Una última vez (Reescribiendo)❌

Capítulo 32

MARISOL

Sé cuando las cosas marchan en orden y cuando todo es un caos dentro de mi amiga. Soy muy buena leyéndola, realmente muy buena. Pero ahora me encuentro ante un desastre de emociones disparadas en todas direcciones. Aunque no son nada comparado a como estaba hace un día. ¿Me contó lo que sucedió? Claro que sí. No podía negar a nadie a más de un kilómetro a la distancia esa felicidad suya. Nunca había presenciado "el brillo en los ojos" cuando hablas de la persona que te gusta; no lo había visto en acción nunca en mi vida, hasta ayer cuando Adria regresó de su cita con Ojitos Grises.

Estoy algo decepcionada, siendo honesta. Quería ver sangre correr y perseguir al muy guapo, pero poco confiable profesor. Si me pongo en el lugar de Adria, también hubiese reaccionado como ella lo hizo; aunque ahora, teniendo ambas versiones a mi disposición la situación es más fácil de explicar:

1. Gabriel y Elliot no son hermanos.

2. Elliot realmente lo siente por utilizar al inicio de todo este enredo a mi amiga.

3. Elliot está profundamente enamorado de Adria y es obvio que el sentimiento es más que bien recibido.

4. Gabriel y Elliot no son hermanos.

Conclusión: todo está en orden de nuevo.

Estoy feliz por esos dos. Adria al fin tiene al alcance de su mano la historia de amor que merece. Elliot encontró a su hermano (información a la cual no tengo acceso todavía), yo tengo a un novio maravilloso. Todo en orden.

Solo falta que Gabriel encuentre su felicidad.

La graduación se acerca, está a la vuelta de la esquina. Pude ver que Gabriel está realmente interesado en Adria, pero se nota que él no es el tipo de chico que hostiga a la chica hasta que decide cambiar de opinión. Me gusta eso de él. Mi pregunta es en qué momento Adria se lo dirá. El tiempo vuela y mi compañera no hace más que lanzar suspiros felices a la ventana del autobús.

—Hey —hace un sonido—. ¿Hablarás hoy con Gabriel? —eso hace que me mire directamente—. No me mires así. Es una pregunta válida.

—Supongo que hoy. No tenemos más tiempo y hay que explicarle muchas cosas.

—¿Le dirás sobre las sospechas de su parentesco con Ojitos Grises?

—No quiero hacerlo, pero debo. ¿De qué otra forma podría justificar todo este enredo?

—Tienes razón.

Y es esto lo que no entiendo. Adria luce feliz y luego vuelve a apagarse. Es claro que no me ha contado alguna parte de la historia o son sus propias inseguridades jugando con ella lo que la está afectado. Ayer hice un gran listado de contras de la relación entre ella y Elliot y lo que podría salir mal en este par de semanas antes de que todo termine. Y ella mandó a volar cada uno de mis argumentos y lo hizo bien, entonces no entiendo porqué ahora está actuando así.

¿Tal vez le preocupa que los descubran y Elliot pierda su trabajo?

Es razonable. Aunque algo me dice que no es eso lo que le preocupa. No quiero presionarla, así que usaré mi táctica de distracción para que se relaje y suelte toda la sopa sin complicaciones.

—Así queeee... —gira de nuevo hacia mí—, sobre la fiesta de graduación...

—¡Ay no! No, no, no —se ríe—. Ya te habías tardado mucho, de verdad. Este es un nuevo récord.

—Escúchame —la despeino un poco—. Tenemos mucho por hacer y no veo algún movimiento de tu parte. Unas semanas más, un mísero par de semanas y termina el año escolar. Entregan notas dos días antes de la fiesta de graduación y vas sin ninguna pena a pasarla de lujo en una noche bajo la supervisión de profesores que estarán más interesados en tomar bebidas en la esquina más oscura de todo el lugar, que en controlar estudiantes energéticos.