¿Era normal sentir miedo de abrir los ojos?Llevábamos un largo tramo caminando después de bajarnos del auto y en ningún momento Samuel me había quitado la venda de los ojos, permanecía atrás con sus manos en mi cintura guiandome a un extraño lugar.
Sus pasos se empezaron a poner más lentos, hasta que se detuvo por completo y apretó su agarre en mi cintura para que yo también me detuviera.
-¿Estas lista?-susurro en mi oído con su ronca voz mandando electricidad a mi cuerpo y haciendo que mis piernas temblaran.
-Si.-estaba emocionada y excitada.La espera era abrumadora.
Sus manos empezaron a quitar el nudo del pañuelo que estaban sobre mis ojos. Sentí como la suave tela se deslizaba al caer.
-Abrelos.-ordeno jugando con sus dedos nerviosamente en mi cintura y provocandome cosquillas.
Empeze a abrir poco a poco los ojos y me sorprendió encontrar frente a mi una puerta de madera un poco rústica.
El tomo mi mano y la coloco en el pomo de esta para que lo girará, y al abrirla, la luz de las velas me golpeó enseguida, terminé de asomarme y aprecie como un rastro de pétalos comenzaba en mis pies y terminaba a la orilla de una cama de sábanas blancas cubiertas con más pétalos.
No había ningún luz, sólo las velas y el fascinante olor a rosas.
-¿Te gusta?-me pregunto al oído nervioso. Di una vuelta en su agarre dejándonos frente a frente y pose mi mirada en sus hermosos ojos verdes.
-Me encanta.-respondí al instante de escuchar como de una patada serraba la puerta.
Samuel se acercó a una pequeña mesa y tomo una botella de vino blanco sirviendolo en dos copas y pasandome una.
-Dijiste que querías algo especial.-Comenzó asercandoce a mi.-crei que está sería una buena forma de que te dieras cuenta de que lo migo con tigo es sincero, y no se acabará por ningún tipo de distancia u océano que se interponga entre nosotros, te seguiré amando siempre Marion, y quiero que sepas que no voy a obligarte a hacer nada si tu no quieres, yo....-
No lo dejé terminar, sino que uni sus labios con los míos, y lo que comenzó como una lenta danza se convirtió en una lucha por el control, su lengua jugaba con la mía y sus dientes mordian mis labios, enrede mis manos en su cuello . Mi lengua empezó a jugar con la suya mientras restregava mi cuerpo contra el suyo.
-¿Estas segura?-pregunto apretando mi cintura.
-Completamente.-
Un gruñido escapó de sus labios y me acorralo contra la pared pegándose completamente a mi, algo duro hacia contacto con mi abdomen y un gemido salio de mis labios amostiguandoce en su boca, mi mano viajó lentamente por su pecho hasta tocar esa parte que hacía presión en mi vientre, era suave y duro a la vez, mi mano empezó un baiben sobre el lento y poco a poco más rápido, el empezó a gruñir y a gemir entre beso y beso mientras yo intensificará la velocidad de mi mano, hasta que el la detuvo fuertemente con la suya.
-Aun no Marion, espera.-dijo entre gemidos, su respiración tan agitada como la mía.-Eres una chica traviesa. Dándome un último beso levantó su copa hasia mi .
-Por nosotros.-comenzó.- porque esto funcione, por nuestro amor, nuestro futuro y porque disfrutemos estos momentos.
Una tierna sonrisa indundo mis labios y choque mi copa con la suya.
-Salud.-me lleve la copa a mis labios y sentí como el vino pasaba por mis papilas gustativas embriagandome con su dulce sabor. Apenas separe el vaso de mis labios unas manos me lo arrebataron y se adueñaron de mi cintura.
-Ahora si, no te podrás escapar de mi, mi amor.-sus labios se adueñaron de los míos y sus manos bajaron a mi tracero levantándome para que enrollara mis piernas en su cintura. Su lengua empezó a provocar a la mía y lentamente pude sentir como el bulto bolvia a crecer. El, caminó a la cama y me recostó suavemente en ella y se siño sobre mi, sin soltar en ningún momento mis labios.
-Dejame esto a mi.-Susurro con su sexi voz ronca entre beso y beso.
Sus labios se alejaron de los míos, y pude sentír como sus manos desabrocharon mis tacones y los dejaron caer sobre el suelo, sus manos se posaron en mis pies y sin despegarse de mi piel empezaron a subir por mis piernas, recosté la cabeza en la cama y agarre las sabanas en un puño sintiendo los pétalos que aplastaba enloquecida de placer. Sus manos llegaron a mis muslos y poco a poco empezaron a pasar por debajo del vestido hasta llegar a mis caderas y encontraron el inicio de las medidas y de ahí empezó de nuevo su recorrido, pero esta vez bajando y dejando al descubierto mi piel.
Estaba perdiendo el control.
El me estaba haciendo perder el control.
Me levanté de la cama y me adueñe de su camisa desabrochando botón por botón, hasta que está callo al suelo y su abdomen quedó al descubierto. Empese besando sus labios, pasando por sus megillas y su mentón hasta llegar a su cuello y dejando un rastro de besos húmedos, el movio su cabeza dándome un mejor acceso a su cuello, mientras yo disfrutaba de su aroma, su suave piel y su ardiente sabor. Atrape el lóbulo de su oreja de con mis dientes y lo empese a succionar despacio escuchando como suspiros salían de su boca y me apretaba contra el, rozando mi punto de placer sobre su elección, encendiendome de nuevo e insitandome a seguir regando besos calidos sobre su pecho y su abdomen.
El resto de la noche pasó entre besos, caricias, y amor, sobre todo amor. Samuel tenía razón, estaba esperando al indicado, y el, definitivamente lo era.
***
¡Hola!
Lamento no haber actualizado la semana pasada, pero no tenía internet...😖Espero que les hayan gustado los capítulos de esta semana porque ya la próxima subo los últimos dos y el epílogo.
¡Aun no me lo puedo creer!
A todos los que me pidieron dedicatoria, no se preocupen se las pondré a los capítulos antes de la próxima semana.
¡Las adoro! 😘
¡Gracias por leer!
Kathia💖
Pd: Díganme si creen que el capítulo es demasiado fuerte, porque la verdad es la primera vez que escribo algo así y no me quería propasar.
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El Chico Del Bus
Roman pour AdolescentsTodos alguna vez nos hemos enamorado de alguien que nos encontramos por la calle y que probablemente no volvamos a ver jamás. Aunque al destino le gusta jugar, ¿no? ~•~ -¿Puedo sentarme aquí? Mi cabez...