TWD1: CAPITULO 2 "INFECTADOS"

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                THE WALKING DEAD: INFIERNO

                CAPITULO 2 "INFECTADOS"

                Narra Amaya

Me puse de pie luego de ver la horripilante escena y observe que no me quedó más remedio que bajar por las escaleras. Llegue a ellas a paso rápido y lentamente, comencé a bajar cada escalón con mucho cuidado. Las paredes con sangre aumentaban el suspenso y eso hacia que se me pusiera la piel de gallina. Sigilosamente iba bajando la escalera hacia el segundo piso, pero una mano termino por colmar el infierno que estaba viviendo, parecía desgarrada, tenia claras evidencias de mordeduras, pero el único remedio era levantar la mirada y hacer como si no hubiese visto nada, seguí bajando los escalones sin ver el piso cubierto de rojo por todos lados, tenia que encontrar un coche para ir a la armería que estaba a unas cuadras de mi casa, escuche que en casos así, tenia que estar armada para poder defenderme, las pistolas son lo mío y luego de ir por algunas de ellas, me dirigiré a buscar en el lugar que sea a mi familia. Cuando entre a ser parte de la policía, me enseñaron a utilizar armas de todo tipo (especialmente pistolas que era la que mas me gustaba), pero cuando comencé a ejercer la profesión, no me gusto y pedí mi retiro, aunque no me gusta pensar en ese tema, fue lo mejor que me pudo pasar para poder sobrevivir a este horror.

Llegue a la entrada del edificio y a lo lejos, observaba como el conserje y otros mas, caminaban sin un rumbo fijo por todo lo que era mi única salida. Hasta que me di cuenta que sus ojos perdidos y sin un color preciso, se posaron en mí y no dudaron en acercarse con el ansia de devorarme. Tome un profundo suspiro y los esquive trotando, no parecían tan rápidos y podía evitarlos muy fácilmente. El no mirar al suelo me costo una caída, pero no cualquier caída, uno de ellos estaba tirado en el piso agarrándome el pie fuertemente, parecía tener una fuerza enorme al tener el gran deseo de arrancarme un pedazo de carne y eso hizo que mis latidos se elevaran a mil por segundo. Tome el cuchillo que traía y con las dos manos, lo enterré en su estomago, el muy desgraciado seguía moviéndose y el numero de infelices comenzaba a aumentar y para peor remate, a dirigirse a mi. Tenia que encontrar como quitarles la vida a los muy infelices, así que saque con mucha fuerza el cuchillo del estomago del civil que provoco mi caída y se lo enterré en la cabeza. Aquello fue su perdición y ya no se movió más.

Ya habiendo encontrado la forma de acabarlos, corrí sin arma alguna en mi poder y al empujar las puertas con las dos manos, una criatura se abalanzó sobre mí y nuevamente me envió al piso, lo agarraba del cuello y podía sentir el olor a podredumbre a pocos centímetros de mi cara, un olor que no olvidaría nunca. Tenia que buscar una rápida solución, así que gire mi cara y un fierro era mi única salvación, lo tome y sujetando la cara de la criatura con una mano, tome el metal y se lo atravesé por el ojo, sentí que dejo de luchar así que saque su cuerpo debilucho de encima y me puse de pie. Corrí por la sencilla razón, que miles de esas cosas se acercaban a mí. Hasta que algo me hizo detenerme, el policía que divise desde el séptimo piso. Estaba sentado en una camioneta sin moverse, abrió la puerta y observe una pistola en mano, al intentar sacarla con mucho cuidado. Me tomo la mano de una forma imprevista que llegue a dar un fuerte grito, con una débil voz, el poli me dijo:

-      Sube a la camioneta, las llaves están puestas, ¡apresúrate!

Asentí con mi cabeza y al ir rumbo a la otra puerta, uno de los caníbales intento atacarme, con la fuerza de mis manos lo tire al piso y con las botas, revente su cabeza. Sentí la viscosidad debajo de mi pie y fue corriendo con ella a la camioneta. Me subí al asiento del piloto y arranque el coche, vi la camisa de mi compañero y decía con precisión “Brian Diesel”, le pregunte:

-      ¿te encuentras bien?

