Poder acariciar el rostro de N es un privilegio que solo yo tengo o eso quiero creer, estoy tan contento de tenerlo a mi lado; jamás me había sentido así por alguien, y estoy seguro que incluso si las cosas entre nosotros no llegaran a funcionar, jamás podría olvidarlo.
Porque nuestro amor no entiende de consejos ni razones, somos diferentes pero iguales al mismo tiempo. Tan solo el hecho de poder abrazarlo es más que suficiente para mí, él es mi aire para respirar.
Me encuentro tan absorto esperando a que N llegue, pensando en todo lo que hemos pasado, cuando un par de manos cubren mis ojos, y al escuchar su voz sé perfectamente que es él. Lo acerco a mi cuerpo y lo veo a los ojos, él tiene la sonrisa más hermosa que alguna vez haya visto.
Pero entonces, llamas de fuego se extienden por todas partes, tomo su mano con mayor fuerza. Tengo miedo. Distingo la salida a lo lejos, giro mi rostro para ver a N y decirle que todo estará bien y es cuando N desaparece de mi lado, su cuerpo se desvanece frente a mí, grito su nombre pero siento que al mismo tiempo me ahogo y comienzo a buscarlo por todas partes.
La situación cambia y de pronto me encuentro en la oscuridad, ella me abraza con calidez aunque sé que algo no está bien. Comienzo a caminar cada vez más rápido y sin darme cuenta ya me encuentro corriendo, la desesperación inunda mi cuerpo a tal punto que caigo al suelo tropezando con algo.
Estirando mis brazos para tratar de localizar una pared o algo de que sujetarme, un escalofrío recorre mi cuerpo. Hace frío y me abrazo a mí mismo, tengo que buscarlo, pero el problema es que no sé qué es.
Un par de ojos amarillos me miran suplicantes, a medida que quedo envuelto en la oscuridad, trató de incorporarme pero no puedo, mi cuerpo se siente pesado, muy pesado. Y esos ojos no dejan de mirarme.
No sé porqué, pero sé que tengo que llegar a ellos aunque me parece que es imposible. De repente un grito desgarrador hace eco en todas partes, y aquellos ojos amarillos ya no están.
Ravi abrió sus ojos exaltado, sudaba y su cuerpo temblaba. Aferrándose a las sábanas, su ritmo cardíaco poco a poco volvía a su ritmo normal, pero volvió a dispararse segundos después, cuando al sentarse en la cama, y enfocar la vista se percató que una silueta lo observaba desde una de las esquina de su habitación.
Aunque era extraño, el miedo no lo invadió, y rápidamente la curiosidad pudo más con él.
— ¿Quién eres y qué estás haciendo aquí? — dijo.
La figura de un chico se volvió más visible al salir de su punto ciego. Caminando un par de pasos, este se detuvo a solo un metro de la cama, observando gentilmente a Ravi. Aquel chico de aspecto delgado, piel blanca y un rostro bastante atractivo le sonrió antes de contestarle.
— ¿Quién soy y qué hago aquí? tiene que ver con N, — dijo sin titubear — me llamó Ken y soy tu ángel guardián.
* * *
La frustración estaba acabando con la poca paciencia de N, entendía por qué lo había hecho Leo, era más que obvio que el ser reemplazado no le había sentado para nada bien; pero lo que no lograba entender del todo, era porque su padre se tomaba tantas molestias por Ravi, o más bien por el hecho de que él quisiera a un humano. Si ya antes había estado con otros, ¿Por qué le afectaba que estuviera precisamente con Ravi?
Su padre había dejado a cargo a Leo para ser su propio carcelero, lo cual era ridículo porque N siempre había disfrutado de estar en "casa".
Pensativo, encerrado en su propia habitación, N caminaba de un lado para el otro buscando una solución a su problema y lo más importante, buscar la manera de salir del inframundo para buscar a Ravi, estaba preocupado por él. Así que tuvo que valerse de sus mejores estrategias para crear un motín, una distracción que le diera el tiempo suficiente para salir y no ser visto.
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En las Sombras
FanfictionEn lo más profundo del inframundo un ser carente de buenos sentimientos, posa su mirada en quien podría ser el que le enseñe el verdadero significado de la palabra amor. N diminutivo de la palabra en latín nuevo. Es el heredero al trono del inframun...