Capítulo VIII

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Después de buscar demasiado Arlhene logró encontrar una casa segura, así que Rich no dudó en mandar rápidamente esa información a la red.

Entraron ágilmente a todas las mujeres a la casa, esta era demasiada amplia y contaba con dos pisos, se encontraba equipada con ciertos muebles, no muchos pero los necesarios para poder guardar lo que necesitaban.

Rich hizo pasar a las embarazadas a una habitación que se encontraba al fondo de la casa para poder examinarlas, no tenía muchos instrumentos para hacerlo, pero haría lo necesario; en eso Brentt fue su ayudante.

Hicieron que cada una hablara con él mientras Brentt escribía sus respuestas en la computadora. También las revisó de pies a cabeza para asegurarse de que no llevaran algún tipo de rastreador.

En la sala se encontraba Sara que limpió y vendó la herida de Nick antes de que se le infectara aunque había perdido mucha sangre, y su evidencia era su mascada que estaba empapada; sin embargo no podía hacer nada para que se detuviera la hemorragia.

Mientras tanto Arlhene ayudaba a Dick a preparar algo de comer, puesto que en todo lo que hicieron ni siquiera pensaron en eso. Él era un experto en comida, por tres años cocinó sin ayuda de nadie y ella no tanto, Maty era la que cocinaba.

—¿Estarán bien? —preguntó Arlhene de manera angustiada.

Arlhene en el fondo sabía que no andaba bien la situación, pero nada perdía en preguntar; no quería que fuera algo tan grave ni siquiera quería pensarlo. Sentía un leve nudo en el estómago con solo pensarlo, por ello quería apartar esos malos pensamientos y descartar que no hubiese solución.

Luego de servirles comida enseguida se sentó al lado de Brentt para poder ver de frente a Rich.

—Por lo que examine no pueden recodar nada de lo que ha sucedido, ninguna recuerda a sus familiares; ni siquiera recuerdan que las llevó a ese lugar —comentó Rich en un tono monótono.

El aspecto de Rich parecía tranquilo como si no le importara nada, sin embargo eso ya lo sabían y Alhene no entendía porque se lo repetía. Aunque él iba por pasos, solo quería alentarlos un poco era lo único que podía hacer antes de decirles su plan, además no era gran cosa lo que había encontrado.

—Sin embargo están bien al igual que los bebés, solo debemos darles tiempo, tienen todavía dudas de que nosotros seamos los malos.

—Pero, podrán recuperar la memoria ¿verdad? —preguntó intrigada Sara.

Ella quería una respuesta positiva, era lo único que deseaba para su mejor amiga.

Sin embargo Rich no quiso responderle, no quería comprometerse con la respuesta; sabía que si algo salía mal todos lo pagarían, no solo él, no solo su grupo, no solo el grupo de estudiantes o las embarazadas, sino todos, incluyendo al mundo entero.

—Es poco probable, pero debemos ganarnos su confianza. —Le respondió Dick un tanto inseguro.

Porque en realidad no sabía que era lo que sucedería con aquellas madres, eso no lo tenían previsto. Jamás habían llegado tan lejos, o al menos no esperaban que eso sucediera.

En ese instante Rich se puso de pie y comenzó a empacar rápidamente, dirigió su vista a sus ayudantes antes de dar órdenes.

—Ahora debemos buscar un buen lugar para resolver el virus.

No tenían por qué esperar más tiempo, debían seguir su camino, lo antes posible. Les quedaba poco tiempo y con todo lo sucedido, no se podían quedar esperando a que recodaran algo, o que estuvieran de su parte.

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