My cold mate.

CAPITULO DIEZ.

Dedicado a: areisa28

Miro nuevamente a el oscuro bosque.

Así es,anoche no mentía cuando dije que me largaba.

Y es que la rabia se había apoderado de mi,¿Como no tenía un poco de humildad para dejar que los pequeños siguieran jugando?

Desde que su padre gobernó en nuestra manada todo cambió.

Yo no estuve ahí para presenciarlo,pero es lo que me han contado mis padres.

Se que esos niños han crecido sin poder ser felices y desarrollarse como se debe,y cuando estamos tan bien,jugando y riendo en completa armonía,aparece Nate arruinándolo todo.

¡Agh!

Mi loba estaba furiosa conmigo por casi rechazarlo,Cam me había seguido como buena amiga y West...el vino y después se regresó a la manada diciendo que hablaría con Nate.

Pero con el no había mucho que hablar,el era como era y cambiarlo sería como pedirle a un sanguinario que vaya a cortar flores al bosque.

Mire a Cam,quién seguía durmiendo en forma de lobo,acaricie su cabeza.

Estaba pensando muy seriamente en huir de el país,no se,siempre había querido tomar un tren y viajar sin que nadie supiera de mi.

Y bueno,una persona como yo siempre quería hacer un montón de cosas estúpidas y alocadas,pero siempre terminaba dejándolas atrás para hacer las cosas que dictaban mis padres.

Cerré los ojos un momento y recargue mi cabeza en un árbol.

Estaba conciliando el sueño,cuando escuche una ramita ser pisada.

De inmediato abrí los ojos y miré a todos lados.

Nate apareció de entre los arbustos.

Alze una ceja,apretando mi boca y puños.

Moví a Cam y ella despertó.

Nate la miró con curiosidad,por un segundo sus ojos me recorrieron preocupados,después volvió a su mirada usual.

Respiro hondo.

— Necesitamos hablar.

Su voz era absolutamente gruesa,pero esta vez tenía esa delicadeza y suavidad para hablar,como si quisiera algo.

Male,solo quiere hablar,me iré.

Asentí ante la voz de Cam en mi cabeza; ella se fue dejándome a solas con Nate.

Suspire.

— Creo que,no hay mucho de que hablar Alpha.— dije alzando mi mentón.

El frunció su seño ante mi voz,no era la de siempre,esta vez me encargue de que sonara gruesa y absolutamente segura.

— ¿Porque ya no me llamas Nate?.— pregunto dando un paso al frente.

Di un paso atrás.

— Porque,es usted mi alpha,¿No?.— alze una de mis cejas hacía el.— Ayer demandó respeto.

Nate paso una mano por su cabello,despeinandolo de forma que lucía extremadamente sexy.

— Independientemente de ser tu alpha,también soy tu mate.— dio pasos al frente acorralándome con un arbol.— Y mi luna.

Sonreí de forma sinica.

— ¿Tu mate?.— reí.— No estoy muy segura de querer serlo aún.

El frunció el seño.

Mi loba me gruñó de forma amenazadora,sin duda estabamos muy en desacuerdo respecto a Nate.

— Dejemonos de juegos Malesse.

— Esto no es un juego.— trate de empujarlo un poco.— Juego es el que interrumpiste ayer,cuando todos estaban tan felices.

— ¿No vas a superarlo?.

— ¡Pues claro que no! Yo sabía que eras frío y que nunca te importa nadie,pero pensé que por ser unos niños los que se divertían,eso tocaría tu corazón...¡Eres malditamente frío y amargado Nate!.

El cerro sus ojos con fuerza,se que el se contenía.

Cuando abrió los ojos miro directo a los míos.

— Malesse,son mis reglas,siempre he dicho que no me gusta el ruido...— murmuró.— Tampoco me gustan las risas,son dos simples cosas que se deben respetar en la manada,que tu y West las rompieran fue algo que me molesto,¿Puedes entender eso?.

Ladee la cabeza.

— Claro que lo entiendo,creo que aún no soy tan tonta.— puse los ojos en blanco.— Pero,¿Que de malo tienen las risas y la felicidad de otros?.

El solo miro a un lado y resoplo.

— Malesse,pueden jugar,pero...¿Pueden hacerlo donde yo no los oiga?.

Alze ambas cejas sorprendida.
Creí que iba a prohibir más cosas en represalia a todo lo que lo habíamos molestado.

Suspire asintiendo.

— ¿Volverás a la mansión?.— pregunto,asentí.— ¿Lo haras como mi mate aún?.

Mordí mi labio inferior asintiendo.

El emitió un suspiro de alivio,seguido de eso me miro.

— ¿Vamos?.— me tendió una mano.

La tome y caminé junto a el.