Después del ensayo, aquel sábado, todo lo que quería hacer era dormir una siesta, pero le había prometido a Dan que irían a almorzar. Durante el último tiempo, Rodrigo le ofrecía trabajos semanalmente en algunos bares, pubs o en ciertas fiestas y como suponía bailar, lo cual le encantaba, y un dinero extra, Juliana aceptaba encantada. Pero el cubano estaba convencido de que debían tener más coreografías preparadas para esas ocasiones, de modo que ese día habían gastado todo el ensayo creando una nueva. Le dolían lugares que no sabía que tenía.
No acostumbraba a bañarse en la academia, prefería hacerlo en la comodidad de su casa, pero no pensaba almorzar con Dan toda transpirada, de modo que no había otra opción. La primavera había llegado con fuerza a Londres y si bien no era extremadamente caluroso, las capas de ropa habían comenzado a sobrar. Juliana se puso una calza verde militar, una remera larga de manga corta blanca, las converse rojas, un saco negro, una cartera del mismo color y una vincha roja.
-Pareces una quinceañera - le comentó Dan, cuando la vio subir al auto.
-Bueno, eso quiere decir que parezco diez años más joven. Lo tomaré como un halago - bromeó con una sonrisa.
-Pareces una niña.
-Bueno, siempre tuviste algo con las menores de edad, así que nadie lo notará -se burló.
-Eres mala.
-Y aún así me quieres.
-¿A dónde quieres comer? - le preguntó, ya cuando el auto había avanzado un par de cuadras.
-Pensé que tú me cocinarías, teniendo en cuenta las clases de cocina que te di hace unas semanas - luego de llegar de España, Juliana se dedicó a prepararle varias recetas sencillas a su amigo para que aprendiera a cocinar, de modo que la próxima vez que él estuviese en la ciudad las pusieran en práctica. Hacía dos semanas que se habían tomado un respiro de la gira y ese momento fue el que eligieron para llevar a la práctica la clase de cocina. Había sido lo más divertido que Juliana había hecho en días.
-El pollo el otro día se me quemó. Prefiero no humillarme frente a la maestra de cocina - y tras esa frase, Juliana no pudo evitar reír a carcajadas. Por algún motivo, Dan siempre la tenía en muy alta estima cuando se refería a la cocina.
-Entonces si prefieres ir a algún lugar... Como quieras - accedió, divertida.
-¿Cómo estuvo el ensayo hoy? - preguntó él, interesado.
-Agotador. Nos han salido tantos trabajos que Rodrigo está bastante decidido a hacer una coreografía diferente para cada lugar. Estoy agotada, para serte sincera.
-¿Cuándo será la próxima presentación? Quiero ir a verte bailar - desde que le había comentado a su amigo que solía trabajar los sábados bailando en algunos bares, el músico se había decidido a ir a verla, a pesar de que ella insistía en que le daba mucha vergüenza.
-Creo que la semana que viene, pero no puedo estar muy segura. Tal vez la otra. ¿Ustedes cuando terminan la gira? - por lo que sabía, en base a lo que le había comentado Louis, estaría cuatro días en Londres para luego partir a Suecia y el norte de Europa.
-Sobre fines de mayo, si no me equivoco. Luego tenemos la despedida aquí - Juliana siempre solía pensar que iba a ser de la vida de One direction luego de que todo terminara, pero no se había detenido a pensar qué sería de Dan y de los músicos. ¿Encontrarían otra banda?
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Esquivando se llega a One direction
FanfictionHace mucho tiempo que dejó de ser una simple fan... Fue amiga. Fue novia. Y terminó con el corazón partido. Juliana tiene que sanarse a sí misma antes de volver a enfrentarlos. Mientras tanto... los esquiva.