El cielo de Britannia había estado más oscuro que nunca desde el suicidio de la compañera de vida de la legítima soberana, Camila Cabello.
Los ojos de la ojiverde observaban expectante a la joven emperatriz de piel morena que se encontraba sentada en una de las costosas sillas del comedor, jugueteando con las sobras de comida que permanecían encima del costoso y sumamente detallado plato de porcelana.
Voy a amarte con la luz apagada, para que seas tú quien ilumine mi vida, Camila Cabello.
Estaba de más que la actitud de la reina había cambiado drásticamente desde el fallecimiento de su antigua pareja pues, a pesar de mostrar muy poco interés hacia la joven de apellido Iglesias, se había convertido en una persona significativa dentro de su vida.
Evidentemente iba a dolerle su partida.
Un ligero suspiro consiguió escaparse de los labios de Lauren, quien avanzaba a paso lento teniendo la intención de llegar al comedor y poder encarar a Camila de una vez por todas.
La hija mayor de la familia Jauregui se encontraba verdaderamente confundida. Ella no entendía absolutamente nada de lo que estaba sucediendo a su alrededor desde aquel día en el que la morena se había atrevido a besarla sin tener su consentimiento. Y la verdad era que necesitaba respuestas. En serio las necesitaba.
Quería saber qué era lo que estaba pasando por la cabeza de la preciosa emperatriz en ese preciso momento y, si todo aquello formaba parte de alguno de sus absurdos planes, estaba dispuesta a exigir una explicación por parte de la legítima soberana.
El agarre que tenía sobre el pequeño tenedor de plata se fortaleció cuando fue capaz de escuchar las ligeras pisadas de la ojiverde justo a sus espaldas.
– ¿Crees en el destino?
Cuestionó repentinamente.
La de cabello casi tan negro como la noche se detuvo por un par de segundos mientras procesaba la pregunta que la joven de piel morena acababa de hacer.
¿Destino? ¿Qué tenía eso de importante?
Aquella pregunta la tomó por sorpresa, sin embargo, no tardó mucho en responder que sí.
– Me gusta creer en él porque es como si le encontrara un sentido a todo lo que pasa en mi vida – confesó la más alta antes de avanzar –, como un consuelo, supongo – se encogió de hombros antes de tomar una respiración profunda y entrelazar sus manos en su espalda –. Si no creyera en él, no sentiría o no sabría qué sentido tiene conocer a ciertas personas, o a quién estaré destinada a conocer – la legítima soberana asintió levemente, sin apartar la mirada de su plato –. Llámelo comoquiera, pero me parece que el destino le da más sentido a la vida; como si entonces vinieras a vivir con algo.
La de piel morena apartó la mirada de los utensilios de porcelana por algunos segundos antes de apoyar ambas manos encima de la mesa, incorporándose sin ningún tipo de dificultad.
– ¿Crees que el destino se ha portado bien contigo al ponerme en tu camino?
El corazón de la ojiverde latió desbocado después de escuchar aquello.
– El destino está haciendo que esta noche estemos juntas – declaró antes de esbozar una pequeña sonrisa – y, por ahora, eso es suficiente para mí.
La mandíbula de la emperatriz se tensó. Giró sobre sus propios talones y, con la suficiente delicadeza, caminó hasta estar frente al cuerpo de la más alta.
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Owl eyes. (Camren)
Fanfiction"Por ahora te perdonaré la vida. Conviértete en un monstruo, que no te importe una mierda si está bien o mal porque sólo te hace sentir más débil. Concéntrate en volverte más fuerte, quiero que derrotes a los demás por las buenas o por las malas. Y...