El mirándome con un pálido rostro enfermizo, me respondió:

-      Mejor vámonos de este lugar antes que nada, en el camino te explicare todo

Hice caso a su consejo y acelerando la camioneta, fui rumbo a la armería. Por las calles de la ciudad, atropellaba a todos los caníbales que se interponían en mi camino en grandes multitudes. Entrar a la ciudad, era la perdición de quienes entraban en ella.

En plena carretera, miraba a Brian pausadamente, hasta sin aguantar las explicaciones, le pregunte:

-      ¿Qué esta pasando?

Con una voz débil, me respondió tocándose el cuello:

-      Esas cosas… esa gente infectada. Comenzaron a atacar por todos lados, no se como comenzó todo esto, pero los infectados aumentan cada vez mas y seré uno de ellos

Me mostro su herida en el cuello, parecía una mordida, continuo diciendo:

-      Basta con una mordida o un simple rasguño y estaras perdida

Eso explica porque aquel hombre del ascensor tenia la mordedura que Brian explico. Esos infectados, cosas, caníbales, como se llamen, son un peligro para todo ser viviente, muy nerviosa le dije a Brian temblando:

-      Oye, hay que hacer algo con tu herida

Tiro una pistola en el tablero con dos recargas de seis balas cada una, diciendo:

-      Esto te será útil, tendrás que sobrevivir como sea… recuerda darles en la cabeza, porque cualquier daño cerebral, los acaba por completo

Luego, me dejo lo que parecía ser un radio, diciendo:

-      Cerca del puente a la salida de la ciudad, en un centro medicom hay sobrevivientes, tienes que ir por ellos, entre ellos esta Lisa mi mujer con mis dos hijas Milla y Sasha, tienes que cuidarlos a todos, porque son la única esperanza, para que todo vuelva a la normalidad… prométemelo por favor… prométeme que iras por ellos

Guarda algunos segundos de silencio, hasta que le respondí con una sonrisa:

-      Esta bien, iré por ellos… te lo prometo

-      Ahora detente por favor

Detuve la camioneta y Brian, bajándose del auto, deteniéndose y dándome la espalda, me dijo:

-       Dispara en la cabeza, no quiero terminar siendo uno de ellos

Lo que me pedía, era algo que no estaba dispuesta a hacer, as lágrima recorrieron mi rostro por la simple razón de acabar con una de las pocas personas cuerdas que estaban quedando:

-       No lo hare, no me pidas eso por favor

Respondí con un nudo en la garganta, él me dijo con su débil tono de voz:

-       Vas a tener que matar personas vivas para sobrevivir y tienes que quitarte el miedo de hacerlo, acabando con una persona condenada a convertirse en un infectado, podrás salvar muchas vida… hazlo y dile a mi mujer y a mis hijas que las amo

Por más que me negara, tenía razón, debía hacerlo, pero no era algo de lo que debía estar sumamente segura. Tome la pistola del tablero y mientras apuntaba con ambas manos la cabeza de Brian, este me dijo:

-       Cuídate niña y promete no ser una de ellos

-       Te lo prometo

Apreté el gatillo y la bala atravesó la cabeza del policía. El cuerpo de Brian se desplomo en medio de la calle y cerrando la puerta, arranque la camioneta y me fui. Mire por el retrovisor y observe como un infectado se arrodillo frente al cuerpo sin vida de Brian y comenzó a devorarlo. Muchas preguntas se me vinieron a la cabeza. ¿Esta era la manera en la que el mundo acabaría?, ¿terminaría esto alguna vez? ¿Estará por todos lados?, ¿Por qué nadie controla o interviene con la situación?.

Preguntas que serán respondidas más adelante, por ahora… a luchar por mantenerme viva.

En el proximo Capitulo de "THE WALKING DEAD: INFIERNO"

Es momento de ir por las armas, pero como siempre la tranquilidad dura poco. Unas personas que estan rodeadas de infectados en el techo de mi casa, podrian ser la causa de mi probable muerte, los infectados me tienen rodeada y para mas remate desprotegida. estoy a la deriva de ser una de ellos.

THE WALKING DEAD: SAGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora