Capítulo 15

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Anna estaba despertando poco a poco, con mucha pereza comenzó a mover las piernas y luego los brazos para acomodarse, sintió un gran dolor de cabeza. Abrió un solo ojo con cuidado pero tuvo que cerrarlo muy rápido, la luz de la habitación provocaba que el dolor fuera más intenso, sentía que su cabeza palpitaba. Luego trató de abrir aquel ojo de nuevo, esta vez pudo hacerlo por unos segundos más. Se dio cuenta que no estaba en su habitación, todo era blanco y café. Y la habitación de Anna era con mucho purpura. Desconocía todo.

Asustada, se sentó de manera brusca y vio que alguien estaba sentado en la esquina de la cama con sábanas blancas, con un poco de esfuerzo, ya que veía borroso se fijó que el desconocido era Samuel, quién la observaba sin quitarle un ojo de encima.

-¿Samuel? -Habló con su voz ronca, la garganta le dolía, necesitaba algo para tomar- ¿Dónde estoy? -preguntó confundida. No recordaba llegar donde sea que estuviera, le dolía demasiado la cabeza.

-Anna tranquila, estás en mi apartamento... ¿Recuerdas algo de lo que sucedió anoche? -Anna se asustó, algo había pasado anoche, pero ella no lograba recordar absolutamente nada.

-No, yo solo recuerdo que pedí algo en el bar, creo que era un jugo de piña, fui con los chicos, tomamos alcohol...-abrió muchos sus ojos verdes, luego los cerró intentando recordar algo, por si alguna imagen llegaba a su cabeza- Fui al baño de mujeres pero estaba muy borracha. ¿Qué hago acá? Acaso hicimos...

-Nada pequeña, no hicimos nada. Te lo contaré Anna, pero tienes que estar tranquila ya que nada te ha pasado. Ayer te desmayaste por la borrachera y un chico quería llevarte con él -comenzó a decir Sam, se acercó a ella con cuidado para relatar lo que había sucedido- ¿Blake?

-¿QUÉ? -Gritó asustada- ¿Me hizo algo? -comenzó a llorar, se sentía vulnerable ¿Qué le habría pasado si su profesor no hubiese estado en el momento oportuno? -Oh Dios, Sam dime que nada pasó, él quería bailar conmigo y lo rechacé, me siento horrible, fui irresponsable ¿En qué estaba pensando?

-Oh amor, nada te pasó, yo fui quién te encontró antes de que él llegara justo antes de desmayarte, note que caminabas raro... Te tambaleabas, Ahora dime ¿Conoces a Blake? -le preguntó Samuel.

-S-si él me invitó al baile hace ya algún tiempo pero yo lo rechacé porque no estaba interesada -respondió en un susurro, ahora más calmada con la mirada perdida estaba confundida, pensaba que anoche se lo había sacado de encima luego de apretar su mano ¿Cómo perdí la conciencia? Rachel, ella no sabe que estoy acá, debe estar asustada. Sam dame mi teléfono, tengo que hablarle -comenzó a decir de repente. Sin parar de hablar.

-Tranquila, ella sabe que estás acá, anoche me encargué de llamarla cuando te llevaba a mi automóvil, ahora vuelvo iré a buscar algo para el dolor -Samuel caminó a su cocina y fue a buscar un vaso de agua, luego paró en el baño para sacar un calmante para dolores de cabeza, cuando tenía las cosas en cada fue a la habitación donde estaba su alumna -Toma esto pequeña, calmará el dolor, iré a cocinar algo para que puedas comer, debes estar muerta de hambre.

-Me duele mucho la cabeza, dime que no te vomité encima.

-Está bien -susurró subiendo a la cama con cuidado y acostándose a su lado -Tranquila mi amor, no hiciste nada, dormiste profundamente.

-Sam... me has llamado amor -y sintió que con esa palabra su corazón se aceleraba, ¿Habían hablado de algo en la noche?

-Lo siento, no me di cuenta –se alejó.

-Oh -Anna no pudo decir nada más, se sintió herida con esa disculpa. Trató de cambiar el tema- Por cierto, ¿Por qué tengo puesta esta camiseta tuya Samuel? ¿Mi vestido?

-Eh -ahora era él el que no podía decir nada más, tardó una par de segundos en responder a la pregunta- Yo, eh te veía incomoda y quería que durmieras cómoda por lo que te quité el vestido. Pero te juro que no vi nada, ahora lo estoy lavando porque al parecer derramaste alcohol encima y estaba sucio.

-Entonces, ¿me cambiaste con los ojos cerrados? ¿Solo tocando? -Anna puso una cara interrogante y levantó una perfilada ceja.

-Sí, digo no. Te cambie lo más rápido posible. No te quería ver -dijo nervioso. Mala elección de palabras, ya que realmente luchó para no verla.

-¿Así que ahora fue un sufrimiento cambiar mi ropa? -preguntó.

-Anna... -dijo incómodo.

-Está bien pequeño Samuel, no te preocupes -se burlaba de él.

-Pequeña diablilla, vamos, te prepararé algo para comer -le agarró su mano para sacarla de la cama.

-No me hagas salir rápido que me duele la cabeza y déjame pasar al baño -rogó Anna, estaba que se hacía pis. Casi.- Vamos Samuel, hazte a un lado, necesito ir urgente, el alcohol quiere salir.

-Ve rápido, mandé a lavar hace unos días las alfombras. No las necesito sucias -ahora le tocaba burlarse a él.

Anna corrió al baño pero antes sacó la cabeza cerró un ojo y sacó su lengua- ¡Tonto! -dijo antes de cerrar la puerta.

Tardó un par de segundos, salió y buscó algo para tapar sus piernas pero no encontró nada. Salió como estaba en dirección a la cocina pero sin perderse ni un solo detalle del apartamento de su profesor, era muy lindo, tenía lo justo y necesario, cuando viviera sola a ella le gustaría llegar a tener algo así.

-¿Qué vas a cocinar? -preguntó cuándo llegó hacia él. No sabía como pero comenzó a tener hambre.

Samuel iba a contestar pero su teléfono comenzó a sonar, no quiso contestar, pero luego de tanto insistir cogió el teléfono y contestó.

-¿Bueno? -dijo Samuel

-Samuel... -era Bonnie, la hermana de Sam- Es sobre Adam...


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Será Nuestro Destino. [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora