Amigos

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Han pasado días desde la ausencia de tres estudiantes, un conejo de cabello morado que solo sus amigos más cercanos saben sobre su intento de  suicidio, nadie conoce motivos, excepto el conejo turquesa que también ha faltado en los últimos días, no ha llegado a casa, se le permitió dormir en el hospital cuidando de Bonnie. Y el último chico era un conocido cantante que había desaparecido.

El último que había estado a su lado había sido el rapero de cabello rubio ceniza, que lo había invitado a pasar a su humilde hogar.  Quien diría que personas de mundos tan diferentes, tuvieran tanto en común.

Pero volviendo a aquel instituto, un leoncito algo atareado se movía de  un lado a otro cargando papeles y varias carpetas, cuando se topó con la persona que no quería encontrar, el chico estaba apoyado contra la pared con el cabello gris desordenado. 

  — ¡¿Donde te habías metido?!  ¡Llevo quince minutos esperando, y no te hagas el pendejo! — Le gritó alterado, Town lo había intentado evitar todo el día, pero tenía tanta suerte como Bon en aquello del corazón. No quería ni mirarlo a la cara, no se atrevía a ver esos ojos, ni siquiera para disculparse.

  — Se me ha pasado la hora, además yo te espere una hora ayer y no me quejo.— Towntrap aún tenía sus manos ocupadas con las carpetas y papeles, tenía que agradecerle a esa hojas, ya que le servían como excusa para no mirar al águila a la cara.

 —Te invite un helado como  disculpa.

  —  ¡Lo pagué yo!—  Incluso el mismo Eak se sorprendió por la respuesta, ¿Donde se había ido el amable leoncito? No era aquel que había gritado, el de cabello gris tuvo que parpadear un par de veces para salir de su asombro. Cuando iba a abrir la boca para contestar fue interrumpido por la acción del más alto, quien giró sobre sus talones y avanzó. — Puedes irte sin mi, estare ocupado.—

  — Pero, hoy es... — Eak se calló al darse cuenta de que el otro ya se había retirado, quiso gritar, correr y besarlo, pero no podía. Todo por que solo eran amigos. No quería romper más aquella amistad, ya estaba en su límite y era lo único que tenía. 

Ambos estaban dolidos, por una mentira que nunca tuvo que existir. Aquella "mentira piadosa" había destrozado a ambos por igual, todo por el miedo. Miedo a que se burlara, miedo a perderlo, miedo a ser rechazado. 

Aquella noche de sábado, luego de un gran cantidad de telenovelas mal actuadas, y un par de cervezas, ambos habían comenzado a hablar, cosas sin sentido, temas que iban desde las clases hasta historias paranormales de cada uno, quien extrañamente el leoncito tenía más que contar. Hasta que llegaron al tema que ninguno de los dos quería llegar, pero cuando notaron que habían llegado no pudieron echar marcha atrás.

 — Y ¿A te gusta alguien, carnal?— Preguntó Eak, con la vista fija en la botella de vidrio a medio beber, hace tanto que había querido preguntar aquello, pero por miedo no lo había hecho, debía agradecer al alcohol en sus venas, aquella estúpida acción.

  — Pues sí. — Comentó sin pensárselo mucho, le dio un trago a la bebida en su mano, hizo una mueca al sentir la cerveza bajar por su garganta. No estaba acostumbrado a beber, a diferencia del de cabello plateado, que se veía bien a pesar de que era su tercera botella, en cambio Towntrap luchaba por mantener los ojos abiertos. 

  — ¿¡En serio?! — Se sorprendió tanto que se levantó de golpe, pero el mareo le hizo volver a sentarse en el mismo sitio. — ¿Porque no dijiste?—

  — No lo sé. — Se limitó a responder, dándose cuenta de que en palabras simples, la había cagado.

  — ¿Quien es? 

Tenía dos opciones; tirar todo a la mierda y decirle que esa persona era él, o mentir, acobardarse y hacer lo que siempre hacía, mentir. Por mucho que me gustaría decir que eligió la primera opción y fue correspondido, no puedo, pero ya deberías saber que nada es tan fácil.

  — Es... Loon.—Dijo sin levantar los ojos de la botella ya vacía, quizás si hubiera levantado la vista todo sería más fácil. Habría visto los ojos de su amigo que se había llenado de lágrimas,  Eak le correspondía el sentimiento que se empeñaba en negar.  —Viene de Japón, y es... algo tímido. —

No tenía nada que perder diciendo aquella mentira, podría negar haber dicho eso a la mañana siguiente y que fue por culpa del alcohol. Eak se levantó del sofá y se dirigió a su habitación, sin decirle buenas noches al leoncito que como cada semana dormiría en aquel sofá.

  — Es bueno verte Towntrap.  —  Le saludó la rubia cuando abrió sus ojos en el mundo de Hope, la de ojos celeste sonreía aliviada, ahora tenía otra vez a Town para ayudarle en el castillo. 

  — Hola Joy, ¿Alguna noticia del rey?  — Preguntó, aunque perdió de inmediato el interés, ni siquiera escuchó la primera palabra.

  — Te veo distraído, ¿Pasa algo?  —  Town la miró con una sonrisa apenada, aquella chica tenía algún sexto sentido o algo.—  Problemas de corazón ¿No?—

  — No es importante.  

  — Eso es un "sí". —Se rió la chica, el león suspiró para dirigir su mirada a una chica que pasaba por aquel pasillo en ese momento

  — La razón de que dejaras de ser mi amiga hetero esta atras de ti. — Se burló, la rubia se tensó, se dio cuenta que quizas contarle a él, había sido una mala idea. — ¡Hola Toddy!—

La rubia maldijo en su mente al pelinaranja mientras sonreía, porque sí. Aquella chica de cabello castaño había confundido a la pobre rubía. Joy había engañado a Freddy con Toddy.


Lo siento me demoré en subir cap, lo se xD La razón de que había entrado en panico y había dicho Loon era esa. Creí que entendía.

Sweet Nightmares [FNAFHSYUME]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora