otro año para aparecer en mi vida? ¿Por qué tan pronto?

JungKook le restaba importancia a la cercanía en ese momento, para él era lo de menos, pero para Jimin no. Sus ojos no se iban de los rojos y lindos labios que tenía enfrente, los cuales le llamaban a ser besados como si no hubiera un mañana. Tuvo que poner todo de sí para poder concentrarse en lo que le reprochaba el contrario.

Totalmente diferente al panorama en la mente de JungKook, el menor era un enredo total, quería abrazarlo, quería gritarle, quería llorar, quería besarlo, quería hacerle sentir dolor. Su dolor.

Nadie nunca se detuvo a pensar, si es que JungKook también necesitaba ayuda psicológica.

—Ya había pasado el tiempo que correspondía... D-debía volver— La piel de Jimin se erizó al responder, aún estaba ese efecto que causaba solo JungKook —No era algo que yo podía controlar.

—Pero la decisión de irte tú la tomaste ¿no?

La sangre en las venas del azabache bombeaba a todo dar, en ese momento tenía un desorden en sus sentimientos, de todo lo que significaban sus emociones. Sin importar que estuviera a puño descubierto, en un arranque de los nervios, golpeó sobre el hombro de Jimin impactando contra la madera de las gradas, lo cual provocó el encogimiento del más pequeño como un cachorro asustado.

—¡Responde! ¡Podías quedarte si deseabas! ¡¿Por qué volviste?!

Jimin cerró sus ojos, el tono utilizado por JungKook era demasiado exigente, casi como si estuviese imponiéndose sobre suyo, y lo peor de todo, es que el menor lograba esa habilidad sobre el mayor.

—Lo ne-necesitaba.

JungKook lo escuchó tan egoísta. O quizá para él, todo Jimin era egoísta aunque este demostrara lo contrario.

El menor se separa del más bajo, tomando distancia por primera vez desde que estaban a solas, dejando ver su puño herido por el golpe recién dado. Cuando Jimin quiso acercarse para poder ver su estado, JungKook rápidamente lo detuvo.