Capítulo 10

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Anna se despertó a primera hora, hoy no le tocaba clases con su profesor-imbécil, pero lo vería en la escuela y en la tarde iría a comprar su vestido para el baile. Caminó a su ventana y corrió las cortinas, era una mañana muy hermosa. Sonrió. Hoy haría calor, nada comparado con el día anterior que estuvo muy gris, se daría ánimo para todo, ella era valiosa y no podía estar triste por él, ahora actuaría como si nada sucediera.

Se dio una rápida ducha y tomó la ropa que usaría ese día, un short azul y una hermosa blusa a cuadros, junto unos botines negros, cuando estuvo lista, arregló su bolso, tomó sus llaves y caminó rumbo a una cafetería cercana a su escuela. No había tomado desayuno y evitaba pasar más del tiempo necesario en su hogar, mientras hacia la fila alguien agarró su cintura. Asustada dio media vuelta. Para su sorpresa era Samuel. Lo miró unos segundos, amaba su pelo, tenía un aspecto rebelde que le encantaba.

-Hola Anna ¿Dormiste bien? -dijo soltándola para alejarse un poco, alguien de la escuela podría estar en esos momentos.

-¿Y que ibas a hacer si no era yo? -preguntó, y alzó una ceja castaña.

-Mmm... Lo siento señorita, pero la he confundido con una amiga -respondió -¿Eso sirve?

-¿Ahora somos amigos? -volvió a preguntar con ganas de saber su respuesta.

-Anna... -la miró y tomó su mano con cuidado de que nadie lo viera- Lo siento por todo lo de ayer, hoy te ves más feliz, más linda, seamos amigos ¿Si?

-Okay amigo -Anna sintió que la sangre se iba a sus mejillas, primera vez que alguien le decía que era linda. Aunque con ese ''más linda'' no se salvaría las próximas veces, le iba a responder pero era su turno en la cafetería

-Buenos días, que va a pedir -le dijo la mesera sin prestarle atención con una cara de aburrimiento.

-Eh quiero un Cappuccino y... -dijo observando la lista del café, también le llevaría una a Rachel -Un Caramel Macchiato, también quiero dos muffin de chocolate.

-Ok, entonces son 4,40, señorita, puede esperar al lado -le dijo secamente -Pase el siguiente.

El siguiente en la fila era Samuel, cuando llegó al mesón, Anna vio un claro interés de la chica hacía a él. Lo cual no le gustó para nada

-Buenos días. Guapo, ¿qué vas a pedir? -le dijo haciéndole ojitos, Anna estaba cada vez molesta por ella y la quedó mirando fijamente.

-Quiero un café cortado -le respondió Samuel ignorando a la chica, Anna sonrió, él no le prestaba atención. Anna 1- Chica 0.

-Bien guapo, son 2,50 -Samuel sacó su billetera y pagó, Anna vio que la chica sacaba un papel y anotaba algo en él -toma guapo, tienes mi número...podríamos salir -dijo guiñándole el ojo.

Anna abrió los ojos con sorpresa, ¡pero que hacía esa chica!, Le daba su número a su profesor y se sentía celosa. Muy atenta quedó mirando a Samuel, quería saber si recibía el papel. Más vale que no lo hiciera, no tenían relación alguna pero le debía un poco de respeto, no podía coquetear con ella presente ya que la había rechazado.

Samuel no aceptó el papel, la chica tenía la mano estirada para entregárselo. Quedó mirando la etiqueta con su nombre y le dijo -Lo siento Bryanna, pero no puedo, quizás alguien más puede aceptar tu número, pero yo no lo haré. Gracias igualmente.

Bryanna puso una gran cara de disgustó, se quedó mirando mal a Samuel y arrugó el papel -Tú te lo pierdes, pasa al lado para retirar tu pedido -le dijo con la cara arrugada como si hubiese comido algo acido.

Anna estaba feliz, tenía muchas ganas de gritarle ¡En tu cara perra!

Cuando los dos retiraron sus pedidos, salieron de la cafetería y se fueron por calles diferentes, no podían llegar juntos. Anna llegó rápidamente a la escuela, fue directamente a su salón de clases y divisó a su amiga.

-¡R! Hola amiga -fue donde Rachel y se abrazaron -Que hermoso collar -le dijo, su amiga tenía una gran sentido de la moda, hoy llevaba un vestido blanco muy lindo, le llegaba a sus rodillas y con unas sandalias negras.

-Gracias Anna, te ves genial -Le respondió con cariño, Anna le entregó un café y un muffin -Oh te amo Anna eres la mejor, se mi novia -y comenzó a reír- Justo no había alcanzado a comer algo, me he quedado dormida, pero cambiemos el tema. Sobre lo que hablamos anoche...

-Es una larga historia en realidad, por lo cual te la contaré después de clases, recuerda que hoy solo tenemos matemáticas. Luego una reunión con el profesor Bradley y nos vamos a comprar los vestidos -le dijo, se sentía raro decirle profesor Bradley a Samuel.

-Está bien querida amiga, ahora ve a tu asiento que la maestra de matemáticas ya vendrá -respondió Rachel tomando un gran bocado del deliciosos muffin de chocolate. Amaba el chocolate.

Luego de un gran rato en la aburrida clase de Matemáticas, donde Anna estaba distraída dibujando cosas tontas en su cuaderno, comiendo de su muffin, tomando café o enviándose mensajes con Rachel. La clase terminó. Pero las dos amigas no podían retirarse ya que había que esperar a Sam.

-Buenos días señoritas Moore y Miller, solo les daré una rápida información y se pueden retirar -entró de prisa Samuel, quedándose en la puerta de la sala- No me podré quedar más del tiempo necesario ya que me surgió una emergencia. Me queda por informales que la decoración la hemos comprado y ustedes mañana tienen que pedirles ayuda a sus compañeros de clases para que puedan decorar el gimnasio hoy, las cosas están en la sala de profesores. ¿Alguna duda o consulta? -les preguntó, Samuel se notaba distraído, triste, preocupado.

-No profesor -le respondieron las dos al mismo tiempo.

-Entonces solo era eso, que tengan buen día -Samuel tomó sus cosas y se retiró casi corriendo, ni siquiera le dio una mirada, solo se fue. Anna quedó preocupada.


Será Nuestro Destino. [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora