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—Controla tus manos, no pasará nada malo— Sonríe de lado, sin dejar de mover sus dedos de manera nerviosa.

—Lo sé, solo que me emociona que quiera verme, incluso en esta situación.

Jimin a su lado solo niega con una sonrisa en sus labios, TaeHyung pensó que no entendía cómo se sentía ahora. Los nervios lo tenían completamente controlado, pensar que en cuestión de segundos, HoSeok cruzaría la entrada, ponía sus pelos de punta.

El teléfono de Jimin suena y con un pequeño asentimiento de cabeza, TaeHyung le indica que estaba bien que contestara, a lo que simplemente se aleja para poder hacerlo.

Solo suelta un suspiro, mirando sus dedos que se mueven nerviosamente, cierra los ojos por unos momentos recordando las palabras de JungKook, cuando le dijo que vería a HoSeok.

—Relájate, si él quiere verte no será nada malo, quizá este es el primer paso para sanar las heridas, pero primero hay que ser pacientes, ya que él debe eliminar sus propios males— Fueron las palabras del más joven.

No planeaba hacer nada tonto, o por lo menos eso era lo que quería, no quería arruinar el momento con alguna idiotez de adolescente hormonal. Abre sus ojos encontrándose con la figura que esperaba. HoSeok estaba frente suyo, con una leve sonrisa que adornaba su demacrado rostro, una piel totalmente blanca, pálida, pero que debajo de sus ojos se tornaba de un color oscuro. Viéndolo con claridad tenía una pérdida de peso notable, parecía estar casi en los huesos.

Deseó poder devolver su sonrisa, pero no podía. Sus ojos se llenaron de lágrimas, nunca pensó que el amor de su vida se encontrase en una situación tan mala.

—Hola TaeHyung— Su voz caló en lo más profundo de él, como si cada aliento rozara su piel.

—Hola, Hyung— Ahogó sus lágrimas, pestañeando rápidamente, esforzándose por mostrar una sonrisa de lado.

—Hola, HoSeok Hyung— Fue la voz de Jimin quien llegaba sonriéndole al mayor, antes de irse con la madre de él y su hermana, quienes esperaban detrás.

Fueron unos minutos en los que ambos estaban en silencio, ninguno quería hablar, TaeHyung se encontraba lo suficientemente sorprendido como para comenzar, solamente podía analizar al de más edad, preguntándose en qué momento había ocurrido eso. Había escuchado a Jimin hablar de HoSeok y su situación, pero nunca pensó que se vería tan demacrado. El día de la fiesta apenas tenía nociones de él, estaba seguro que si lo hubiera visto con claridad, se habría escandalizado.

—No pensé que vendrías, digo, se lo pedí a Minnie, pero no creí que accederías— Ante el gran silencio en el que se encontraban, HoSeok se vio forzado a comenzar.

—Tenía que hacerlo, sobre todo cuando me dijo en las condiciones en las que te encontrabas— Lleva una mano a su nuca nervioso. —¿Para qué querías verme?

Fue ahí cuando notó que HoSeok se colocaba tenso, volviendo un poco más denso el ambiente. No sabía qué era exactamente lo que tenía que decir, suponía que era para verlo y tener un recuerdo de TaeHyung antes de entrar a rehabilitación.

—TaeHyung, sé que arruiné todo lo que tuvimos una vez, que fui un completo idiota contigo cuando solo querías contenerme, debí haberme aferrado a ti para no caer...— Se tomaba sus pausas, no era fácil admitir todos los errores cometidos. —Las cosas ya están hechas, ambos ya no somos un, tú y yo. Pero necesito disculparme por haber roto algo hermoso, ya que la culpa es mía, no de ti, ni de Jimin como creía en algún momento... No debí haber mezclado las cosas, tuve que dejar nuestra relación fuera.

El menor no creía lo que escuchaba. No estaba llorando ni emocionado, lo que sentía era tranquilidad de por fin poder hablar, ambos frente a frente, escribiendo las últimas palabras de una historia hermosa con un final triste.

—Descuida Hyung, con el tiempo pude asimilar que fue duro para ti, si las cosas pasan es por algo y a pesar de todo, guardo los lindos recuerdos. Quiero lo mejor para ti, ver al HoSeok sonriente y feliz, no a uno moribundo.

—Lo traeré de vuelta, para ello quería cerrar bien este capítulo, dejar en claro qué sucedió entre ambos y poder dejar atrás lo que pasó... Te amo tanto, TaeHyung, que necesitaba mirarte a los ojos y decirte cuánto lo sentía— El mayor parecía una pieza de cristal, frágil y sensible.

—También te amo Hyung, ahora solo quiero que entres ahí y cuando vuelva a verte seas un sol radiante.

HoSeok abrió sus brazos y fue inevitable para TaeHyung no corresponderlo, sellando el momento junto un tierno abrazo, que cesaba toda una historia juntos, un romance puro que tuvo un final. Ninguno lloró, ni siquiera mientras el mayor se despedía de cada uno de sus seres queridos. Era lo correcto y el final del camino. Nadie sabía, quizá podía volver a nacer algo.

I'm yours #2 →kookmin;yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora