Capítulo 14**

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Ravi salió temprano del trabajo, el ser su propio jefe tenía sus ventajas. Aunque hacía bastante tiempo de su última pelea, le gustaba mantenerse en forma y debido a eso, después de sus clases como entrenador personal, siempre dejaba un espacio para ejercitarse y seguir manteniendo su tono muscular.

Abrió la puerta giratoria del gimnasio, cargando su usual maleta con una mano, mientras que con la otra guardaba su teléfono en el bolsillo del pantalón. Comenzó a caminar rumbo a su casa, siguiendo su habitual trayectoria; cuando en una esquina, chocó su hombro con un chico moreno, quien solo se limitó a mostrarle una calidad sonrisa en señal de disculpa, ya que había sido su culpa. Ravi le sostuvo la mirada, pero también fue quien después de algunos segundos, apartó la mirada y haciéndole una señal con la cabeza continuó su camino.

— ¡Oye! ¡Espera! — gritaron a su espalda.

Ravi que ya había avanzado un buen trayecto, se giró y volvió a ver al mismo chico quien al parecer traía algo entre sus manos, mientras se acercaba a él.

— Creo que esto es tuyo — dijo extendiéndole una credencial cuando le dio alcance.

— Sí, debió caerse de mi maleta... gracias — comentó enseguida Ravi tomando el objeto.

— No tienes porque Won Sik — respondió el chico.

— ¿Cómo...?

— La credencial, tiene tu nombre y tú fotografía.

— Cierto... — comentó señalando lo obvio — y ¿tú eres?

— Hak Yeon, Cha Hak Yeon — comentó el de piel morena.

— Pues gracias, otra vez Hak Yeon.

La amplia sonrisa de Hak Yeon dejó hipnotizado a Ravi por uno segundos, quien no tuvo más remedio que responder sonriendo también, hasta que el momento se volvió algo incómodo.

— Bueno... ya tengo que irme — dijo Hak Yeon desviando su mirada algo avergonzado.

— Si... yo igual — respondió Ravi.

— Adiós.

Hak Yeon dio media vuelta y caminando justo del lado contrario, ambos continuaron su camino sonriendo con gusto. Si de casualidades hablamos, esa era una muy grande. N que había visto todo, sintió una fuerte punzada en su corazón, ciertamente no podía volver a relacionarse con Ravi — al menos no como antes —, y estaba seguro que eso implicaba que algún día, él se enamoraría de alguien más. Pero el ver a un humano físicamente igual a él — a excepción del cabello y ojos castaño/oscuro —, eso en definitiva no se lo esperaba, y la opresión de su corazón fue a un mayor.

«Esto es una maldita broma...» pensó.



* * *



Hyuk se encontraba nervioso, después de lo ocurrido con Ken y Leo, él se había vuelto muy amigo del ángel por compartir de cierta forma su conexión celestial. Y aunque no quería demostrarlo, le preocupaba que el destino de Ken fuera, terminar como su padre. Quien al ser un ángel que se enamoró de una humana, este había terminado desterrado del cielo, con las alas arrancadas y convertido en un humano; el cual sabía que al morir no tendría un lugar a donde ir, desapareciendo al siguiente instante de su muerte.

— Hyuk, ¿estás bien? — Hongbin lo llamó.

— ¿Ah? Sí, ¿qué me decías?

— Ay, Hyuk, has estado muy distraído hoy, ¿te ocurre algo? — le objetó con preocupación.

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