Capítulo 17

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Anna le contaba todos los detalles del encuentro con Samuel a su mejor amiga, se sentía muy triste -dijo con la mirada en su cama y tratando de sacar unas pelusas inexistentes.

-Y luego le dije que se fuera. Trató de hablar pero le insistí, no quería hablar con él. Sus palabras me herían.

Rachel escuchaba atentamente todo lo que decía su amiga. Ahora tenía ganas de matar a su profesor. Como fue tan frío para decir todo eso, Ann se había confesado y él le dijo que bajara del auto.

-Amiga si te quieres vengar, yo te ayudaré -dijo tratando de animar a su amiga -Una vez leí en un libro donde los protagonistas compraban pescado y lo dejaban en el asiento del automóvil de un ex.

-Maybe Someday jajaja. Rachel, por eso te quiero tanto.

-Oh podríamos hacer como Nat Wolff en Bajo la misma estrella, tirarle huevos a su auto. Lo único que nos faltaría es que tú fueras ciega.

Así pasaron la tarde con Rachel y sus ideas de venganza, esa noche su amiga se quedó a dormir. El día siguiente se irían juntas a la escuela.

Anna no pudo dormir bien, R estaba roncando a su lado, pero ella estaba desvelada.. No sabía que le había pasado a Samuel para cambiar de un momento a otro y sin darle una respuesta clara, él inconscientemente le había dicho amor, y ella se había ilusionado por nada... luego de dar muchas vueltas en su cama logró quedarse dormida.

Sintió que alguien la movía, sin ganas de despertar tomó su almohada y tapó su cara. No quería estudiar hoy. Le tocaba con Samuel a última hora.

-Ann despierta, tenemos que prepararnos para ir a la escuela -Rachel se subió a la cama de Anna y comenzó a saltar sobre ella-Despieeeerta.

-Está bien, pero bájate ya que no eres liviana como una pluma -Le dijo Anna- Bájate Rachel, no seas pesada.

-¡Primero! -gritó de repente Rachel -Hoy irás muy hermosa a la clase, para que sepa lo que se perdió ese idiota.

-Pero... -Ella solo quería ir e ignorarlo, verlo sería doloroso.

-Nada de peros -Rachel se levantó y caminó al closet de Anna, comenzó a sacar mucha ropa -Este sí -decía para ella -Este no -seguía y arrojaba la ropa a la cama. Luego de una par de minutos donde Anna estaba ordenando su bolso y su amiga terminó de desordenar sus prendas -Listo, ven Anna.

Anna fue donde estaba su ropa, Rachel le mostró una falda negra que no era ni muy corta ni muy larga, perfecta para ella y un top de color blanco. Para complementar el look buscó unas sandalias negras.

Mientras Rachel se arreglaba, Anna se comenzó a peinar, aún no tenía ganas de ir a la clase y verlo, no sabría cómo reaccionar si él le hablaba o si la iba a ignorar y la trataría como una alumna más. Lo segundo le dolería aún más.

Cuando estuvieron listas, pasaron por un café y llegaron a la escuela. Anna estaba muy nerviosa, por el día, tuvieron sus clases normales durante la mañana pero luego llegó el turno de la clase de Historia.

Estaba tensa.

-Buenos días alumnos, saquen su libro, página 85 y respondan las preguntas que escribiré en la pizarra -Samuel entró muy cortante, caminó a su escritorio y se sentó sin dejar de mirar su libro de clases no se atrevió a mirar a sus alumnos porque su mirada iría directamente a alumna favorita. Luego de unos minutos no pudo aguantar más y la buscó, se veía tan hermosa, sin poder evitarlo miró sus piernas. Estaba con una falta negra. Vio como un alumno que estaba cerca de Anna también le miraba sus piernas. Le dieron ganas de golpearlo. Y ahora Samuel se sentía el idiota más grande del mundo.

Anna estaba concentrada en su tarea pero sintió que un papel golpeaba su brazo. Levantó la mirada y vio a Rachel haciéndole señas para que lo leyera.

''No deja de mirarte'' decía aquel papel

Tomó su lápiz y comenzó a escribir.

''Rachel, no sé qué hacer, quiero hablarle y reclamarle por todo''

Trató de concentrarse nuevamente pero sintió el papel.

''Mi oferta de venganza sigue en pie Annie''. Con ese mensaje le dio ganas de reír, se imaginaba tirando huevos al automóvil de Samuel.

''Creo que lo pensaré amiga''.

Samuel miraba atento a Anna y Rachel, cada cierto tiempo veía un papel volar de un puesto a otro. Tenía curiosidad por saber que decía. Quizás si...

-Señorita Moore y Miller, entréguenme el papel por favor, y hagan su trabajo o irán donde la directora -se levantó y caminó al puesto de Rachel, ella era quién tenía el papel en esos momentos. Estiró su mano esperando que Rachel se lo entregara.

Anna entró en pánico. Su profesor no podía leer lo que decía en el papel. Miró atenta a su amiga.

Rachel arrugó el papel y lo metió en su boca, lo que haría sería desagradable pero no se lo entregaría. Lo escondió debajo de su lengua esperando que su profesor se rindiera -¿Qué papel profesor? Yo no veo nada.

-El que tiene en su boca señorita Moore.

Rachel desesperada lo tragó. Asqueroso, nunca había comido papel -Profesor, no hay nada -abrió su boca -Acaso no ve -y le sacó la lengua con una mirada sarcástica.

Refunfuñando el joven profesor volvió a su escritorio pero sin quitarles la mirada de encima a esas dos amigas.

Sonó el timbre que indicaba el fin de las clases.

-Está bien. Todos dejen sus hojas con las respuestas en mi escritorio, la clase terminó todos pueden irse menos la señorita Miller -se sintió un imbécil. Primero la lastimaba y ahora hacía que se quedara en clases, volvió a su escritorio dando espalda a sus alumnos. Cuando sintió que él último alumno salió, se dio la vuelta esperando encontrar a Anna, pero se encontró con que estaba solo en el salón de clases.

Anna se había ido.

Será Nuestro Destino. [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora