Capítulo 16**

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Capítulo final

Segunda parte



«— Está es una situación bastante complicada, lo sabes ¿verdad? — dijo Rafael, Ken levantó su rostro y solo asintió —... así que tienes dos opciones, o te olvidas del demonio para siempre, o renuncias a ser un ángel guardián viviendo para siempre en la tierra como un ángel caído».


Los recuerdos se apoderaron de la mente de Ken, mientras lágrimas eran derramadas por sus ojos. El poder recorrer el lugar que lo vio nacer, crecer y vivir por tanto tiempo, le parecían tan distinto ante sus ojos, como si esa fuera la primera vez que lo hacía. Le habían dado un ultimátum y, justo en ese momento no sabía qué hacer. La tristeza que lo embargaba era incluso mayor que cualquier sentimiento que alguna vez había experimentado.

Por un lado estaba el poder quedarse como un ángel guardián, el mejor trabajo según Ken. No solo había luchado con uñas y dientes, para que los nacidos como ángeles guardianes lo tomaran en cuenta y lo hiciera parte de su mundo. Sino que también era lo único que lo hacía sentirse realmente valorado, lo que hacía que marcara una diferencia. Sobre todo porque Ken, aun podía sentir la mezcla de alegría y adrenalina que recorrió su cuerpo, cuando recibió a su primera asignación...



* * *



Anong acababa de hablar con la nueva cuadrilla de ángeles guardianes, que pronto estarían en la tierra con los humanos. Esta, también sería la primera vez de ella como jefa al mando de ese departamento y, por supuesto que se sentía nerviosa.

El cuarto en entrar a la oficina fue Ken, miles de sueños y esperanzas se podían ver reflejados en sus ojos, no solo había enfrentado un duro entrenamiento, sino que también había renunciado a ejercer el trabajo que por derecho de nacimiento le correspondía, lo que implicaba que el fallar como ángel guardián no era una opción.

— ¿Tú eres Ken, verdad? — Anong preguntó, cuando él estuvo sentado frente a su escritorio.

— Así es — respondió Ken siendo un manojo de nervios.

— Sabes que eres el primer ángel en este departamento, en hacer un cambio de su trabajo original; digo, sé que han habido cambios en otros departamentos, pero tú... eres el primero que lo hace para ser un ángel guardián.

Si ya Ken se sentía nervioso al entrar a la oficina de Anong, al escuchar aquellas palabras lo hicieron estarlo aún más.

— Lo sé — logró decir en apenas un susurro.

— No muchos ángeles tienen la fortaleza que tú tuviste al tomar esta decisión, y eso me hace sentir orgullosa de mi trabajo, en especial porque el poder ser ángeles guardianes, es todo un arte... Recuerda que se trata de apreciar las pinceladas de un cuadro que puede ser abstracto en muchos sentidos, pinceladas que por cierto no todos pueden ver — dijo ella de forma calmada, después agregó — bienvenido, Ken.

— Muchas gracias.

— Ahora bien, para tu primera asignación se ha determinado que sea un chico muy especial, su nombre es Derek...

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