Solo quedaban unos días para el cumpleaños de Harry. Estos días todo iba bien, me sentía cada día mejor. Tengo ganas de que llegue su cumpleaños y no sé por qué; diecinueve años, parece mentira como pasa el tiempo y para el mío tampoco queda mucho ¡ah! Me hago vieja, no quiero cumplir más años, siempre he querido llegar a los dieciocho pero para no cumplir más jajaja.
Tengo que comprarle algo a Harry, pero no sé qué, ¿qué le regalas a alguien que lo tiene todo? Se me tiene que ocurrir algo y pronto porque solo quedan dos días y hoy he quedado con Mery, la novia de Liam, para ir de compras. Necesitamos un vestido para la fiesta; desde que nos conocimos nos hemos mantenido en contacto y la verdad es que nos hemos hecho buenas amigas, es una gran chica.
Más tarde, en el centro comercial de Westfield:
- ¿Ya sabes que le vas a regalar?- Mery miraba vestidos sin convencerle ninguno.
- No, es un poco difícil, la verdad. Quiero encontrar algo que sea especial.
- Te entiendo… ¡Mira! Voy a probarme este.
Mientras mi amiga estaba en el probador yo encontré un vestido negro con la espalda al aire muy bonito, elegante pero nada exagerado. Es corto con unos detalles plateados en los hombros muy bonitos. Me lo voy a probar.
- ¿Qué tal me veo?- di una vuelta sobre mi misma y me miré en el espejo. Me gustaba que tuviese una manga solo y el otro brazo quedase sin nada.
- ¡Joder ___, estás guapísima! Yo te folla...
- ¡Mery, no digas guarradas!- le tapé la boca. Esta chica es de lo que no hay.
- Es la verdad- se rio- si lo que quieres es impresionar a Harry lo vas a dejar sin palabras.
- No voy a impresionar a nadie- me miré otra vez- me lo llevo.
- Yo este también- ella había elegido un vestido verde oscuro con escote en V y con volantes en la parte de la falda.
- Nos quedan los zapatos.
- Cierto, y yo necesito un collar.
Me compré unos botines de tacón de aguja de los que esperaba no caerme y los cuales iba a odiar al cabo de una hora puestos, pero bueno, son muy bonitos.
- ¿Qué te vas a hacer en el pelo?- me preguntó.
- Yo creo que me lo dejo ondulado, natural.
- Yo me lo voy a planchar bien.
Al llegar a casa guardé todo lo que me había comprado y me preparé algo para cenar. Se me había ocurrido algo para regalarle al fin, como quien enciende una bombilla y no pude evitar sonreír. Yo creo que le va a gustar, no se lo va a esperar. Me toca trabajar en ello toda la noche.
¡Hoy es! ¡Hoy es! Me levanto de la cama más rápido que nunca. Hoy empieza un nuevo mes y va a ser un gran día, lo presiento. Fui a la cocina para prepararme un café y comer algo mientras tanto. Llamé a Louis, su familia ya lo había felicitado y sus amigos también. El plan ya estaba en marcha. Me puse de acuerdo con Louis en la hora a la que saldría más o menos de casa, íbamos a provocar un encuentro que igual iba a ser un poco triste para Harry pero lo que mal empieza bien acaba.
En cuanto acabe de vestirme salí a la calle y me iba mandado mensajes con Louis para saber por dónde iban. Los vi de lejos, se venían riendo y haciendo el tonto, parecía mentira que tuviesen entre diecinueve y veintiún años.
- Hola ___- Liam me paró.
- Hola chicos, ¿qué tal todo?
- Todo bien- Louis me guiñó un ojo.
- Me pilláis un poco mal, he quedado y llego tarde- me inventé.
- ¿Con quién?- preguntó Harry.
- Con una amiga.
- Ah…bueno- Harry agachó la cabeza.
- Pues si te tienes que ir no te entretenemos más.
Al cabo de cinco minutos me llegó un mensaje: “se lo creyó”. Era de Louis. Me lo imaginaba, solo con ver la cara de Harry ya me había quedado claro. ¿Cómo se ha tragado que me voy a olvidar de su cumpleaños? Se trataba de eso pero por otro lado también lo podía haber dicho aunque conociéndolo sabía que no lo haría.
La fiesta sería con amigos cercanos y algunos famosos de los que se han hecho amigos. Habrá música, bebida y ganas de pasarlo bien.
Louis me mantenía informada de todo por mensajes. Harry estaba tocado porque piensa que no me acuerdo que es su cumpleaños.