Capítulo 2

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N, caminó por los alrededor en busca de la fuente de tan particular risa, olvidándose por completo de su plan de incendiar el centro comercial. Una extraña sensación se estaba apoderando de él a cada paso que daba, aproximándose a donde se encontraba el humano que poseía esa risa tan única.

Ravi, como se hacía llamar Kim Won Sik, desde siempre había sido un muchacho de aspecto fuerte pero con un corazón muy noble, trabajaba en un gimnasio como entrenador personal. Aunque su verdadera pasión era ser boxeador profesional.

Con un cuerpo bien esculpido, y un par de tatuajes en su cuerpo, estos le daban un toque de misterio para ser solo un humano. De cabellos oscuros y piel ligeramente bronceada, Ravi era de esos tipos que no pasaban desapercibidos tan fácilmente, pero por su aspecto rudo no muchos se acercaban a él.



* * *



Ravi se encontraba disfrutando de una rica comida con Hongbin, un chico un par de años más joven que él, pero que al igual que Ravi, amaba ejercitarse. Ambos entrenaban en el mismo gimnasio, y de vez en cuando salían a comer o beber por algún lugar de moda.

Mientras discutían si en verdad los anabólicos ayudaban a dar un excelente aspecto, N, llegó por fin a donde se encontraban ambos amigos. Hongbin, hizo un comentario sagaz que hizo que Ravi volviera a reír una vez más, confirmándole a N, que efectivamente había encontrado al poseedor de tan particular risa.

N estuvo observando cada movimiento de Ravi, durante su estadía en el centro comercial, incluso aún después de que esté se despidiera de Hongbin, y subiéndose a su motocicleta partiera para su casa.

El brillo en los ojos de N solo reflejaba la gran excitación del momento, ya que muy pocas cosas lograban cautivar a N por completo. Y ese humano en definitiva lo había logrado con solo reír,  justo eso era lo que le causaba tanta emoción.  

Después de tanto tiempo, por fin había encontrado a alguien para entretenerse, al menos por un rato. Eso fue lo que pensó N al ver a Ravi. Lo investigaría por un tiempo y, después se presentaría con una forma más humana ante él para divertirse a su gusto.



* * *



El tiempo que transcurrió, para Ravi se sentía como mil años, cuando le dieron la oportunidad de hacer su primera pelea oficial. Estaba tan contento que simplemente no cabía de la felicidad, al fin podría estar en el ring y demostrar de lo que era capaz.

Al igual que Ravi, N, estaba ansioso por verlo pelear, había disfrutado tanto verlo en los entrenamientos que esperaba que le fracturará la mandíbula a su contrincante o que lo noqueara de un solo golpe, solo para que le demostrara a más de uno, que con el elegido de N no se juega. Incluso estaba dispuesto a utilizar sus poderes demoníacos para ayudarlo un poco, aunque al final eso no fue necesario, ya que Ravi salió victorioso de esa pelea.

Y con la primera pelea llegaron muchas más. Lentamente Ravi se fue haciendo de cierta fama, lo cual para él se convirtió en su talón de Aquiles. Como un arma de doble filo, él trataba de hacer bien las cosas, pero no faltaba quien al ver el triunfo de este, quería sacar provecho de todo eso y al final las cosas no resultaban como él quería.

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