Cap 22

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– ¿A qué te refieres con lo de “todo” amor? –Preguntó.

– ¿Qué pasa si me dejas algún día? –Él rió a lo bajo.

–Princesa… jamás me aburriré de ti.

–Justin no mientas. En el futuro quizá aparezcan mujeres más hermosas que yo y…

– ¿Mujeres más hermosas que tú? –Enarcó una ceja – Ay Victoria –Besó su frente – No cambiaría a la mujer más importante en mi vida por un par de senos –Ella rió a lo bajo– ¿Y que si tú me dejas a mí?

–No lo sé… –La expresión de Justin cambió – Puede que aparezca… –Antes de seguir vio que Justin estaba prácticamente con la boca abierta y mirándola seriamente – alguien más guapo. Pero aun así te preferiré a ti –Le sonrió – Aunque dudo que haya alguien mejor que tú.

–Sabes que ya estabas hiriendo mis sentimientos –Dijo divertidamente.

–Lo lamento.

–Tendrás que compensarme –Cerró los ojos y sonrió. La sonrisa de Victoria se desvaneció rápidamente. ¿Qué quería decir con eso?, ella no quería tener relaciones, no quería embarazarse ni menos sufrir otra vez –Aún espero mi beso.

¡Mente sucia!, maldijo Victoria. ¿En verdad creía que duraría toda una vida sin relaciones sexuales? Rió para sí misma.

– ¿No me besarás? –La saco de sus pensamientos. Ella negó – Pues entonces yo lo haré –Se acercó a ella y la besó. Ella le sonrió.

– ¿No estás cansado? –Él negó con la cabeza.

–Para ti nunca estoy cansado –Sonrió y la volvió a besar. Ella volvió a acomodarse en su pecho.

–Just… –Él la miró –Prométeme que nunca me dejarás.

–No lo haré amor. –Ella le sonrió y cerró los ojos para dormir.

*

Un mes después.

Las nubes cubrían el sol, eran las 16:35, había llegado hace exactamente 12 minutos.

–Mi pequeño –Dijo Victoria con una sonrisa melancólica. Las lágrimas cubrían sus ojos… no, ya no lloraría más. Sabía que Jason estaba mejor. Suspiró y dejo las flores en su tumba.

Justin estaba trabajando, y ella le había prometido dejar de ir al cementerio, ya que se hacía un gran daño.

Pero simplemente no podía. Estaba cayendo en depresión, lo sabía. Pero haría lo que fuera por permanecer firme.

Se levantó, el destino la había puesto a prueba y de alguna manera tenía que superarlo.

Pero, ¿otro hijo? ¿De verdad quería otro hijo?... o mejor dicho… ¿quería un hijo?

Tenía que pensarlo, habían pasado meses, pero no podía afrontar el hecho de perder un hijo.

Caminó hasta su casa cabizbaja, el día estaba nublado, pero no hacía frío.

– ¿Ya no respondes tu celular?

– ¿Qué haces Nicol?

–Oh, nada. Vine a visitar a mi mejor amiga –Sonrió.

– ¿hace cuánto estás acá?

–Menos de cuatro minutos.

–Lamento hacerte esperar –Se disculpó Victoria.

– ¿Dónde estabas?

–Fui… a dar una vuelta.

–Ah… ¿quieres ir al parque?

–No tengo ganas de salir Nicol.

– Acabas de llegar de una salida. Vamos Victoria.

–Lo lamento Nicol, no me siento bien.

–No seas aburrida. Son sólo quince minutos, además necesito hablar contigo.

– ¿De qué? –Preguntó Victoria curiosa.

–Si me acompañas lo sabrás –Victoria suspiró.

–Está bien, tu ganas –Nicol sonrió.

Comenzaron a caminar hacia el parque, había un silencio, pero aun así ambas disfrutaban de la compañía de la otra.

– ¿Y qué me querías contar?

– ¿No quieres ir a tomar un café? –Preguntó Nicol nerviosa –Yo invito.

–Está bien… –Dijo Victoria.

Entraron a Starbucks, a los minutos volvían a encontrarse caminando con ese silencio de por medio.

– ¿Ahora me dirás? –Preguntó Victoria interesada.

– ¿Quieres ir a sentarte? –Volvió a decir Nicol nerviosa.

– ¿Te pasa algo?

–Creo que tengo E.S.D.U.M.C.

– ¿Qué? –Dijo sin entender.

–El síndrome de una mujer comprometida –Respondió rápidamente.

– ¿A qué te refieres con compro…? –Victoria paró en seco y abrió la boca – ¡Nicol te vas a casar! –Su amiga asintió feliz – ¡Oh dios! ¡No lo puedo creer! –Victoria alzó tanto la voz, que muchas de las personas que caminaban a su alrededor dirigieron sus miradas hacia ellas. Sin importarle continuó – ¡Nicol es una maravillosa noticia! –La abrazó – Felicidades… es que… ¡Dios te casarás! ¡Hasta que al fin a Zack se le prende la ampolleta, con el paso que iba pensé que convivirían toda su vida! –Nicol rió a lo bajo.

–Necesito que me ayudes.

– ¿Qué pregunta es esa? ¡Claro que te ayudaré!

–Oh Victoria eres la mejor. –La abrazó –No sé qué haría sin ti.

–Te lo debo. –Nicol sonrió – ¿Y cuándo planean casarse?

–Dentro de un mes.

Soportando a mi vecino 2 (Justin bieber HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora