-¡¿Por qué mierda me hiciste cocinar a mi si tu sabías hacerlo?!
Una hermosa sonrisa apareció en su rostro, y por arte de magia un poco de mi enojo se desbanecio.
Se encogió de hombres y me miró alzando una ceja.
-Quería ver el desastre que ibas a hacer.-lo fulmine con la mirada, pero su sonrisa no seso.-vaz a decirme ahora que tu no te divertiste.
Me guiño un ojo, y mis megillas se ruborizaron completamente junto con todo mi rostro.
El casi beso vino a mi mente y sonreí yo también.
-Eso huele bien.- señale la olla con sopa que preparaba Samuel.
-¿Quieres probar?- el chico tomo una cuchara del guisado y le soplo antes de acercarla a mi.-Abre la boca.
Ordenó suavemente, mientras me daba a probar de la deliciosa sopa de hongos que estaba preparando.
Retiro la cuchara de mi boca, pero no despegó su mirada de mi.
Sus ojos no tenían el típico color que ves por la calles, sino que tenían el brillo de los protagonistas de películas o series. Eran del color más hermoso que había visto, como si hubiesen sido descritos por el autor de un libro, como si destellaran en cualquier momento e irradiaran felicidad. Y su sonrisa, ¡Dios! Esa sonrisa era capas de hacerte sentir eufórica, te causaba tres
mini-infartos después de verla.Y después estaba yo, mirandolo fijamente mientras mordia mi labio para evitar besarlo. El chico me tenía tan retenida con la mirada, que cuando sus ojos se posaron en mis labios y vieron el gesto que estaba haciendo, trago grueso y buscando fuerzas, se alejó.
Está noche sería difícil.
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El Chico Del Bus
Teen FictionTodos alguna vez nos hemos enamorado de alguien que nos encontramos por la calle y que probablemente no volvamos a ver jamás. Aunque al destino le gusta jugar, ¿no? ~•~ -¿Puedo sentarme aquí? Mi cabez...