Estigmatofilia

Una broma que lamentaras

Ok, ya pensé todo, cada detalle y después de un par de llamadas, todo está listo.
He sido una tonta y he hecho el ridículo.
Darren no me quiere, no siente nada por mí. Cualquier otro que hubiera estado interesado, me hubiera besado y hecho el amor en la sala.
Mi ego me jugó una treta, me hizo creer que nadie podría resistirse a mis encantos.
Darren no siente nada por mí.
Y eso me deprime, creo que soy yo la que siente algo por el.
Estupida, estupida niña tonta.
Tengo que dejarme bien en claro que tengo novio, un excelente chico.
Y por eso he ideado este plan. Para demostrarme que mi lugar está en brazos de mi chico tatuado no en los del guardaespaldas.
Suena el timbre.
Es hora del plan.

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Es la primera vez que veré su casa, está en un muy buen vecindario, estoy algo nervioso.
Llamó, me invitó a ver películas y pizza.
Ósea sexo.
Dios.
Parezco un adolescente virgen, pasando el peso de mi cuerpo de un pie al otro, balanceándome sin decidirme si tocar o no.
Es que me estoy preguntando si debí traer una maleta. ¿Sería algo bueno o malo?
¿Pasaré la noche aquí no ?
Me gustaría lavarme los dientes antes de hacerle el amor por la mañana.
Dios, soy un puberto en el cuerpo de un estupido adulto.
Ok. Suspiro y toco el timbre.

-hola- algo muy bueno hice en mi vida pasada.
Tengo a una hermosa chica frente a mi, sonriéndome.
-Hola-
-Pasa, voy a ver si encuentro la memoria con las películas que quiero ver, ponte cómodo-
Su casa es como ella, elegante y llena de luz.
Ella desaparece por una puerta y yo recorro el lugar.
Regresa pero antes de que pueda decirle algo me da un beso en la boca.
Un beso rápido y cariñoso.
Me gusta tanto.
- Quiero hacer algo interesante esta noche-
Y me muestra con un gesto que guarde silencio.
Estoy muy confundido, pero la verdad es que haría lo que ella quisiera, incluso algo ilegal.
Así que lo hago. Me quedo callado, cuando la veo meter la memoria en la pantalla. Y empieza a sonar una música lenta, sexy. Entonces dos actores parecen en escena, los identificó de inmediato.
¡Es porno!
Ella me toma de la mano y sonríe.
Es una mirada pícara, como de una niña antes de robarse un chocolate. Por favor dios, que yo sea el chocolate. Por favor. No vuelvo a desobedecer a mi madre.

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Y no, no fui el chocolate, bueno no aún.
Resulta que salimos del departamento por una salida de servicio, hacia el callejón que está atrás del edificio.
Ahí estaba una hermosa motocicleta deportiva. Y mi chica me muestra las llaves.
-no entiendo-
-es una sorpresa- se sube a la motocicleta, al parecer va a manejar.
-¿sabes hacerlo?-
-claro que si- su emoción me contagia y subo, además es un placer estar abrazado a ella.
Y arranca, salimos disparados, dios sabe a dónde.

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-quiero hacer algo interesante esta noche-
Demonios, demonios, demonios.
Pasan unos segundos
¿ que hago?
Ellos van a ....
¡Esa música !
No, no, no, no.
Sujeto el volante con fuerza y sigo escuchando.
Ellos están, puedo escucharlos, sus jadeos, sus besos, no.
No puedo.
Tengo que detener esto.
Voy a matarlo.
Salgo del auto. Corro con todas mis fuerzas tengo que detenerlo.
No puede tocarla, el no.
Subo las escaleras, es más rápido que el ascensor.
Toco mi arma, no estoy pensando, pero sé que tengo que hacer algo.
Saco la llave antes de llegar a la puerta y abro.
Esperaba encontralos en el sillón, pero no están, me dirijo a la habitación.
Registro el departamento entero antes de notar que los ruidos vienen del televisor.
Ella me engañó.
Ella preparo todo esto para burlarse de mí.
Claro que no quería que la besara, ella solo quiere jugar conmigo, es lo único que sabe hacer, burlarse de mí.
Y se fue con el.
Deben estar riéndose de mi.
No me di cuenta cuando mi puño impacto la pantalla.
Y me sorprendo cuando no siento nada, nada, ningún dolor físico.
Solo el dolor de saber que ella está con el y no conmigo.

