El viento helado golpeaba el material metálico de su armadura en aquel profundo momento, provocando que el frío se intensificara cada vez más, haciendo temblar su cuerpo mientras intentaba encontrar alguna forma de librarse de aquella mazmorra en la cual el rey Iglesias lo había capturado.
Había perdido la batalla sin embargo, para no ser más que un simple novato él resistió bastante bien a todos y cada uno de los ataques que la espada del monarca enemigo le proporcionaba.
El joven Harold realmente tenía la esperanza de poder salir victorioso de aquel enfrentamiento improvisado pero la mayor autoridad del reino de Marsella consiguió ser aún más astuto que él. Lo único que necesitó hacer para derribar al joven guerrero fue atacar directo a sus muslos, enterrando aquella enorme espada de hierro en el muslo izquierdo del joven de cabello rizado, consiguiendo así que este cayera directo al suelo de forma inmediata.
Después de eso, todo se había vuelto oscuro.
El monarca había golpeado la cabeza del caballero con fuerza con la intención de que el joven perdiera el conocimiento – cosa que consiguió sin esfuerzo alguno – para que al momento de llevarlo hacia una de las mazmorras con la esperanza de poder extraer un poco más de información acerca de la reina Camila Cabello, él no se aprendiese el camino que tenía que recorrer si por alguna extraña razón conseguía escapar del calabozo.
El joven Harold seguía mirando el suelo, sin siquiera atreverse a elevar la mirada para toparse con los ojos furiosos del monarca que se encontraba de pie, justo frente a él, esperando que el guerrero de cabello rizado se atreviese a decir por lo menos una sola palabra.
– ¿No piensas hablar?
Se atrevió a preguntar.
El más joven tragó pesado después de escuchar el tono con el cual había hecho aquella pregunta. No cabía duda alguna de que el rey Iglesias se encontraba completamente furioso. Pero claro, ¿quién no lo estaría?
El monarca se encontraba harto de todo con lo que tenía que lidiar sólo por los estúpidos movimientos que realizaba la reina Camila Cabello en aquel enorme tablero de ajedrez en el cual lo tenía atrapado, viéndose obligado a jugar si no quería llegar a perder más de lo que el reino enemigo ya le había arrebatado en tiempos pasados.
Se encontraba fastidiado pues él pensó que al momento de asesinar al difunto rey, Alejandro Cabello, aquella guerra absurda llegaría a su fin.
Vaya que se había equivocado.
Debido a que la heredera al trono, la hija de aquel hombre tan cruel y egoísta resultó ser igual o peor que su padre. Sin perder tiempo, había comenzado a realizar movimientos clave con la intención de terminar aquello que el difunto rey comenzó.
Consiguió debilitar a su ejército, lastimarlo a él en diversas ocasiones, robar algunas de las armas que tenía a su favor e incluso... se había atrevido a poner sus manos encima de su única hija.
Se la había llevado y desde ese momento, no volvió a saber algo de ella.
– No hay algo de lo que deba hablar.
El monarca enemigo apretó la mandíbula, comenzando a caminar alrededor del joven caballero que se mantenía de rodillas en el centro de esa enorme mazmorra, comenzando a sentir un poco de ansiedad debido al par de cadenas que el rey había colocado en sus muñecas para así evitar su escape.
Tomó la empuñadura de su espada con fuerza, agitando aquella peligrosa arma blanca mientras caminaba alrededor del joven caballero que servía para el reino de Brittania.
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Owl eyes. (Camren)
Fanfiction"Por ahora te perdonaré la vida. Conviértete en un monstruo, que no te importe una mierda si está bien o mal porque sólo te hace sentir más débil. Concéntrate en volverte más fuerte, quiero que derrotes a los demás por las buenas o por las malas. Y...