Capítulo 5

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Anna entró rápidamente a su casa, cerró la puerta con cuidado y se quedó apoyada en ella, ¿Qué le pasaba con su profesor? Sentía que algo en su pecho cuando estaba a su lado, lo cual no se explicaba ya que según ella se llevaban mal. Demasiado mal o eso creía.

Recordó que no le había dicho con claridad a Rachel sobre su profesor y debía hacerlo, necesitaba un consejo y ella sabría dárselos, su mejor amiga. Se conocían desde que nacieron, sus madres eran amigas desde jóvenes y siempre las criaron juntas. Luego sus madres habían perdido contacto pero ellas siguieron juntas. Era la única amiga que tenía aunque más que amigas eran hermanas a la que le confiaba todo, Rachel opinaba lo mismo. Siempre estaban para la otra, pasara lo que pasara. Siempre juntas.

Con ese pensamiento caminó a su habitación, y corrió saltando a su cama que estaba ordenada, luego buscó su teléfono en su bolso y marcó el número de Rachel.

-¿Aló Anna? -Preguntó su amiga apenas contestó.

-Si soy yo, ¿Cómo has llegado a tu casa? -Le preguntó.

-Muy bien y tú, llegaste muy rápido. Pensé que te demorarías más esperando el autobús.

-De eso te quería hablar, antes te estaba contando lo del profesor pero te fuiste a tomar el bus, mala amiga. Me has dejado hablando sola -Le cuestionó con una voz infantil.

-Ay lo siento, pero sabes que si lo dejaba pasar tendría que esperar más de una hora para tomar el siguiente, lo siento -se disculpó- ahora cuéntame todo.

-Bueno...luego de que te fuiste, el autobús se demoró mucho había esperado como 40 minutos y me aburrí, empecé a caminar a mi casa y un automóvil paró a mi lado, luego vi quién era. La persona era....adivina -se burló-

-¿Será quién yo creo? Era el profesor. Dime ahora -le exigía una ansiosa y cotilla Rachel.

-Sip -dijo marcando la p- era él, yo no quería subir, se bajó de su automóvil después se acercó a mí y...y me abrazó, fue rápido pero me obligó a subir y me trajo a casa. Le grité, lo insulté... tu sabes, lo usual. Pero no sabes lo rara que me sentí cuando tuve su cuerpo contra el mío. Fueron unos instantes pero no sabría cómo describirlo... creo que necesito un psicólogo porque me estoy volviendo loca, quizás aceptaré la invitación de ese chico del curso mejor para salir -se quedó mirando fijamente al techo blanco de su habitación al recordar ese momento.

-¿Te sentiste nerviosa?, ¿Tu corazón se aceleró?, ¿Mariposas en el estómago? ¿Te hubiese gustado que el abrazo haya sido más largo? ¿Te gustaría besarlo? -Le decía su amiga, una pregunta tras otra- Y no salgas con él, es un mujeriego, ya le ha pedido salir a muchas chicas.

-Dios Rachel, ¡Cállate! Me agobias -Le gritó pero con su voz teñida de cariño por su amiga.

-Pero sólo responde esas preguntas... -Exigió muy curiosa Rachel

-Bueno, responderé, ¿Me puse nerviosa? Si ¿Mi corazón se aceleró? Ahora que lo pienso...si se aceleró y mucho porque tenía frío. ¿Mariposas en el estómago? Tonta, nadie puede sentir mariposas en el estómago con los jugos gástricos ya estarían muertas ¿Abrazo más largo? Yo no sé qué responder a eso -dijo- esas eran todas las preguntas ¿cierto?

-No amiga, falto responder la más importante ¿Te gustaría besarlo?

-Eh...ah yo...s-si me gustaría -se sonrojó al imaginar los labios de su profesor en los suyos, sólo se imaginaba calidez y suavidad- Pero quizás porque necesito besar a alguien.

-¿Quieres saber lo que yo opino de todo eso? -le preguntó

-Dime, y no te guardes nada que necesito un consejo.

-Bueno, la verdad es que te gusta el profesor. Yo sólo te digo que tengas cuidado, y cualquier cosa que pase. Siempre puedes contar conmigo ¿Lo sabes no? Siempre. Pero recuerda, ten mucho cuidado, él es mayor y lo más probable que te vea solo como alumna, no debes confundir las cosas. Yo me encargaré de averiguar sobre él, ya que no sabemos mucho. Sólo su nombre y que es guapo, déjamelo eso a mí que para eso estoy.

-Gracias amiga, eres la mejor y por eso te quiero, ahora me tengo que ir, nos vemos mañana. Adiós -se despidió, ya era tarde y tenía que dormir

-También te quiero, Adiós -le dijo Rachel

Luego de cortar siguió mirando al techo pensando en que sentiría si su profesor tuviera novia. Decidió que nadie se tenía que enterar de sus sentimientos y seguiría siendo la alumna que respondía por todo en su clase. Quizás así lo odiaría y sería todo normal.

Se sorprendió al pensar todo eso, Si, el profesor era muy guapo. Si, era gracioso. Pero no estaba enamorada ¡A nadie le gustaba alguien que apenas conocía! Menos enamorarse, eso sería algo muy loco. Solo era algo superficial que se le pasaría cuando lo conociera realmente. Era ridículo que le gustara alguien.

Rápidamente sacó su notebook y comenzó a escribir su ensayo, por un momento pensó el poner imágenes para tener que escribir menos. En un momento se rindió y le pidió ayuda a Rachel, luego llego nuevamente la inspiración y lo pudo terminar.

Se tensó cuando sintió a sus padres llegar, le pidió al cielo que esta noche fuera tranquila, ya que desde hace meses peleaban por lo más mínimo y eso la tenía muy preocupada. Luego de una noche de discusiones a la mañana siguiente vería a su mamá tratar de esconder los moretones en sus brazos con los ojos rojos. Siempre lo mismo y cuando trataba de tocar el tema, la hacía callar y la dejaba comiendo sola. Ya casi no hablaba con su madre... y con su padre para que decir. De hace algún tiempo que no cruzaban palabras, le había pedido que buscara ayuda, que podrían salir de lo que estaba pasando pero que lo dejara.

Ella le prometía que lo haría, pero luego ganaba la esperanza de que él cambiaría y lo seguía aguantando.

Rezando que todo estuviera bien, se levantó para quitarse la ropa que había usado ese día luego se puso un pijama que consistía solo en una polera de un concierto al que había ido hace ya un tiempo.

Descalza caminó al baño donde se lavó sus dientes y se amarró el cabello, devuelta a en su habitación corrió las mantas y se acostó. Pensando en él, el gigante que la había abrazado, si eso se considera abrazo, ya que parecía más un secuestro, luego de un rato pudo conciliar el sueño.


Será Nuestro Destino. [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora