Capítulo 10. "Parvada"

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FLASHBACK:

18 años atrás.

– Ella entiende a la perfección lo que tiene que hacer.

Habló con firmeza, su tono de voz llevaba un pequeño rastro de fastidio debido a que el hombre que se encontraba justo a su lado quería oponerse a los planes que debían llevar a cabo para conseguir el dominio absoluto una vez más.

– N-No es algo correcto...

Se atrevió a decir, arrepintiéndose inmediatamente al ver cómo los ojos de aquel ser que, evidentemente era mucho más alto y fuerte que él, se oscurecían completamente con la finalidad de hacerlo sentir intimidado.

Alejandro Cabello no permitía que alguna otra persona lo intimidara, sin embargo en ese preciso momento lo hacía pues sabía bastante bien que él podría asesinarlo en cuestión de segundos sin necesidad de esforzarse siquiera un poco.

– Sabes que ella puede convertirse en la razón de todos nuestros problemas, – Dijo con seriedad – es por eso que intentamos hacer de esa falla alguien útil dentro del campo de batalla.

El hombre de piel morena frunció el ceño después de escuchar aquellas palabras.

No entendía por qué era tanta la insistencia por parte de los superiores respecto a ese tema, había quedado más que claro que su hija era – posiblemente – la guerrera más fuerte de su ejército aún siendo la que menor edad tenía.

– Camila solo es una niña... – El superior soltó un suspiro frustrado al escuchar eso por enésima vez aquel día – no es correcto que involucren a mi hija en batalla a una edad tan temprana.

El hombre se frotó la frente con su mano derecha después de haber reído por lo bajo, realmente no importaba cuantas veces tuviese que explicarle al líder de las tropas, Alejandro Cabello, la razón por la cual habían tomado la decisión de convertir a su hija en un arma mortal.

– Mientras ellos estén perdiendo el tiempo, – Comenzó – ustedes estarán ascendiendo a la cima... ¿No era eso lo que buscabas?

El hombre de piel morena asintió inmediatamente.

– Es cierto, sin embargo... – Apretó los dientes – no quiero que mi hija salga lastimada.

Después de que aquellas palabras salieron de sus labios pudo escuchar como todos los presentes en aquel campo se echaban a reír, consiguiendo que la rabia comenzara a apoderarse de su cuerpo y que la marca que se encontraba en su abdomen ardiera con intensidad.

– Nadie ha podido tocar a tu hija. – Sonrió torcidamente – Es como si se tratase de un monstruo.

Alejandro Cabello consiguió contenerse, sabía que si se atrevía a soltarle un golpe al ser que se encontraba a su lado lo asesinarían en cuestión de segundos y, evidentemente, no podía dejar a su pequeña hija sola en momentos tan crueles y difíciles como los que estaban viviendo.

El hombre de cuerpo fornido se cruzó de brazos, enfocando su mirada en la pequeña niña de cabello castaño que se encontraba sentada justo en el centro de aquel enorme campo de batalla que utilizaban para entrenar a los miembros del ejército que habían comenzado a formar.

Sintió que su respiración se atoraba en su garganta al notar que tres enormes hombres se acercaban lentamente hacia el cuerpo de la infante con el único objetivo de poder hacerle algún tipo de daño.

Todos los presentes eran conscientes de que aquello era lo suficientemente cruel para una niña de tan solo seis años de edad, pero... tenían que asegurarse de que Camila Cabello no era el error que todos decían.

Owl eyes. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora