A la mañana siguiente me desperté con un dolor de cabeza horrible. Era ya la una de la tarde. Me di cuenta de que estaba vestida, ¿Qué coño hacía vestida? Intentaba buscarle una explicación lógica y todo se me vino de golpe a la memoria, todo lo que había pasado: había bebido demasiado, conocido a unos tíos y…. ¡Harry! Él me había traído, ¿seguiría aquí?
- ¡Harry!- probé a llamarlo.
- ¡____, estás despierta! ¿cómo estás?- Harry apareció enseguida.
- Me duele la cabeza, ¿has dormido aquí?- intenté incorporarme despacio.
- Sí en el sofá, espero que no te importe.
- No, más bien debo darte las gracias. Sí no llega a ser por ti…
- Shh, ni lo digas. Para eso están los amigos- me sonrió y pude observar su perfecta sonrisa- no quiero juzgarte ni nada de eso pero… ¿por qué? ¿qué hacías en ese bar?
- Bueno, yo…. No me sentía muy bien emocionalmente y no lo sé la verdad pero fue una gran tontería y casi me cuesta muy caro- estaba avergonzada de mi misma.
- Me preocupaste mucho cuando hablamos por teléfono.
- Lo sé y lo siento pero a veces hago tonterías y luego me arrepiento y esta no es la primera.
- Todos tenemos nuestros malos momentos pero hay que saber controlarse- esos ojos verdes, tan sinceros, me estaban matando de culpa, podía notar su preocupación por mí.
- No sé cómo compensarte por lo que has hecho por mí. Me siento muy culpable, si hay algo que pueda hacer por ti solo dímelo.
- Con que estés sana y salva me conformo- contestó.
- Muchas gracias Harry- le dediqué una sonrisa.
- ¿De qué otras cosas te arrepientes?
- No sé, no pensaba en nada en especial- mentí. ¿Qué le iba a decir? Oye Harry me arrepiento de haberte besado, desde entonces se han jodido mis sentimientos y mi vida. Pues no y menos después de lo que has hecho por mí.
Harry se tenía que marchar a trabajar ya con los chicos y yo me iba a tomar el día libre para pensar un poco. ¿Qué coño me estaba pasando? Ya no sé quién soy, me cuesta reconocerme a mí misma. Encendí la radio para ver si así me distraía un poco. Estaba sonando Hate that I love you de Rihana, putas coincidencias. Esa canción explicaba perfectamente lo que me pasaba, “and I hate how much I love you boy, I can´t stand how much I need you. And I hate how much I love you boy but I just can´t let you go and I hate that I love you so…”
Mi vida estaba hecha de coincidencias desde hace un tiempo, al igual que la canción odio quererle tanto y por un lado pienso en todo lo que sufrí yo por él y ahora pretende que yo caiga en sus redes. Sabiendo cómo es yo no quiero ser una más de todas con las que ha estado, no creo que las haya querido la verdad. A la que si puedo confirmar que quiso es a Hanna pero cuando se tuvo que mudar a Londres y empezar la gira con One Direction se distanciaron y por lo que me enteré ella cortó con él, ¡gilipollas! No importa lo distante que estés de una persona si de verdad la quieres, yo lo sé por experiencia personal.
Por la tarde estaba un poco aburrida y no era por no tener nada que hacer, pero no tenía ganas de estudiar así que empecé a hacer un poco de limpieza: ordené mi armario, limpié el polvo y pasé la aspiradora a todo el apartamento.
Sonó el telefonillo, ¡qué raro! ¿Quién será?
- ¿Louis? ¿Liam?
- Hola ___, ¿podemos subir?- no me puedo creer que estén aquí. ¿Lo sabrá Harry? Que importará eso ___. Abrí la puerta y esperé a que apareciesen saliendo del ascensor.
Al verme no dijeron nada, solo me abrazaron entre los dos, lo saben fijo.
- ¿Qué tal estás?- me preguntó Liam.
- Bien, pero pasad- cerré la puerta tras ellos.
- ___ nos asustamos mucho, Harry nos lo ha contado todo- esta vez fue Louis el que habló.
- Lo siento mucho de verdad- me sentía muy culpable.
- Por una parte no fue tu culpa pero por beber sí. No lo hagas más- Liam estaba muy serio.
- Lo sé, no lo haré. ¿No teníais que trabajar hoy?
- Sí pero no pudimos hacer mucho. Harry estaba muy ausente y no daba lo mejor de sí.
- Vaya, lo siento. Si no hubiese sido por él no que sería de mí ahora. Le debo mucho.
- Le importas mucho ____, aunque no lo creas.
- Eso no lo dudo y menos después de lo que hizo por mí pero Harry siempre ha sido muy persistente para conseguir lo que quiere.
- Eso es verdad, pero tú no eres del montón ___ y no te lo digo por defenderlo sino porque vivo con él y lo conozco.
- En dos semanas es su cumpleaños- soltó Liam de repente.
- ¡Es verdad!- ni me acordaba de eso.
- ¿Nos ayudarás con la fiesta?
- Mmmm, claro.
- Míralo de esta forma, puedes esperar dos semanas para hablar con él de este tema pero ___ piénsalo mejor. Ha cambiado, ya no es el mismo y a mí no me digas que no sientes nada por él.
- Dale una oportunidad- Liam apoyaba a Louis. Vaya par de abogados defensores que tienes Harry.
- Está bien, dos semanas, ¿Qué queréis hacerle?
- Una fiesta sorpresa pero tiene que ser especial- Louis se quedó pensativo.
- ¡Ya sé! Se me ha ocurrido algo- esperaban impacientes a que les contase mi gran idea. Tenía que compensar a Harry de alguna manera y esta era mi oportunidad e iba a aprovecharla.
- A mí me gusta, no se lo va a esperar- Louis sonrió satisfecho.
