Chica Mala (Origen) (BORRADOR)

Origen II

1 DE MARZO

MALO, MUY MALO

- Un condón – gritó Ashley logrando que varios de los chicos que habían llegado voltearan a verlas.

- Shhh – Serena colocó su dedo entre los labios.

- Debes estar bromeando – la morena negó – tu madre está loca – afirmó cerrando la puerta del casillero.

Serena se encogió de hombros restándole importancia a lo sucedido, después de todo su madre siempre era más clara y directa que el agua.

Arremango su mochila y camino hasta su casillero, en cuanto lo abrió una nota cayó al suelo, miro a los lados y procedió a abrirla.

"te veo donde siempre, Michael"

- ¿Un enamorado? – se sorprendió al escuchar la voz de Ashley a su espalda.

- No, es un recordatorio de que debo hacer algo – escondió la nota en el bolsillo de su pantalón – nos vemos más tarde – se despidió con la mano y corrió perdiéndose de vista.

Cuando cruzo y supo que estaba lo suficientemente lejos de Ashley, trato de recobrar el aliento. Camino tranquilamente y comenzó a subir las escaleras, una vez llegó a la terraza Michael la sorprendió soltando sobre ella.

- Hola enana – Serena coloco los ojos en blanco.

- ¿Sucede algo?

- Tiene que suceder algo para que quiera verte – ella asintió – está bien, toma – le extendió una caja de color verde – Feliz Cumpleaños atrasado.

- Gracias – Serena le regalo una sonrisa al abrir la caja y encontrarse con un hermoso relicario con forma de búho con grandes ojos azules – es muy hermoso.

Michael le dió una sonrisa y colocó una mano sobre su cabeza acariciándose el cabello, se notaba un tanto nervioso, sus manos sudaban y cada cinco segundos las limpiaba con jeans.

- Me alegra que te gustara, pe...ro – tragó grueso – tengo otro regalo para ti – la sonrisa de Serena se agrando.

- ¿En serio? – él asintió.

- Cierra los ojos.

Así lo hizo, Serena cerró los ojos y lo próximo que sintió fue algo suave caer sobre sus labios inmediatamente los abrió y se encontró con el rostro de Michael completamente rojo. Las manos de él la rodearon por la cintura, pero ella no podía responder, las palabras de Ashley la torturaban. Colocó las manos en medio de sus cuerpos y trato de empujarlo pero le fue imposible, Michael mostraba tener más fuerza que ella.

Michael se separó y le dio una sonrisa ladeada y colocó su mano tras su cabeza.

- Serena, me gustas – le confesó, pero ella negó.

Luego de eso corrió, porque eso era malo, muy malo y Ashley no podía enterarse o cosas feas podían pasar, por mucho que Ashley fuera su mejor amiga, ella jamás lo aprobaría y muy a pesar su opinión le importaba y mucho, además solo veía a Michael como su primer amigo, solamente como un amigo, él estaba consciente de los sentimientos que tenia hacia Austin, porque ahora tomaba esta iniciativa, no le parecía justo.

****

Paso toda la mañana evadiendo a Ashley alegando que estaba ocupada, pero la verdad era que se sentía como una traidora, apenas el día de ayer ambas se habían confesado la persona que les gustaban. ¿Qué diría Ashley sobre los sentimientos de Michael?

Negó.

No podía decirle nada, por que eso significaba que se alejaría de la única amiga que tenía y terminaría también la poca cercanía inexistente con Austin.

Camino de un lado a otro dentro de los vestidores de chicas, tomo asiento dándole la espalda a la puerta con la cabeza hundida entre las manos, no sintió la presencia de alguien llegando, solamente se fijo cuando estuvo delante de ella.

- No sabía que mis sentimientos te afectarían tanto – la voz de Michael la obligó a levantar el rostro.

- No lo entiendes – susurró bajando la mirada.

- Estas confundida – alzó el rostro – te gusto también – Serena negó y se levantó de su lugar alejándose de Michael.

- No, eres mi amigo, no confundas las cosas, entre nosotros no puede existir nada más que eso – ella le dió la espalda – si no estás de acuerdo, entonces esta amistad se acabo.

- Estas siendo ridícula Serena, no te das cuenta.

Serena intento salir pero Michael la detuvo.

- ¿Qué sucede aquí? – La voz de Ashley los sorprendió a ambos.

- Estoy hablando con Serena algo importante, sino te importa – le escucho decir pero ella negó.

- No hay nada que hablar – se soltó del brazo – permiso.