Capítulo 11

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-Anna que le habrá pasado al profe -preguntó Rachel observando la puerta cerrada por la que su profesor había salido hace pocos instantes.

-La verdad es que no lo sé, le enviaré un mensaje para saber, me ha dejado inquieta. Se veía muy agitado y preocupado-sacó su teléfono y escribió un rápido mensaje.

''¿Está todo bien?''

Presionó enviar.

Esperó un rato pero no le respondió, ''debe estar conduciendo mejor vuelvo a intentar en un momento'' se dijo.

De forma eficaz, buscaron a los chicos de los demás curso y con decoraciones en mano, comenzaron el trabajo que su profesor les había encargado, toda la tarde entre papeles decorativos, globos, serpentinas, letras gigantes, terminaron muy agotadas pero quedaron satisfechas con el resultado.

-Ya no tenemos que hacer nada acá, ¿vamos a comprar los vestidos y antifaces?- le dijo Rachel con mucho animo a su amiga, de hace mucho tiempo que quería comprar el vestido para el baile, y ya faltaba tan poquito tan solo dos días. Tomaron sus cosas y salieron de la escuela, caminaron a la parada de autobuses, por suerte llegó uno rápidamente para que las llevara al centro comercial que quedaba en el centro de la ciudad.

Cuando llegaron comenzaron a ir tienda por tienda buscando el vestido ideal.

-Anna no me has contado lo del profesor, ¡cómo fue tu primer beso! ¿Cómo fue el beso? ¿Tierno, rudo, los dos? ¿Qué se dijeron después? -preguntaba Rachel una y otra vez, cuando algo le daba curiosidad hacia una pregunta tras otra.

-Responderé una pregunta a la vez R, fue muy tierno, bueno, después del beso pasó que... -y le contó con más detalle cómo Samuel la había rechazado y dejado sola en el salón.

-No, es que lo mato amiga, si te hace daño por muy buen beso que te haya dado, soy capaz de dejarlos sin herederos aunque sea mi profesor -le contestó Rachel molesta. Nadie iba a dejar así a su amiga. Nadie.

-Por eso te quiero R, sé que me apoyarás siempre -dijo sonriéndole con sinceridad- Gracias.

En eso el teléfono de Anna vibró, un mensaje había llegado, lo sacó rápidamente de su bolsillo, sacó la clave y abrió su mensaje el cual decía

''Después podré responder''.

Sólo eso, ella muerta de la preocupación y él solo le había enviado un mensaje con tres palabras. Tres-Jodidas-Palabras. Quizás ni le contestaría, se había enojado.

-¿Todo bien Ann? -le preguntó a su amiga Rachel, sonrió al escuchar Ann, le gustaba que su amiga le dijera así.

-Sí, Samuel dijo que después me llamará, sé que debo preocuparme, pero él fue muy buena persona los días en que estuve con problemas, siento que debo devolver la mano.

-Entonces debe haber sido un asunto importante, ¿y qué pasó después de que él arrancara?, siguen contándome Anna -insistió Rachel.

-Ah sí, cuando estaba en mi habitación, me llega un mensaje de él ''Anna, te esperaré en el parque, ven por favor'' -dijo con la voz grave, imitando la de Samuel -Pero yo no fui, después me dio curiosidad y llegué, mientras hablábamos dijo ''No podemos estar juntos, seamos amigos''-dijo imitando nuevamente la voz de su profesor- Me enoje y hoy nos encontramos por casualidad en la cafetería, él estaba como si nada hubiese pasado.

-Es un idiota Anna, oh mira ese vestido -se distrajo- entremos a verlo -Rachel tomó su brazo y le llevó corriendo a la tienda-Mientras veamos los vestidos me puedes seguir contando.

-¡Es hermoso! -decía a su amiga, vio un vestido morado muy hermoso, tenía un gran escote en forma de V, era largo. Le encantó.

-¿Algo más que deba saber?

-Rachel eres la chismosa más grande que conozco -Anna se quitó la ropa y levantó el vestido, de verdad que era hermoso. El color le encantaba, era perfecto. Comenzó a probárselo- ¿Cómo me veo?

-¡ANNA! -Gritó su amiga -Te ves realmente hermosa, el profe se va a morir cuando te vea -le mostró un vestido negro- Este me gustó, me lo probaré.

Mientras veía a su amiga pasar, sacó su teléfono por si tenía un nuevo mensaje de Samuel, Nada había llegado. Decepcionada lo volvió a guardar.

-¿Y cómo estoy? -Anna observó a Rachel, el vestido era precioso, y el contraste que tenía con su pelo rojizo le encantó.

-Hermosa, como siempre R, ya estamos listas, vamos a pagar -tomaron sus cosas, pagaron con sus tarjetas y luego salieron de la tienda -Aún falta los antifaces.

-Eso lo compramos mañana Ann, ya estoy cansada -dijo con cara de sueño- Hoy me levanté muy temprano y estuvimos mucho rato decorando, odio los globos.

Caminaron juntas hasta la parada de buses, el de Anna llegó primero.

-Adiós R, nos vemos mañana -la abrazó- te quiero.

-Yo igual Annie -dijo su amiga, ella le decía Annie de cariño.

Anna subió al bus, con su teléfono en la mano, no quería dejarlo por si Samuel le llamaba. Cuando llegó a su casa subió a su habitación para dejar sus cosas. No había ruido alguno, eso quería decir que sus padres no estaban. Podría dormir en paz.

Bajó tranquilamente sin soltar su teléfono y fue a la cocina para prepararse algo de comer. Cuando terminó volvió a su habitación, se quitó sus botines y se sentó en su cama con las piernas cruzadas.

Estaba tan nerviosa que quizás no tendría ganas de comer.

¿A quién engañaba?, el hambre pudo más y se comió todo de un bocado.

Sus pensamientos volvieron al profesor.

Quizás Samuel se había arrepentido de todo y no quería saber más de ella. Se acostó bajo las mantas de la cama y se acomodó con su teléfono a un lado. Pasó una hora y no había señal de Samuel, decidió enviarle un mensaje.

''Samuel, ¿Estás bien?''

Y nada, no llegó respuesta, una hora después cuando ya estaba quedándose dormida recibió un mensaje.

''Lo siento, pequeña. Emergencia familiar, dulces sueños''

Anna se relajó, tenía que dejar de pensar esas cosas, él no se arrepentiría.

''Está bien, nos vemos mañana profesor''

Hasta acá el capítulo 11 ♡ si les gustó no olviden comentar y darle a la estrellita

Será Nuestro Destino. [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora