XII. Niños

1.5K 179 11
                                    

La lluvia caía sobre ambos.
El adolescente iba mirando hacia el suelo, intentando esquivar cada detalle que pudiera hacerlo caer.

— De acuerdo. — dijo Junjie mirando a su alrededor. — Oficialmente, estamos perdidos.

Las nubes se tornaban más grises y la tierra del lugar se convertiría pronto en lodo.

— Démonos prisa. — dijo Eli volviendo a caminar.
— ¿A dónde se supone qué vas? — el pelinegro lo miró confundido. — Ni siquiera podemos ver nada por la lluvia.

El adolescente ignoró al pelinegro, no se iba a dar por vencido tan fácilmente.

Empezó a caminar con más prisa de lo normal, tropezando y cayendo al lodo.

Su compañero no pudo evitar reírse.

— Arriba, tonto. — dijo tendiéndole la mano al adolescente.
— ¿Tonto? — el adolescente tiró de la mano de su compañero haciéndolo caer también.

Ahora era Eli quién se reía de su compañero, quién trataba de quitar el lodo de su ropa.

La lluvia estaba ahora más fuerte, una tormenta se aproximaba.

— Junjie deberíamos...
El adolescente fue interrumpido por el lodo que cayó en su cara.
El pelinegro reía a carcajadas.

— Traté de ser amable, Junjie. — dijo Eli recogiendo lodo del suelo. — ¡Pero esto es guerra! —

Ahora tanto el pelinegro cómo el adolescente estaban cubiertos de lodo, muertos de risa y sin ningún lugar a dónde ir.

— B-basta. — dijo Eli sobando su estómago, había reído demasiado.

Su mirada se dirigió a su compañero.
Se quitaba el lodo de la ropa nuevamente, su cabello mojado estaba cubriendo su frente.

El adolescente nunca había conocido esa parte de Junjie, siempre la mantuvo oculta.

Ambos se habían comportado como niños, pero no recordaban haberse divertido tanto.

Miró otra vez al pelinegro, no tenía palabras para describirlo, era incluso mejor que la descripción, mejor que las palabras.

— Camina. — dijo Junjie sacando de sus pensamientos a su compañero.

El viaje se hacía más pesado, y la lluvia más fuerte, estaban completamente mojados.

El pelinegro suspiró, poniendo su mano sobre sus ojos.
Lo único que puso divisar fue un árbol.

Eli entendió en qué pensaba, y ambos se dirigieron hacia su destino.

— Bueno. — dijo el adolescente sentándose debajo del árbol. — No es perfecto...
— Pero es suficiente. — completó su compañero.

El silencio invadió el ambiente.

— ¿Dónde te ves en un futuro? — preguntó el adolescente repentinamente.

Junjie suspiró.

— Preocúpate por el presente, Eli; el pasado se ha ido, y el futuro tal vez nunca llegará.

Ambos miraron al cielo, la tormenta estaba a punto de empezar.
Ambos se miraron.

El adolescente depositó un largo beso en los labios de su compañero; correspondió.

— Prométeme algo, Junjie. — dijo Eli apartándose.
— ¿Qué cosa?
— Promete que nunca te irás.
— Lo prometo. — terminó el pelinegro.

One Shots ≫ JunjiexEliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora