Capítulo 34

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Ella sentía el calor del sol en el lado derecho de su cara y su cuerpo, la luz la cegaba y no podía verle, pero sabía que estaba ahí, acababa de hablarla. En su mente se repetía la frase que él le había lanzado segundos antes y a la que él estaba esperando su respuesta: si se lo propongo dentro de algún tiempo ¿no saldrá corriendo y aceptará casarse conmigo…?

¿Qué la estaba preguntando realmente? Ella estaba aturdida pensando si lanzarse sobre él como lo hizo por primera vez hace poco más de quince días y arriesgarse a tener la mayor aventura de su vida o… si se lo propongo dentro de algún tiempo…. ¿que era lo que estaba intentando decirle?, notaba que su corazón se estaba acelerando por completo, que quería decir con "algún tiempo"… ¿Por qué no ahora? Ella le quería ahí y ahora, no dentro de algún tiempo… ¿estaba jugando con ella? ¿Le pedía tiempo para pensárselo porque no estaba seguro de lo que sentía por ella? Pero ella si lo sabía y tenía que dejárselo claro

- Si, Rick, si. Si me quiero casar contigo

Notó sus brazos rodeándola y sus labios pegados a los de ella esos dos gestos eran justo lo que ella necesitaba para poco a poco ir recuperando la normalidad de su ritmo cardiaco.

Él la besaba y se sorprendía al ver que ella le respondía al beso pero seguía dormida. No sabía si despertarla o seguir besándola para ver como reaccionaba… ahora él era el que tenía su corazón a diez mil por hora, tal y como lo había notado en ella hacía un par de minutos.

Decidió no despertarla, y siguió besándola. No quería asustarla. Él sólo pretendía que supiese cuales eran sus intenciones. Lo que no sabía es que ella ya parecía estar preparada para darle la contestación, pese a que horas antes le había dado una respuesta un poco evasiva y que él había interpretado como un "si, dame tiempo y convénceme". Quizá era culpa suya por haberle dejado ese margen, quizá se lo tenía que haber planteado directamente… Daba igual, buscaría y encontraría la manera de hacerlo nuevamente y no dejaría pasar mucho tiempo. Poco a poco notó como ella relajaba el beso, y él se separó de sus labios, dejando que siguiese en su sueño.

Él ya había obtenido más de lo que pensaba. Siguió despierto, aún no había dormido aquella noche, no podía. No paraba de darle vueltas a ese momento y ahora… ahora cambiaba aún más todo. No se dio cuenta del tiempo que siguió despierto y de que forma se abandonó finalmente al sueño, apretándola contra él, aferrándose a el futuro que tenían juntos y que no acababa más que empezar.

Unas horas más tarde Kate se despertaba con medio cuerpo sobre el de Richard. Él la rodeaba con su brazo y con la mano libre agarraba entrelazados los dedos de la mano de ella. Kate tenía su cara sobre su hombro mirándole y tocando su frente contra la mandíbula de él que dormía profundamente. Recordó el maravilloso día anterior y un golpeteo de su corazón rememoró la pregunta que Richard le había planteado. Acomodó su nariz en el cuello de él y respiró su olor, quedándose quieta sin querer despertarle, aún era pronto y no había sonado la alarma del móvil. Quieta y en silencio a su mente fueron llegando en pequeñas oleadas los recuerdos de los sueños que había tenido durante la noche… si hubiese luz suficiente, se habría visto como el color de sus mejillas pasaban del blanco al rosa intenso cuando recordó el sueño en el que ella le daba un "si"… era un sueño, pero… realmente si a alguien le tenía que dar esa respuesta en su vida, era únicamente a él, y no le hubiese importado dársela el día anterior, aunque le encantaba la forma en la que Richard se lo había planteado, era un: "Cásate conmigo en cuanto estés preparada, te doy tiempo". Le dio un beso en el cuello y notó como él se estremecía levemente, apretándola contra él y murmurando

- ¿Te quieres casar conmigo Kate?

Ella se sobresaltó al oírle, abriendo sus ojos todo lo que pudo. Se quedó quieta mirándole, él tenía los ojos cerrados ¡estaba dormido!, le pareció adorable, estaba soñando, volvió a besarle el cuello y él volvió a murmurar

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