28 de Febrero.
PAPÁ....
‒ Odio asistir a las reuniones de padres de las escuelas de Justin.
‒ ¿Qué hiciste ahora? – la morena se encogió de hombros restando importancia.
‒ Estuve a punto de golpear a la maestra que lo cuida por que no quería entregármelo – coloco al niño en el piso y este comenzo a dar pasos graciosos a la sala – decía que era imposible que yo fuera su familia, porque no me parezco a él.
Su madre hizo una mueca como burla mientras escuchaba como una Serena de 15 años se quejaba.
‒ ¿Otra guardería menos? – Serena asintió – hija mandaron un regalo para ti
‒ ¿Quién?
‒ El sobrino de Ryan, sabes comenzó a trabajar en...
‒ No lo quiero, gracias – tomo a Justin que se encontraba tratando de agarrar una caja envuelta en colores – tengo trabajo hasta tarde, llevaré a Justin conmigo y le compraré algo por su cumpleaños.
‒ ¿La señora Toriyama no se molestará?
‒ No, adora cuando lo llevó porque según ella atrae buena suerte, además de que las mujeres japonesas tienen una especie de fetiche con los rubios y lo adoran.
‒ Pero...
‒ Piensan que soy su hermana, sabes... escuche un rumor mientras servía una mesa – ella no pudo evitar sonreír – piensa que tengo una mala madres y un padre borracho y por eso en ocasiones llevo al niño al trabajo conmigo y me deja más propina, ¿no te parece genial?
‒ Eres toda una estafadora – ella sonrió
‒ Ma...ma...ma...ma - Justin toco el pálido rostro de la joven - echo... uhm... - señaló el regalo – mío – pego un chillido para que lo bajará.
‒ Epa vaquero, tranquilo, mira apesta a pañal sucio, nos toca baño.
‒ Ma... ma... mío...
‒ Traere un pastel para partirlo con Yukiko y Ryan
‒ Esta bien, además es el primer cumpleaños de Justin – su madre la observo – ¿fuiste al cementerio? – asintió.
‒ No te preocupes, Justin no fue conmigo.
***
Estaba en el restaurante de postres de la señora Toriyama cuando escucho una voz conocida.
‒ Serena Cardew, ¿esta? – asomó su cara por el mostrador y reconoció a la persona frente a ella.
Tenía un año y unos cuantos meses sin verlo pero Seguía igual de guapo, su pelo estaba más canoso y su piel algo demacrado.
‒ Tiempo sin verte, hija.
‒ Padre estrella, apareció.
Franco le dio una sonrisa ladeada, porque tenía razón, él la había abandonado cuando más lo estaba necesitando.
‒ ¿Puedo hablar contigo?
‒ MAAAA... – escucho la voz de Justin llorando y casi que corrió ignorando a su padre en busca del niño.
Frente a Justin había un gato pequeño mascota de la dueña, era nuevo por lo que él nunca lo había visto.
‒ Tranquilo, mira ve... no hace nada – tomo al gatito en sus manos – dile hola a Kira.
‒ ¿ba?
‒ Kira, ven, acercate y acariciala un poco...
El pequeño camino con pasos inseguros hasta donde ella se encontraba y acarició la gatita.
‒ Ba – aplaudió feliz por su logro.
‒ Bien hecho cariño.
‒ Pareces que estuvieras jugando con tu hermano.
‒ No es mi hermano – reprochó ella – ¿a que vienes?
‒ No es nada en especial, me voy.
‒ Pues que te vaya bien, vamos Justin te daré un trozo de pastel de fresa con chocolate.
‒ Ba... – aplaudió feliz de nuevo.
***
‒ Sorpresa... - gritaron los presentes.
‒ En cualquier momento vas a explotar – se burlo de Yukiko cuando se acercó, Justin se quejó de apretón.
‒ Feliz cumpleaños para los dos.
‒ Ba... – estiró los brazos llamando a Sonia, Yukiko lo fue a tomar – no... mia... mia... – fue cuando Serena noto la caja de regalo detrás de Sonia
‒ Eso es lo que quiere.
‒ Ma... uhm...ba... uhm..ma... uhm...ba...
‒ ¿Qué dice?
‒ Ba, es la gata de la señora Toriyama, seguro esta tratando de decir que conoció a Kira.
‒ Feliz cumpleaños hija – Ryan aparecio con una enorme caja que coloco en el piso – vamos campeón, te mostraré el regalo de tú abuelo III
‒ III, ba... uhm...ba...uhm... ba... miau – aplaudió emocionado.
‒ Sí, miau hace el gato y el perro hace Guau.
Pasaron un par de horas burlándose de Ryan por tratar de explicarle a Justin que el carro era para la pista y no para meterlo en la boca, o cuando vio terminada la pista y el bebé se subió sobre ella desarmandola completamente.
Antes de acostarlo mientras este se escondía de ella tras una cortina evitando así dormir Serena encontro una foto.
Era la foto de un niño de cabello negro y ojos marrones bastante oscuro que parecían más negros que marrones, este cargaba una vieja camiseta del hombre araña mientras en sus brazos sostenía un bebé de no más 6 meses, inmediatamente se reconoció y le dio una sonrisa.
‒ Justin mira, ven – el niño salio de su escondite y corrio a lo brazos de su madre sonriendo - el es tu papá
‒ Papá... - sonrió satisfecho.
‒ Eso no es justo pequeñín.
Lo tiro sobre la cama y le dio una ronda de cosquillas.
‒ Gracias Teppei – susurro.
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Chica Mala (Origen) (BORRADOR)
Teen FictionSe supone que ella era su mejor amiga y aquel chico el "amor" de su vida, pero las personas cambian y las cosas no son como parece. ¿Que tan difícil le es empezar de nuevo? Si tiene un nuevo continente donde nadie la conoce, pero Serena Cardew nunc...