Chica Mala (Origen) (BORRADOR)

Origen XVII

24 de marzo

MI BEBÉ.

Llevaba alrededor de 15 minutos caminando por la habitación, cuando Yukiko entró sus ojos se encontraron y por la mirada que le daba Serena no estaba tramando nada bueno.

- ¿Qué sucede?

- El feto debe conocer a Teppei

- No puedes sacar a un bebé de cuidados intensivos

- Mamá me ha dicho que esta perfecto para volver a casa – tomó asiento sobre su cama y miró a la chica de forma casi suplicante – Teppei. Merece conocerlo – susurro.

- No puedo creer de las cosas que me convences.

Serena le dio una amplia sonrisa.

- ¿Sabes cual es tú bebé?

- Es el único bebé rubio.

*

Podía escuchar el sollozo del niño entre sus brazos, el pequeño tenía los ojos cerrados y sus manos echas puños mientras ella trataba de huir de las enfermeras.

Respiro aliviada cuando logro entrar en la habitación de Teppei, apenas este logro abrir los ojos, le dio una débil sonrisa de esas ya cansada que daba últimamente.

- Es bueno verte por aquí

- Tengo algo que mostrarte.

- Por algo te refieres a alguien ¿no? – ella asintió.

Se acerco a el y este se movió para un lado dando el espacio suficiente como para que ella se recostara.

- Tiene tus mejillas, tu boca y tu nariz – su sonrisa y sus ojos se cerraban – te lo dije, te dije que se parecería a ti, exceptuando por el cabello – serena hizo una mueca pero no le llevo la contraria, prefería que él creyera que era así – ¿le colocaste el nombre? – negó – eso esta mal Serena – cerro los ojos y acaricio el rostro del bebé – es suave – este hizo una queja y se acurruco mas en el cuerpo de ella – es un bebé muy bonito, no me esperaba menos de ti.

- Cuando te cures lo veras crecer – su sonrisa era débil y la temperatura del muchacho de pronto comenzó a ponerse fría – ¿te encuentras bien?

- ¿Le pondrás Justin, verdad? Es muy bonito ese nombre.

- Si, el feto se llamara como digas – sus ojos se cerraron – ¿Teppei...?

- Cuida mucho de tu bebé, mi Serena, es tuyo, de nadie mas, tuyo – coloco su débil mano en su rostro – te quiero mucho, gracias por todo.

Su mano cayo y la maquina comenzó a realizar ese horrible sonido que anunciaba que la vida de Teppei Kinomoto había acabado.

- No, no, no – el movimiento brusco que hizo logro que el bebé llorara y ella lo apretó contra su pecho – no, Teppei, no me dejes, tú no, por favor.

La puerta se abrió de golpe y la imagen de su madre con una horda de enfermeras y médicos entraron y la sacaron.

- No puedo creer lo que acaba de hacer, Serena pusiste en riesgo al bebé.

- Teppei... – susurro en tono muy bajo mientras se aferra al bebé llorón – Teppei, ¿murió mamá? – Sonia silencio y observo las facciones de su hija.

- Ahora esta un lugar mejor.

- Mejor una mierda Sonia, Teppei no puede morir, no todavía, el debía de ver a Justin crecer – su madre frunció el ceño.

- ¿Justin?

- Mi bebé...