Rivalidad

1.3K 173 51
                                    

Una alterada albina abrió la puerta de aquella habitación sin ningún tipo de delicadeza intentando en el proceso despertar a su perezoso hermano , pero el chico acostado en la cama en el centro de la habitación ni caso le hizo, la única respuesta que recibió de él fue un ronquido, dándole a entender que su misión había fallado.

- ¡Despierta! ¡Fox, llegaremos tarde! - Le gritó ella, el nombrado solo se removió en su cama para murmurar cosas indescifrables para la albina -Springtrap nos espera- Le recordó, pero Foxy ni siquiera le oía.

Su hermano seguía soñando con que sabe que cosa y no parecía mostrar indicios de querer despertar. Mangle suspiró ya rendida, se acercó al pequeño escritorio de madera para escribirle una nota. Si su hermano se enteraba que Mangle otra vez se había ido sin él se pondría más extraño de lo que alguna vez se puso en el campamento.

Fui donde el pestoso, hay tomates en la cocina.

Posdata: Te toca lavar los platos.

Mangle salió de su casa para dirigirse a donde su amigo sin saber que su hermano no estaba teniendo unos dulces sueños. El pelirrojo vagaba por el mundo de pesadillas. Un Ghost, su hermano cada noche vagaba por aquel solitario mundo, a diferencia de ella y su amigo rubio quienes cada noche llegaban a aquel mundo de dulces colores.

Ahí estaba Foxy vagando otra vez con la culpa al hombro, en sus sueños podía ver el fuego, a su hermana y a sus padres. Para él el incendio siempre había sido su culpa, siempre había deseado una luz brillante que quitara el mal de sus sueños para así descansar de una vez, pero no, no importaba lo muy enamorado que estuviera, todo sería inútil si el amor no era recíproco.

Chica, la dulce muchacha de cabello rubio y orbes amatista sólo parecía tener ojos para el aburrido cantante. El pelirrojo miro al cielo teñido de gris para suspirar, había pasado más tiempo del acostumbrado dentro de sus pesadillas, cerró los ojos con fuerza intentando ignorar el humo que atormentaba su mente y al abrirlos se encontró otra vez en su cama.

Sin recordar nada.

El pelirrojo se levantó de su cama algo cansado por haber pasado una mala noche y vio la nota que reposaba en su escritorio, su hermana había ido sin esperarlo, aunque la opción más obvia era de que había intentado despertarlo pero se rindió.

Camino hasta su armario para sacar una camisa negra, y sus usuales pantalones para irse a duchar, no esta demás decir que entre el agua y el jabón se le habían escapado un par de letras de canciones disney. Al salir y mirarse en el espejo ya vestido no pudo evitar reírse por la imagen con la que se encontró.

- Nunca voy a poder decirle lo que siento... - Murmuró algo apenado sin dejar esa sonrisa de lado.

Encendió la pequeña televisión en la cocina, no había nada que ver y sin nada más interesante que ver se quedo viendo las noticias.

- ¿La familia Golden en problemas? Últimamente se ha sabido que la importante familia Golden esta en un gran aprieto, partiendo del hecho del primogénito de esta familia se encuentra en una pausa indefinida de la música. - Habló la mujer del noticiero, aunque Foxy solo había prestado atención desde que habían mencionado a su rival. Una forma estúpida de llamar a alguien; Rival.

Golden y Foxy no eran rivales, el pelirrojo lo había entendido hace un tiempo. No podía llamarlo rival si ni siquiera estaban a la par, él sabía a la perfección que para ganar el corazón de la rubia, no era ningún rival para el rubio, millonario, buen cantante, con una facilidad para acercarse a ella y aunque odiara admitirlo, hasta guapo era aquel chico. Mientras él no era más que un antipático pelirrojo que no sabía hacer otra cosa que tocar el triangulo (como un dios según él) y comer pudin.

Suspiro y apago la televisión para irse a la casa de su amigo en busca de él y de su hermana.

La chica de cabello rubio había estado toda la noche haciendo los últimos arreglos a su nuevo vestido, por eso se encontraba dormida a pesar de que el sol había salido hace ya horas. El mundo era casi tan dulce como las golosinas, tan dulce que llegaba a empalagar solo de mirarlo, pero ese era el mundo en el que gozaba.

Miro al cielo mientras caminaba con tranquilidad, su mente era ocupada por muchas cosas entre ella su banda, había ya acabado el campamento, seguía sintiendo a todos tan distantes, aquella idea estaba más enfocada al rubio que a sus otros compañeros de banda.

- Unidos- Su mente no dejaba de repetirlo, aquellos ojos grises no querían abandonar sus pensamientos. El chico de ojos grises ni el pelirrojo, ambos estaban presentes en la mente de la rubia, quien no entendía ese odio entre ellos.

La rubia no entendía la rivalidad entre ellos, que inocente, parecía no darse cuenta de que ella era el motivo central de su odio. Golden, en él no dejaba de pensar, ella le había abandonado, o al menos así lo sentía, no dejaba de repetirlo, Siento una molesta voz a sus espaldas, pero decidió ignorarla ya que obviamente solo era producto de su mente

<<Eres una inútil>>

<<Ni para hacer amigos sirves>> <

<¿Eres Bisexual? Me das asco>>

<<¿No ves que no sirves para esto?>>

<<¿Porque no te mueres de una vez?>>

Ella siempre quería ser la chica perfecta en el perfecto mundo, aunque eso no existía. Nadie era perfecto y aun así le exigían que la perfección estuviera reflejada en ella. Las palabras de esa misteriosa voz le dolían y no podía evitarlo. La chica despertó.

Sin notar que antes de desaparecer de ese mundo de felicidad había derramado lágrimas oscuras, tan oscuras como las que caían de los ojos de los Ghost cada noche.


Sweet Nightmares [FNAFHSYUME]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora