CAPITULO DIECINUEVE.

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Después de un largo camino lleno de un silencio incómodo llegamos a el territorio de los vampiros,mi piel comienza a erizarse poco a poco;Nate lo nota,porque me voltea a ver a pesar de que estamos molestos uno con el otro.

— ¿Estás bien?.

Niego con la cabeza,al tiempo que llegámos a la enorme mansión.Todos bajan,menos yo que sigo atada en el auto.

Cuando Nate abre la puerta de inmediato bajo la mirada,viéndolo desatar los nudos que West hizo.

Términa de desatarme,espera pacientemente al lado de la puerta;cuando nota que no pienso bajarme toma mi brazo y me jala hasta que estoy fuera de el auto.

Mi labio inferior comienza a temblar a medida que avanzámos hacía la entrada,Cam está a mi lado izquierdo,mientras que a mi lado derecho está Nate.

Llegamos a la puerta y sin necesidad de tocar nos abre una mujer de ojos dorados;ella nos da una sonrisa espeluznante.

Aprieto el brazo de Nate,a lo que el me da una mirada que logra tranquilizar todo el revuelo en mi interior.

Justo ahora me he olvidado de mi enojo y de la ropa que traigo encima,solo quiero irme de aquí.

— Me alegra que vinieran a cenar.— dice un hombre desde las escaleras,comienza a bajarlas mientras una sonrisa se forma en sus labios.

— Mientras no seamos la cena.— susurra West detrás de mi,y la sola idea de eso hace que mi interior se vuelva un tornado de emociones.

Nate aclara su garganta.

— Realmente no vinimos a cenar,mi Luna esta algo...indispuesta justo ahora,y sólo quiero que ella reconozca al vampiro para que pueda ir a casa a descansar— habla Nate,saludando a el hombre que llego justo frente a nosotros.

Un alivio profundo me recorre,sin duda este hombre podía ser malditamente caballeroso y tierno sin proponérselo;¿es su manera de disculparse por ser tan grosero en el auto?.

— Es una lastima— admite el hombre encogiéndose de hombros—,todos mis vampiros están formados en el patio trasero.

Comienza a caminar y nosotros a seguirlo,miro a mi alrededor con algo de miedo;el lugar es malditamente tenebroso,¿como pueden pasar por aquí de noche sin gritar?.

Cuando llegamos a el patio siento escalofríos,aprieto aún más el brazo de Nate haciendo que el pase un brazo por mi cintura y bese mi frente.

Todos los vampiros nos miran extraño,con algo en sus ojos que no logró descifrar.

El hombre me mira y me da una sonrisa.

— ¿Reconoces a alguno de estos hombres,cariño?.— cuestiona.

Contengo las ganas de gritarle que no puede llamarme así y miro detenidamente cada rostro que hay frente a mi,no veo ninguno parecido a ese vampiro tan misterioso que había estado conmigo.

Dirijo mi vista a Nate y niego con la cabeza.

Miro al cielo y después a las ventanas de la mansión,notando en una de ellas  unas cortinas entreabiertas que dejan ver un hombre de espaldas;cuando me dio la cara una sonrisa se formo en su rostro.

— N-nate...— susurro.

El me mira con preocupación,apunto la ventana;las cortinas estaban cerradas y ya no había nada.

— Ahí estaba el,el me sonrió.— digo rápido con el nerviosismo incrustado en mi voz.

El hombre y Nate vuelven a mirar a la ventana.

— Te puedo asegurar que no hay nadie dentro de casa,bonita — habla el hombre poniendo su fría mano en mi hombro.

Retrocedo quitando su mano con brusquedad.

— Quiero irme a casa— digo mirando a mis amigos,quienes asienten.

Comienzo a caminar con West,Cam y Jocelyn de vuelta al auto,cierro los ojos cuando pasamos por los pasillos de el lugar;mi piel esta erizada y el frío se cuela por mis desnudas piernas.

Subo de copiloto apenas llegamos al auto,miro fijamente las ventanas de cada habitación,solo veo cortinas blancas,intactas y ningunas estan abiertas.

¿Lo imaginé acaso?

Cam toca mi hombro.

— ¿Que fue lo que viste?.— cuestiona.

Me giro dándole la cara.

— Te juro que el vampiro estaba en esa habitación, sus cortinas estaban abiertas,incluso me sonrió.— susurro asustada.

— Alucinas— Jocelyn habla de manera indiferente.

— Calla rubia,es algo serio— regaña West poniéndole una mano en la cara.— Se lo dijiste a Nate así que...

— Lo hice,pero el hombre mayor dijo que no había nadie en la mansión.

Cam se recarga en su asiento y West hace lo mismo,Nate su al auto.

Pone su mano en la palanca de cambios y respira hondo.

— Muñeca,no hay nadie en la habitación que señalaste.— dice de forma lenta.

— Te juro que vi a el vampiro dentro de ella.— respondo con rapidez mientras un nudo se forma en mi garganta.

Nate suspira y pone el auto en marcha sin decir palabra alguna.

Se que no fue una alucinación.

My cold mate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora