María:
Nunca pensé que Esmeralda pudiera liberarse tanto, al parecer sus miedos eran cada vez más débiles y no quería seguir bajo los malos comentarios y la "fuerza dominante" de Amber.
Llegamos a la preparatoria en poco tiempo como habitualmente sucedía y las miradas de todos los que aún no habían entrado se posaban en nosotros. Y por si fuera poco las personas que estaban dentro pronto comenzaron a salir para ver lo que sucedía.
Amber estaba parada junto al resto de sus amigas y frunció el ceño al vernos, bueno, al ver a Esmeralda, porque los vidrios del jeep de Sara, al igual que los de mi auto eran completamente oscuros, y Esmeralda era la que conducía un vehículo descapotable.
Me bajé del auto y la sorpresa fue aun mayor. Llevaba como vestuario un top blanco sin mangas y con encaje, un short negro de rayas blancas y un par de tenis que hacían juego con el top, y el cabello recogido. Ver bajar a las nerds de autos diferentes y que parecían lujosos era algo que sucedía sólo en la cabeza de alguien con altísimas expectativas y un mar de esperanzas.
Los demás se bajaron también y vi a Esmeralda ponerse sus lentes de sol, al parecer no se acostumbraba a estar sin sus anteojos.
—¡Surprise, bitch! —fue lo primero que Esmeralda le gritó a su rival.
—¿De verdad Eduardo...? —estaba preguntando Amber.
—No, el auto es mío, preciosa. —la interrumpió y sonrió para luego pasarle por al lado como si nada. Reí y continué caminando mientras Amber aún tenía la boca abierta.
—Que intensa ¿no? —preguntó Sara con una sonrisa en su rostro.
—Creo que la reacción de Amber fue satisfactoria para ella, hacía mucho tiempo esa chica no se veía tan frustrada. —respondió Estephanie y estuve de acuerdo.
Entramos a nuestra primera clase y los comentarios continuaron estallando; se escuchaba que se habían invertido los papeles, que ya no eran las nerds detrás de los populares, sino viceversa.
—¿Creen que es demasiado chisme para ustedes? —preguntó Sara a Yerson y los demás chicos. Ellos negaron con la cabeza.
—Perfecto, porque todavía falta mucho para que esto acabe. —respondió y Esmeralda asintió. No había dudas de que nuestras vestimentas también servían para complementar el chisme. Casi siempre se nos veía con ropa común como una camiseta normal, sin muchos diseños o cosas que llamaran la atención, unos vaqueros y unas ballerinas o unos tenis, pero nunca tan ajustadas y con tanta seguridad.
Las primeras clases transcurrieron normales, los comentarios continuaban y mientras estábamos en la hora de descanso Amber ni siquiera podía acercarse para hacer uno de sus malos chistes.
—¿Están bien? —preguntó Sara— Porque los noto muy callados y serios. —dijo a los chicos.
—Sí, estamos bien, tratando de procesar las cosas. Aún no entiendo porque nunca mostraron que tenían esos vehículos.
—Bueno, Zac, nuestra intención no es presumir nada, y no hace demasiado tiempo que lo tenemos, pero sí hace mucho hemos ahorrado para eso. Hace años, realmente. —respondió Esmeralda.
—¿En serio no dirán cuanto les costó? —preguntó Alex y me encogí de hombros.
—Bueno, si quieren saberlo, puedo decirlo. —respondí— El mío es un Volkswagen Jetta gli; que costó aproximadamente treinta mil dólares. —los chicos asintieron.
—El mío un Honda Accord, treinta y cinco mil. —respondió Estephanie— Quizá se los muestre pronto.
—Range Rover Velar, cincuenta mil dólares. —los chicos abrieron la boca sorprendidos ante el precio del vehículo de Sara que superaba por mucho a los demás— Mi padre me ayudó con eso.
—El mío no es tan caro, entre los treinta y siete y los cuarenta mil ¿no? —preguntó a Sara y esta asintió.
—¿Y lo consideran no tan caro para sus edades? —preguntó Justin.
—Depende de como lo veas, hay otros adolescentes con autos más caros, que cuestan cientos de miles de dólares, así que eso no es tanto. —respondí y ellos asintieron.
—Bueno, ustedes son muy sorpresivas. —dijo Eduardo y sonreí.
—¿Y ustedes que tienen para contar? —preguntó Estephanie— Ustedes también ocultan cosas, lo sabemos.
—Es cierto que alguno de nosotros quizá tenga algún vehículo, pero también podemos mostrárselos después. —dijo Zac y Sara rio.
—Sí, Eduardo y Zac tienen un vehículo, cada uno. Y los demás todavía están dudando sobre si es necesario o interesante.
—¿Lees las mentes? —preguntó Yerson.
—No, pero eso ya lo sabía hace un par de semanas. O quizá antes. —respondió y guiñó un ojo.
—A veces no las entiendo, sobre todo, como es que pueden ser "las nerds" —dijo Justin cruzándose de brazos.
—La inteligencia y la vanidad tienen una línea que los separa, el miedo también. —dijo Esmeralda apoyando sus brazos en la mesa— Amber es vanidosa, y eso la separa de nosotras, y el miedo separa al resto de las personas en esta preparatoria, miedo de que Amber sepa que realmente nadie está de acuerdo con eso.
—Exactamente así es como se forman los grupos, y no sólo en la preparatoria también en la vida. —dije y Esmeralda asintió.
Vi a Eduardo fruncir el ceño y balbucear un par de cosas. Eso me causó curiosidad.
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Las típicas nerd's ✓
Teen FictionEsmeralda Carpenter, una rubia teñida a la que le apasionan los estudios y la tranquilidad. Se deja catalogar por años como "nerd", sin embargo, es porque tiene secretos que como a todos los que también tienen, no le gustaría que fueran liberados. T...