Track 23.

325 35 0
                                    

–Track 23–

Arms – Christina Perri

I never thought that you would be the one to hold my heart
But you came around and you knocked me off the ground from the start

You put your arms around me
And I believe that it's easier for you to let me go
You put your arms around me and I'm home

~*~*~*~

*Aiden*

—Marcus— dije, intentando comprender la situación.

Él negó con la cabeza en un gesto que indicaba que permaneciera callado.

—Ven aquí— demandó, alzando una de sus preciosas manos, moviendo el dedo índice, invitándome a caminar hasta donde se encontraba. Y fui débil, porque obedecí sin chistar y me paré frente a él. Lo tenía a la misma altura gracias al escalón que él había subido y nos miramos durante un momento.

Contuve la respiración pensando en lo que vendría después, y cuando menos me lo esperé Marcus capturó rápida y necesitadamente mi boca. Tardé unos segundos en corresponder a su beso ya que estaba un poco impresionado por sus constantes cambios de actitud. Había sido como la primera vez que nos besamos. No pude evitar sonreír al acordarme que hace unos minutos había estado sonrojado, pero ahora, ahora no había rastro de aquello y lo único que quedaba era un Marcus demostrando de la manera más perfecta lo mucho que me había extrañado durante mi ausencia.

Posé mis manos en sus caderas y él me rodeó el cuello con los brazos.

—Marcus— volví a murmurar, sintiendo como poco a poco se iba dejando caer en las escaleras. Yo lo seguí y por un momento estuve sobre él, dejándome guiar por su arrebato. No había nada en el mundo más delicioso que sus besos.

Sentí sus piernas rodearme la cintura y casi por instinto, deslicé una de mis manos por sus muslos, incitándolo a ejercer más presión sobre mi cuerpo. Marcus gimió, despegándose de mi boca para después mordisquearme delicadamente la quijada. Apreté los ojos y mordí mi labio inferior disfrutando de aquello y de las caricias que me daba en la espalda.

Suspiré y cuando volví a verlo me centré en su cuello: Su piel tersa causó que se me hiciera agua la boca. No pude contenerme y me rendí al impulso de agacharme y morder una pequeña porción de piel. Marcus soltó un jadeo y se retorció deliciosamente contra mí.

De repente, como si se tratara de una revelación, recordé en donde nos encontrábamos, detuve mis caricias, lo cual me costó hacer porque quería seguir con él pegado a mi cuerpo, me apoyé en una mano y con la otra lo arrastré conmigo hasta hacerlo levantarse.

—Vamos —susurré, porque no me atrevía a decirle abiertamente que quería llevarlo a mi habitación.

Marcus se detuvo por unos instantes para mirarme, sujetó mi cara entre sus manos y me besó, pero esta vez fue lento, muy, muy lento.

Lo tomé por la cintura. ¿Qué se creía este chiquillo para hacerme sentir tan inútil en esto? Decidido, comencé a subir los escalones torpemente. Le demostraría que no sólo él podía cambiar drásticamente de actitud.

*Marcus*

Una risita escapó de mis labios durante el beso, mientras que con pasos torpes subíamos la escalera para dirigirnos a la habitación de Aiden. Estaba seguro que él había estado claramente impresionado ante mi modo tan raro de actuar hace unos momentos, pero luego pareció no importarle... O gustarle, porque no dudó en corresponder a mi arrebato y me devolvió el beso con la misma intensidad que yo ponía.

Misión. (Espionaje, 01)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora