Las típicas nerd's ✓

[10] Evelyn O'Kelly Polanco.

Evelyn:

Me había pasado el día huyendo prácticamente, no quería que los chicos me vieran, ya que mi plan había fracasado totalmente. Estaba en la escuela apurada, era la hora de la salida y todo el tiempo tuve que ocultarme, las cosas hubieran resultado bien, pero algo dentro de mí decía que: los chicos no se irían hasta encontrarme, y así fue. Esmeralda se paró delante de mí, con seriedad en su rostro. ¿En qué carajos me había metido?

—O' Kelly, buenas tardes. —se paró frente a mí.

—Lo siento mucho, pero debo irme. —dije cabizbaja tratando de esquivarla.

—De hecho, Evelyn, no irás a ningún otro lugar que no sea nuestra casa. —Sara me sonrió con malicia en su voz.

—No te asustes, Evelyn, no te vamos a golpear, maltratar, asustar o amenazar, nada de eso. Para que veas que no somos malas personas. —habló Eduardo.

—Lo hemos pensado y llegamos a la conclusión de que no es necesario golpearte. A pesar de que golpeaste a Justin. —dijo Estephanie.

—A ti también te golpeó. —dijo Esmeralda señalando a Estephanie.

—Sí, pero a mí no me importa eso, me importa todo lo que le hizo a Justin. —respondió tocando los rasguños que aún se le marcaban a Justin. —Y casi lo asfixias— me miró mal por el golpe que le había dado.

—Así que vendrás con nosotros. —dijo Esmeralda y se volteó.

No opuse resistencia y los chicos me llevaron a casa de Esmeralda y sus amigas, me sentaron en un sillón blanco muy cómodo, por cierto, aunque realmente no debería estar pensando en eso era inevitable. Lo que había ocurrido en el parque, había sido un "mecanismo de defensa", aunque había sido culpable.

—¿Por qué lo hiciste Evelyn? —María preguntó y Esmeralda me miró un par de segundos, y luego apartó la mirada.

—Mi estúpido plan fue creado debido a que Esmeralda y Sara eran mis mejores amigas, luego y no éramos las más populares, pero todo estaba bien. Luego de eso, llegó Amber, ella comenzó a ser popular y empezó a ser la más notada, ustedes se alejaron de mí y las tacharon de nerds, y aunque fuera mala fama tuvieron más que yo.

Hice una pausa un par de segundos.

—Pensé que sería último año ahí y me fui, pero tuve que volver y ustedes seguían en lo mismo, ahora cuatro nerds, contra cuatro populares huecas y ahora ustedes son las novias de los populares, es decir, si antes, las personas no me notaban ahora soy totalmente invisible. Eso me molestó y tuve que hacer algo, aunque fuera de forma anónima.

Eduardo:

—¿Pero qué rayos tienes en la cabeza Evelyn? ¿Acaso te has vuelto loca? Creo que estás imaginando cosas, nosotras no somos ni queremos ser populares, así que creo que deberías empezar a organizar tu vida. Y lamento si me alejé de ti, pero fue exactamente por eso, porque te estabas volviendo muy extraña, sin embargo, lo siento. Solamente no quiero conflictos.

—También lo siento, no tengo ningún problema en que volvamos a ser amigas, y mucho menos en que estas cosas queden en el pasado porque realmente esto es raro. Por lo que te voy a pedir que borres esas publicaciones y si es lo que quieres, bienvenida al club. —Sara terminó el conflicto.

—Muchas gracias, chicas, pero yo tengo que irme porque mi madre me está llamando. —dijo mostrándonos su celular y levantándose.

—¿Tu madre acaso volvió del otro lado del país? —preguntó Esmeralda.

—Sí. Bueno creo que mañana hablaremos. —se despidió y terminó de salir.

—Ustedes tienen unas amigas muy extrañas. —hablé sin poder comprender.

—Dile eso a las dos mejores amigas. —respondió María refiriéndose a Esmeralda y Sara.

—¿Estás celosa?. —preguntó Zac y ambos reímos.

—Claro que no, no siento esas cosas llamadas celos.

—No seas tan mentirosa Sara. —Esmeralda la miró y soltó una carcajada.

—Sí, soy celosa, pero al menos tengo buen gusto para celar.

—Lo sé chicas, si me tiene a mí, lo tienen todo. —volvió a hablar Esmeralda.

—Estás, efectivamente loca. —le respondió Estephanie.

—No tienes porque estar celosa, María, también te amo. —dijo Esmeralda llenándole la mejilla de besos.

—¿Cómo es que pueden ser tan cariñosas? —pregunté. Tendría que conocer mucho a las chicas.

—Es normal, por eso decían que éramos novias. A ver, dale un beso a Zac en la mejilla. —dijo María y puse cara de asco. Ante eso las chicas rieron y Zac hizo una mueca.

—Bueno, está bien. —dijo Esmeralda sentándose en medio del sofá— Estoy aburrida, veré una serie, por lo que les agradeceré que hagan silencio.

—No gracias, mejor la veré contigo. —le respondí sentándome a su lado.

—Chicos, espero que no sean de las personas que dicen ir a ver película a casa de su pareja. Pero en realidad sabemos a qué van. —dijo María subiendo con Zac.

—Eso debería decirlo yo. Zac te estaré observando niño. —le grité desde abajo.

Estos momentos eran los mejores.

—Ves que también eres cariñoso con Zac. —dijo mi novia riendo.

—Sí, pero no nos llenamos de besos, eso es raro. —alcé una ceja— Por cierto, ¿hay algo más que tengas que ver con Evelyn?

—No, ¿por qué preguntas? —preguntó con rapidez y al parecer nerviosismo. Fruncí el ceño.

—¿Estás nerviosa? —apartó la mirada.

—Claro que no, Eduardo, ¿dudas de lo que te digo? —no respondí— Eso es un sí ¿verdad?

—Es que tus miradas hacia ella eran más personales.

—Sólo estaba molesta por lo que dijo de mí, es decir, me molesta que, como nerd, tenga que soportar estas cosas y supuse que lo que le había pasado en parte era mi culpa por alejarme de ella, pero eso no importa. —dijo y volvió su vista al televisor.

Suspiré e intenté olvidar ese conflicto. Aunque necesitaba saber cosas de Esmeralda Carpenter y al parecer, no sería tan fácil conocer bien a mi novia.