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Fue más de una hora de viaje, y está chica conduce como el diablo. Varias veces me asuste, es diferente ser el pasajero y no tener el control.
Llegamos a un terreno amplio y lleno de vegetación.
Estamos en la marquesa, fuera de la ciudad.
Hace tiempo que no venia, y recordé por qué.
Hace demasiado frío aquí.
Hay mucha gente a nuestro alrededor parece un evento.
Estacionamos la motocicleta y ella le entrega las llaves a un chico.
-gracias, me salvaste la vida-
-cuando quieras preciosa-
Y entro en modo novio.
El idiota no la ve a los ojos.
-es una gran máquina- le digo, haciendo la voz lo más gruesa que puedo.
-si, lo es- creo que no es de la moto de quién habla.
-¿vas a correr hoy?-
-claro que si- ella sonríe, como jamás la he visto.
-apostaré por ti-
-gracias- y nos alejamos.
-¿Compites?-
Valla estoy impresionado. La ejecutiva sería y elegante, maneja en moto y no cualquier tipo de moto. Esto es motocross.
Miro a la pista, se ve muy avanzada.
Peligrosa.
Frunzo el ceño.
-si, es mi pequeño secreto, y ahora es nuestro-
La magnitud de lo que me dice me golpea.
NUESTRO.
Me muestra el lugar y saludamos a mucha gente, casi todos la conocen, ha de ser muy lindo a la vista, verla competir.
Ya me muero por verla en el traje de seguridad.
Todo pegado al cuerpo.
Si, esto es mejor que el porno en casa de mi chica.

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Este es mi secreto, nadie más que yo lo sabe.
Cuando era pequeña mi padre nos compro una pequeña cuatrimoto.
A mi hermana jamás le gustó. Pero a mí me fascinó. Me sentía viva y libre.
En secreto seguí practicándolo y jamás lo deje.
Ahorre años para comprarme mi propia motocicleta. Y aquí estoy, de las mejores del país. Es casi una lástima que nunca compito en carreras oficiales. No podría, alguien podría conectarme con mi padre.
Además lo hago solo por qué me lo amo.
Me alegra poder compartir por fin este secreto con alguien. Es un buen comienzo antes de contarle esto a mis padres.
Y llegamos a mi carpa, toda de color rojo.
Al parecer todo está listo. Pero no lo veo a el.
-holaaaa-
-llegaste tarde- volteamos al suelo, ahí, sentado en el pasto húmedo está el. Al parecer revisando a mi niña.
-te presento a mi mecánico, el es Jesus, Jesus el es Omar-
Jesus es un hombre mayor, como de 50 años, tiene un atractivo Maduro, como de un tío lindo.
-no solo soy su mecánico, soy su amigo-
-un amigo al que le pago-
-amigo remunerado- y nos reímos.
-supongo que tu eres el novio-
Y lo observa mientras se limpia las manos. Lo escanea de forma arrogante.
Ese es mi jesus.
Por fin le ofrece la mano y se saludan.
-Si soy el novio-
Omar y jesus hacen clic rápidamente, ambos aman las motocicletas, en lo mecánico estoy algo pérdida. Para eso tengo a jesus, me ha enseñado algo, pero cuando algo se descompone corro con el. Amo montarlas y la libertad que me dan, pero los fierros me dan tétanos de solo verlos.
Pasan un gran rato hablando de piezas y de modelos. Yo aprovecho para vestirme. Ya casi es hora.
Hay una pequeña cortina tras la que me suelo vestir, así que empiezo. Pero antes de salir termino recordando a Darren.
Lo que le hice fue tonto,  lo sé.
Pero el no siente nada por mí. Así que tal vez solo escuche los ruidos y se aleje de la puerta.
Tenía que salir sin que él se diera cuenta. Y se que el protocolo que manda mi padre, es dar rondas en el pasillo.
Suspiro.
Omar, omar, concéntrate en el.