En una de las pequeñas calles de Concordia caminaban los cuatro jóvenes discutiendo por lo que les había ocurrido en aquella casa, donde perdieron las confianza de ciertas amistades.
Y donde por un momento creyeron que su vida terminaría, si no fuera por la joven que no conocían para nada y lo único que les había hecho que les agradara su presencia fue el verla ayudándoles a escapar.
—No puedo creer que le hayas dicho eso —dijo Mason viendo molesto a Garret— ¿Por qué lo hiciste? ¿Eh?
—¿Qué? —respondió Garret sonriente—. Creí que íbamos a morir, que no nos volverían a ver, así que quería hacerlo más emocionante.
Jalde los vio de reojo más que enojada no habían parado de discutir sobre lo que Garret publicó en la red antes de salir de esa casa. Y después de caminar mucho tiempo se dio cuenta de que hablaban demasiado y avanzaban muy poco, así que se paró frente a ellos con una mirada amenazadora.
—Debí dejarlos ahí, debí dejarlos que murieran.
Jalde se detuvo por un momento, en realidad se había arrepentido de haberlo dicho; sin embargo no sabía cómo hacerle para que se callaran.
—Solo dejen de pelearse y apresúrense que ellos estarán saliendo de ese lugar. —Fue lo único que dijo después del silencio incomodo que se formó por su comentario— Tal vez los encontremos.
Aidan un poco incómodo asintió empujando levemente a sus amigos para que siguieran caminando sin decir una sola palabra de lo que habían escuchado. Y así estuvieron por varios minutos caminando esperando encontrar a sus compañeros, un par de veces trotaban para avanzar un poco más.
Aidan rascaba su cabeza de manera desesperada, estaba más que preocupado; vio a Jalde seguro de saciar sus dudas.
—Y si no los encontramos ¿Qué vamos hacer?
—Entonces no les daremos la sorpresa de que están vivos —dijo en manera de broma, no quería desanimarse tan rápido—. Así que apresúrense.
—Está bien mamá —respondió Garret sonriente a lo que Jalde puso los ojos en blanco—. Llegaremos a tiempo no hay de qué preocuparse.
Apresuraron nuevamente el paso estaban muy lejos; debían ser cuidadosos, lo cual era necesario que se escondieran para no levantar sospechas de que lograron escaparse de aquella casa. Era mejor que pensaran que habían muerto en la explosión, aunque tarde o temprano se darían cuenta de que sus cuerpos no estaban allí.
—Ya estoy cansado —se quejó Mason después de tanto caminar—. No puedo caminar más.
—Tú lo dices siendo hombre —respondió Jalde—. Debería darte vergüenza.
—Lo ves Mason por eso no debes quejarte —susurró Garret burlón—. Solo camina rápido.
—¿Cuánto nos falta? —preguntó Aidan ignorando los comentarios— ¿Sabes a dónde vamos?
Aidan se encontraba ya muy desesperado por llegar, para poder descansar un poco, de todos ellos él era el que menos ejercicio hacía, y a pesar de ser del equipo él solo se encontraba en la banca, a él lo aceptaron por ayuda de Garret, porque de lo contrario era muy torpe.
Jalde por el contrario quería darle un consuelo pero con el gesto que le hizo parecía que no le daba una pizca de ello.
—Pues hace unos minutos perdí su rastro, pero si dijeron que ellos fueron al norte debemos ir al este.
—Vaya que lógica —comentó Mason—. Espero que los encontremos y no solo sea en vano lo que nos sucedió.
—No, no lo fue —respondió Jalde parándose frente a Mason que se detuvo al instante y la vio confundido—. Nosotros dudamos de todos, si teníamos razón que habían unos que los traicionarían pero nos equivocamos en pensar que todos eran malos.
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Teorías
Science Fiction[Primer libro] |•Trilogía, Las teorías para sobrevivir •| La tranquilidad y porvenir del futuro se verá afectado por un extraño virus que a su vez captará la atención de un grupo de jóvenes curiosos. En su expedición conocerán a un equi...