Capítulo 28: Oh, mierda

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Soy papá. Tamia acaba de nacer.

Oh, por Dios, fue todo lo que Juliana pudo pensar. Acababa de aterrizar en Los Ángeles y había prendido el celular tan rápido como le fue posible, pensando en que podría tener noticias de Bobby. Ciertamente aquel mensaje era más alegre. A raíz de todo el asunto con el padre de Niall, debía admitir que se había olvidado por completo del embarazo de Perrie.

No dudó ni un segundo en llamar a su amigo.

-Zaynie, Zayine, ¡felicitaciones! - soltó con alegría ni bien atendió. Casi podía imaginar la sonrisa en el rostro del nuevo padre.

-Gracias, Ana, gracias - Juliana notó de inmediato la emoción en su voz y pudo sentir como sus propios ojos se aguaban.

-¿Estás llorando, cierto?

-¡No tienes idea! - y rió - fue hermoso, Ana, hermoso.

-¿Cómo está Perrie?

-Anestesiada en este momento.

-¿Todo salió bien?

-Sí, ella está perfecta. Las dos lo están.

-Gracias a Dios - comentó Juliana, agradecida - me imagino que están todos felices en tu familia.

-De hecho, sos a la primera que le escribo - la afirmación la hizo soltar las lágrimas que estaba conteniendo - ahora llamo a todo el mundo.

-Siento no estar ahí - se disculpó de inmediato, secándose las lágrimas. El aeropuerto estaba repleto y varias personas se habían dado vuelta para mirarla, probablemente pensando que debía ser una loca por llorar allí.

-Sé que estarías acá, si pudieras - contestó, quitándole hierro al asunto - a propósito, ¿cómo está Bobby?

-Por lo que yo sé, está bien. Al menos lo estaba la última vez que lo vi.

-Oh, ¿tan grave? - preguntó, de pronto asustado.

-No, Dios, no. Solo digo que no lo veo desde hace unas cuantas horas - aclaró.

-Que raro que no te dejen pasar - Juliana rió. A pesar de que quería explicarse, Zayn no la dejaba.

-No es que no me dejen pasar, Zayn, es que no estoy en Irlanda.

-¿QUÉ?

-Estoy en Los Ángeles. Acabo de aterrizar.

-¿Qué estás haciendo ahí?

-Vengo a presentar mi libro - explicó, no sin cierta vergüenza.

-Oh, cierto. Perdón, lo olvidé por completo - y luego agregó tras una breve pausa - que raro que Niall te dejó ir.

-Niall insistió para que viniera, de hecho - comentó, aún asombrada por su actitud. Había tenido mucha valentía para dejarla ir a enfrentar sus sueños, aún cuando él se desgarraba por dentro.

-¿En serio? ¿Y estás segura de que él no tenía fiebre o algo? - bromeó. Juliana comenzó a caminar en busca de su valija. Si se quedaba parada hablando, Harry se aburriría de esperarla afuera.

-¡Muy segura! - rió - fui ya la que me resistí un poco...

-Pero es trabajo - terminó por decir él.

Esquivando se llega a One directionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora