Me serví mi sexto vaso con agua y lo bebí todo de un trago. A éste punto me dolería el estómago, pero lo prefería mil veces antes que sentir esas emociones que me abrumaban. Me serví otro y volví a beber el líquido transparente.
-¿Qué es lo que estás haciendo ahora, Marion?-preguntó Mary entrando a la cocina.
-Ahogo a las mariposas de mi estómago-acompañe mi respuesta del último trago del séptimo vaso.
Soltó una carcajada mientras veía mi nueva locura.
-Sabes que eso no funcionará, ¿cierto?-Una sonrisa burlona apareció en el rostro de mi amiga, mientras esta me veía a través de la puerta de la nevera.
-Tengo la esperanza de que de resultado-vertí más agua en el vaso, pero éste no llegó a mi boca, ya que Mary lo tomo en sus manos y alejandoce con él me recordó algo que me negaba a creer.
-¡El amor a primera vista sí existe, querida, y a veces llega a ser tan fuerte como el que se va cultivando con los años!, ¡Acéptalo, el chico del bus te atrae!
Una mueca se formó en mi rostro mientras me decidía por si servirme o no, el noveno vaso.
Él era lindo y aun llevaba el papelito que me había dado en el bolsillo del pantalón. Era excitante pensar que me lo había dado, ¡por Dios! Me lo dió. Pero no, si tenía que ser del todo sincera conmigo misma, debía admitir que tenía miedo de que me rompieran el corazón.
No quería ser un juguete.
No quería que la felicidad que me daba desapareciera.
Finalmente me decidí por el noveno.
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El Chico Del Bus
Novela JuvenilTodos alguna vez nos hemos enamorado de alguien que nos encontramos por la calle y que probablemente no volvamos a ver jamás. Aunque al destino le gusta jugar, ¿no? ~•~ -¿Puedo sentarme aquí? Mi cabez...