Por fin es viernes. He quedado a las diez con Ryan en un pub para tomar algo y dijo que también iban unos amigos suyos.
Me puse un vestido negro con un poco de escote, unos tacones y también me ricé el pelo. Me maquillé y me puse los labios de color rojo. Me veía bien. Retoqué el labio inferior con mi dedo índice y ya estaba lista. Cogí el abrigo y el bolso.
- Hola _____- dijo Ryan al verme.
- Hola- nos dimos dos besos en la mejilla.
- Chicos ella es _____. Ellos son Tom, John, Paul y ellas son Alex, Lauren y Alison.
- Encantada de conoceros- saludé a todos.
El pub tenía un buen ambiente, había mucha gente y la música era pegadiza. Me pedí una cerveza.
- Así que estudias lo mismo que Ryan- Alison vino a hablar conmigo.
- Sí ¿tú que estudias?- pregunté bebiendo un sorbo a mi cerveza.
- Yo diseño-contestó.
- ¡Qué guay! a mi me encanta la moda pero lo de diseñar y tener que dibujar ya no se me da bien- solté una risita.
- Entonces deberíamos ir de compras un día- dijo Alison.
- Me encantaría- contesté. Nos intercambiamos los números de teléfono.
Los chicos también se interesaron por mí, eran muy simpáticos. Al principio me sentía un poco acoplada pero según pasaban las horas ese sentimiento iba desapareciendo. Me marché a casa de madrugada y Ryan insistió en acompañarme.
A la mañana siguiente no me dolía nada y me acordaba perfectamente de todo, iba mejorando jajaja. Estaba claro que la vez anterior me había pasado, pero eso no volvería a pasar.
Tenía como unos días sin clase así que decidí ir a casa. Esta misma tarde tengo que coger un avión. Acabé de hacer la maleta y llamé a un taxi para que me llevase al aeropuerto.
Nunca pensé que me haría tan feliz volver, pero esta vez tenía ganas de pasar unos días en mi aburrido pueblo.
Una vez en el avión busqué mi asiento y me senté. Saqué un libro y me puse a leer; iba pegada a la ventana y podía ver las nubes a mi lado. De repente sentí unas ganas horribles de ir al baño, así que dejé el libro en mi asiento y fui al baño de la parte delantera del avión. Había dos y ambos ocupados ¡genial! no salía nadie de ninguno y yo no aguantaba más. Como no se abriese alguna de las dos puertas me iba a mear encima. Al fin salió un chico de uno de los dos baños y ya podía entrar.
- ¡Por fin!- exclamé.
- ¿Una urgencia?- se rió. Espera, esa voz, esa risa. Lo miré. No podía ser, no podía ser él. Yo creo que ya no necesito ir al baño.
- ¿Harry?- me temblaba la voz.
- Sí, Harry Styles ¿nos conocemos?- me miró con esos ojos verdes.
- No, no- mentí.
- ¿Eres una fan?-peguntó.
- Sí, bueno, más controlada que hace un par de años, pero sí- sonreí.
- Me alegro ¿cómo te llamas?- me preguntó.
- ____. Oye ¿te importa si voy al baño? es que no aguanto- no esperé respuesta y me metí en el baño. Ya me encontraba mejor pero ahora tenía otro tipo de dolor, el recuerdo y no me refiero a lo de la discoteca, bueno a eso también pero me refiero a otra cosa. De todos modos no me puedo creer que haya besado a ese tío y no me acuerde ¡es que soy la os*tia! Respiré hondo y salí del baño.
Allí estaba sentado en la primera fila, tenía la mirada perdida, parecía pensativo. Me acerqué a él.
- ¿Porqué no te sientas?- me ofreció el sitio vacío a su lado y no dude en sentarme.
- ¿Vives en Cheshire o en Liverpool?- preguntó.
- Ahora mismo vivo en Londres mientras estoy en la Universidad pero voy a visitar a mis padres. Soy de un pueblo cerca de Cheshire- contesté.
- ¿De dónde?- preguntó.
- Homes Chappel, igual que tú- dije un poco bajo.
- ¡Qué coincidencia! igual hasta vivimos cerca- sonrió.
- Pues, no sé.... ¿tú también de visita?- le pregunté intentado evitar que me preguntara mi dirección.
- Sí, hecho de menos a mi familia y ahora teníamos unos días libres- contestó- Con que estás en la Uni ¿qué estudias?
- Derecho- contesté.
- Yo quería hacer algo de eso pero surgió One Direction que me gusta mucho más- sonrió.
- Ya, bueno, sois un gran grupo- dije.
- Gracias ¿desde cuando eres fan?-preguntó.
- Yo desde el principio de todo. Me enamorasteis y a mi hermana la tenéis loca también; si vieras su habitación- me reí.
- ¿Cuántos años tiene?-preguntó.
- Tiene dieciseis- contesté.
- ¿Y tú?- sonrió picaramente.
- ¿Cuántos crees que tengo?- me reí.
- Mmmm, a ver, ya estás en la Universidad pero no pareces muy mayor. Yo digo dieciocho o diecinueve- concluyó.
- Tengo dieciocho, soy de tu mismo año-contesté.
- ¡Vaya! cuantas coincidencias eehhh- movió las cejas de arriba hacia abajo, era muy gracioso.
- Bueno, tampoco exageres.
- Oye ¿fijo que no nos conocemos? tu cara me suena de algo- me miraba fijamente.
- Pues no, no nos conocemos- me puse un poco nerviosa pero disimulé para que no lo notase.
Anunciaron que ibamos a aterrizar en muy poco tiempo.
- Es mejor que vuelva a mi sitio- me levanté.
- Espero que nos vemos por ahí- dijo él.
- Sí, yo también- volví a mi asiento y guardé el libro en mi bolso. Me puse el cinturón y esperé a que el avión tocase tierra.
