Misión. (Espionaje, 01)

Track 05.

–Track 5–

Points Of Authority – Linkin Park

You like to think you're never wrong
(You live what you've learned)
You have to act like you're someone
(You live what you've learned)
You want someone to hurt like you
(You live what you've learned)
You want to share what you have been through
(You live what you've learned)

~*~*~*~

*Victor*

Después de aquella misión, cuando llegué a las oficinas, Omar me recibió sonriendo.

—Adivina qué— me miró divertido.

—¿Qué?

—Tú también tendrás casa nueva—, me entregó un sobre.

—¡No! ¿Sabes lo cansado que es mudarse?

—Si, pero órdenes son órdenes; por cierto, buen trabajo— palmeó mi espalda.

—En realidad fueron ellos quienes hicieron todo— me refería a Sam y Marcus.

—Son un equipo, así que el crédito es de todos—, contestó mientras yo me dirigía al lugar donde estaban mis pertenencias.

Dejé el pasaporte y tomé mis documentos personales, todos a nombre de Victor Rogers, mi verdadero apellido era Coleman, pero por seguridad me asignaron otro. En el caso de Samuel no fue necesario, ya que durante las misiones ni Marcus ni él descubrían su rostro, además de que era mejor conocido como "Rex", así le comenzó a decir Amber, una chica experta en el manejo de las armas que pronto se convirtió en su amiga; por otro lado, el apellido de Marcus si fue preciso ocultarlo, él era el único hijo de los Black, la pareja más conocida en el departamento, eran los mejores agentes y espías, sin embargo, durante su última misión, hacía varios años, fueron emboscados y asesinados; nunca supimos los detalles.

Tomé el sobre y lo abrí, dentro estaban las especificaciones de la nueva casa; no podía creerlo; mi nueva residencia medía casi una cuarta parte de la actual. Llamé a Sam de inmediato.

—No creerás esto... a mí también me asignaron otra casa y...

—Wait, él también debe escuchar—, me interrumpió para poner el altavoz.

—... Esto parece una lata de sardinas— me quejé.

—Ahora te tocó a ti— dijo Marcus entre risas.

—Ey. Qué forma es esa de hablarle a tus mayores?— le reclamé.

—No le grites— intervino Sam.

—No lo defiendas; como si ese chiquillo no se pudiera cuidar sólo, es más peligroso que yo— me defendí; los tres reímos.

—Lo siento Sam, prometí ayudarles con la mudanza, pero no contaba con que yo estaría en la misma situación, Omar me acaba de informar y... — dije más sereno, me hubiera encantado estar con él.

—Espera— me interrumpió y luego, escuché el ambiente más tranquilo, continué.

—Sabes que me...

—No te preocupes; tu lo has dicho, como si no pudiéramos cuidarnos solos— oí su risa, la adoraba.

—Sammy, te quiero mucho— no perdía la ocasión para decírselo.

—Y yo te quiero más— contestó, podía escuchar su voz alegre, juraría que se había sonrojado, siempre lo hacía al decirme esas palabras.

—Omar dijo que hicieron un excelente trabajo— yo sabía que le encantaban los halagos.