➢El retrato de aquellos tres hermanos. Sueños destrozados.

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Un nuevo día comenzaba y Los Sombreros de Paja aún continuaban navegando por el vasto mar azul.

La tripulación disfrutaba del nuevo barco, en especial Inna. La pelinegra estaba feliz ya que Franky había construido una habitación especial para ella: un lugar en el que podía estar de forma tranquila haciendo y diseñando nuevas armas, pues ese era su pasatiempo favorito junto con la armería y herrería.

Inna se encontraba en aquella habitación limpiando sus armas, estaba tan entretenida hasta que alguien toco a la puerta.

—¿Qué quieren?—De mala gana había abierto la puerta para que Nami y Robin entraran.

—Sanji-kun preparo un poco de té y galletas, así que decidimos traerte un poco—Mostró la bandeja que portaba con un plato de galletas, una tetera y tres tazas.

—Y parece que ustedes dos van a comer aquí también—Cerró la puerta acompañada de un suspiro.

Nami le pasó la bandeja a Robin y comenzó a quitar algunos papeles que había en la mesa de la habitación. Observaba de reojo los dibujos mientras los quitaba y acomodaba en un lugar en el que no estorbaran. Ante los ojos de la peli naranja, Inna era una persona que tenía un talento impresionante para la armería y herrería.

—Listo, la mesa ya está lista—Robin puso la bandeja en la mesa y comenzó a servir el té en las tazas cuando Inna y Nami tomaron asiento.

—Parece que la curiosidad volvió a ustedes—Tomó su taza y bebió un poco—Y yo creía ya haberme librado del interrogatorio.

—No seas así, nosotras solo queremos ser tus amigas y las amigas se cuentan todo—Dijo Nami con una sonrisa.

—Cuando se les tiene confianza—Le dijo la de ojos negros—Eres demasiado cotilla.

—¿Y eso que tiene de malo?

—No me agrada ese tipo de gente—La navegante trago saliva con nerviosismo y tembló ligeramente ante aquello.

Robin las escuchaba con atención mientras observaba cada rincón del "taller" de la pelinegra. Sus orbes azules analizaban con detalle el lugar hasta que logro ver algo que le llamo la atención; debajo de las sais que se encontraban en el escritorio sobresalía algo. Hizo aparecer una mano cercas del escritorio para que tomara aquello, al tenerlo entre sus manos logro darse cuenta de que era una foto, una foto en la que salían tres personas.

La arqueóloga analizo la foto con cuidado, en ella se encontraban retratadas tres personas; un chico alto de complexión delgada pero musculosa de tez morena y cabello blanco que vestía con una chaqueta de cuero y unos pantalones negros, y como accesorios un collar con una cruz y unos lentes que sostenía en su mano derecha. El otro también era un chico pero de tez blanca y cabello negro alborotado, su tez era blanca y era de la misma complexión que el otro, el chico solo vestía unos pantalones negros y dejaba al descubierto su abdomen bien trabajado mostrando un tatuaje de un dragón negro en la parte derecha de su pecho y un collar también con una cruz de dije.

Y la última persona que estaba en la foto era una chica, una chica a la que Robin pudo detectar de manera inmediata como Inna.

Los chicos mostraban una gran sonrisa mientras solo Inna sonreía sin mostrar los dientes.

—¿Qué es lo que tienes entre tus manos?—Robin despegó la mirada de la foto para ver a Inna mirarla con los ojos bien abiertos—¿De dónde lo sacaste?

—¿Ellos son tus hermanos?—Preguntó la morena.

Inna se mordió el labio inferior y suspiró derrotada—Si, ellos son mis hermanos.

Nami observo la foto que traía en la mano Robin y se la arrebato para verla.

—Tienen bastante parecido—Murmuró sorprendida—¿Qué edad se supone que tienen?

La pelinegra le arrebato la foto y la escondió en uno de los cajones del escritorio.

—¿Quién es quién?—Esta vez preguntó la de ojos azules.

—Raphael es el de cabello blanco y tiene 27 y Ryu es el de cabello negro, él tiene 23—Respondió ya cansada y harta.

—Sus rostros se me hacen conocidos

—Mis hermanos son piratas, eso se los explique la vez pasada—Dijo Inna.

—Si ellos decidieron ser piratas, ¿Por qué tu quisiste ser caza recompensas?—Y la pregunta que menos quería escuchar la había dicho Nami.

Apretó ligeramente los puños y se mordió el labio inferior.

"—¿Segura que quieres tomar ese camino?—Preguntó el peliblanco—Creí que querías ser pirata, ha sido ese tu sueño desde niña"

—¿Podrían salir y dejarme sola?—Preguntó ocultando su mirada bajo su flequillo.

Nami iba a hablar pero Robin la detuvo.—En otro momento le preguntaremos—La de ojos café entendió la situación y prefirieron salir para dejar a la chica sola.

Al escuchar la puerta cerrarse, se sentó de manera brusca en la silla y cubrió su rostro con las manos para soltar un gran suspiro. Dirigió su mirada al cajón en que guardo la foto y después el suelo de madera.

—Porque seguir tu sueño me parece la cosa más absurda del mundo—Murmuró para sí misma.—Y porque a alguien como yo se le tiene prohibido soñar.

Para ella los sueños eran mas que simples ilusiones, ilusiones tontas y absurdas.


N/A

Solo diré que aquí les he dado pistas sobre el pasado de Inna, ademas de que el próximo capitulo estará bueno UuU.

No olviden votar y comentar, eso me motiva a seguir la historia <3

Believe||One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora