En una vieja casa al sur de la ciudad se encontraban cuatro hombres hablando con Venesca, Zahir y Rich. Según el mayor de los cuatro no todos les parecía que fueran de fiar, sentía una mala espina en algunos y para no arriesgarse no quisieron que entrara nadie más, por ese motivo todos ellos estaban en la sala de estar.
Necesitaban darles información y a la vez ponerse de acuerdo para conseguir la salida.
—Es una caja —dijo el moreno de ojos claros viendo a Venesca.
—¿Una caja? —cuestionó Zahir no muy seguro.
Se puso de pie tratando de asimilarlo, estaba algo desesperado y ansioso. Realmente no esperaba esa respuesta, ninguno esperaba algo parecido, no esperaban que una caja fuera su salida.
—Sí una caja. Se encuentra en la torre, así que todos iremos hacia allá. Lo único que necesitamos era la aprobación de cinco de los líderes. Dos ya dijeron que sí y ya van en caminado.
Única opción y una posible salida. Venesca dudó por un minuto, dirigió su vista hacia Rich que la miraba detenidamente y, asintió con la cabeza.
Volvió su vista al hombre de ojos claros, dando un leve suspiró.
—Debemos hacerlo, por el bien de todos.
El hombre calvo que se encontraba a su derecha le dio un leve golpe en la espalda junto con una sonrisa.
—No hay de qué preocuparse. Todo saldrá bien.
Zahir que estaba viéndolos expectante, a pesar de aceptar la propuesta no estaba totalmente de acuerdo, se dirigió a la puerta lentamente pensado en todo lo que podía pasar.
—Bien, ahora solo queda hacer un plan —dijo antes de salir.
Al escuchar el abrir de la puerta, todos se pusieron de pie. Sabían que algo estaba sucediendo y que eso muy pronto iba a cambiarlo todo.
Zahir por su parte les dirigió una mirada amenazante y se limitó a recostarse en la pared. No quería decir nada, no quería enredarse más en el asunto que realmente no sabía si funcionaria.
—Bien, ahora debemos dirigirnos a Cisma —dijo Venesca parándose frente a los jóvenes—. Según nuestros contactos, nuestro objetivo se encuentra en el segundo sótano. Para ser más exactos, se encuentra después del cubículo de descanso de los guardias.
Al escuchar esas palabras, cada uno de los jóvenes dudó en que lo lograrían.
En un rincón estaba Acalia, que al escuchar a sus compañeros murmullar, se levantó de golpe muy enfadada.
—Y quieren que todos nosotros vayamos hacia allá.
La chica sonaba algo nerviosa como si tuviera mucho miedo. Ese miedo la hacía estar en total desacuerdo.
—Es la única opción. Por eso estamos aquí. Nos entrenaron para eso —dijo Arlhene más decidida que otras veces. Y aunque sabía que la mayoría iba a morir, tenía que convencerlos. Aunque a quien engañaba, ella era torpe al convencer, eso se lo dejaba a Garret que era perfecto en eso por ello era el capitán en todo, sin embargo él no tenía ganas de hablar.
—Yo no vine a morir, niñita, vine para irme a otro mundo. Y tampoco dejaré que mis amigos mueran.
No sabía que decir, Acalia tenía toda la razón, pero si querían irse unos se debían sacrificar.
En ese instante Brentt se puso de pie detrás de ella tomándola del hombro. No estaba sola y él más que nadie sabía lo que tenían que hacer.
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Teorías
Khoa học viễn tưởng[Primer libro] |•Trilogía, Las teorías para sobrevivir •| La tranquilidad y porvenir del futuro se verá afectado por un extraño virus que a su vez captará la atención de un grupo de jóvenes curiosos. En su expedición conocerán a un equi...