Teorías

Capítulo XVIII

Zahir se puso frente a la cámara y luego hizo una leve señal. Esperando que le abrieran y no dijeran nada, que no se dieran cuenta que eran los llamados traidores de la paz.

Se abrió una puerta corrediza del doble de altura de Zahir, era demasiado grande y por el grosor de la misma hacia que se corriera lentamente. Así que aprovecharon para poder entrar todos.

Se dispersaron para que las cámaras no encendieran la alarma de intrusos.

Garret se acercó a una de las habitaciones que se encontraba cerca, había algunos botones y un par de computadoras conectadas.

Las demás estaban completamente vacías, no había ninguna persona. No estaban los compañeros que suponía estarían ahí. Realmente era cierto lo que Dick les había contado.

Un fuerte nudo en la garganta se hizo presente, su pecho le dolía y más aún se sentía un poco incompetente por no hacer nada.

Al quedar frente a la puerta de aquella habitación logró leer un rótulo, de advertencia.

Y luego un susurro de parte de Dick.

—¡Muevanse! —gritó Zahir después de unos segundos.

Garret volteó hacia su dirección y logró ver a unos sujetos de seguridad. Así que sin pensar presionó un botón que abría la habitación.

Eran demasiados y Dick que estaba a su par comenzó a atacar con un arma corto punzante. Empujando a quién podía, intentaba alejarlos de los demás, así que Garret tomó a varios golpeándoles e ingresándoles a la habitación. Lo hizo varias veces, luego cerró la puerta y acto seguido presionó un botón de iniciar. Haciendo que Garret viera como un vapor comenzaba a salir de los focos y que al instante los de seguridad comenzaran a gritar de dolor. Garret se quedó viendo fijamente, olvidándose por completo de los demás guardias.

En cambio Dick se dispuso a pelear, tomando al que podía con una cuchilla, ya sea insertándosela en el abdomen o cortándole la garganta.

Se aproximaban cada vez más guardias, así que Rich comenzó a ayudar, haciendo una seña para que los demás siguieran su camino, pero Arlhene y Brentt se quedaron ayudándoles en lo que podían.

Tratando de distraer a todos los guardias que se acercaban, como las municiones se les acabaron, optaron por atacar con sus armas especiales que cada uno escogió.

Arlhene colocó su espada cerca de uno haciendo un movimiento tal y como se lo había enseñado Rich.

Brentt le cubría la espalda y de la misma forma estaba Rich y Dick. Garret por su parte comenzó a pelear por sí sólo y lo hacía bastante bien sin una compañía.

Con su lanza flechas que tenía en el brazo izquierdo atacaba a los que estaban a unos metros acercándose y también a algunos que tenía cerca de él.

Un par de veces Garret lanzó una de sus flechas hacia sus compañeros, que tenían a más de uno encima de ellos.

Así también no dejaba de usar su hacha que tenía en la derecha, hiriendo a más de uno y haciendo desangrar a otros.

Dick se desesperó porque no terminaban de llegar más guardias, así que optó por un par de bombas que tenía en el bolsillo.

—¡Tenemos que avanzar! —gritó hacia Rich—. Tengo un par de luciérnagas.

Rich asistió con una sonrisa y al instante recordó el porqué del nombre de las bombas.

Los demás compañeros se habían negado por el nombre, pero como Dick la fabricó y eran bastante efectivas, no tenían ningún motivo para rechazar y ganar contra el joven bromista. Otra razón más para caerle mal a Zahir, las ideas muy buenas que tenía.