I. Tormenta

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Un trueno resonó haciendo que el adolescente de cabello azul se sobresaltara.
— ¿Aún sigue lloviendo? — se preguntó en voz baja para evitar despertar al hombre al otro lado de su cama.

Dirigió una mirada rápida hacia él, pero la oscuridad le impedía verlo con claridad.

El adolescente suspiró.

— Junjie. Dijo moviéndolo un poco para despertarlo, sin lograrlo. — ¡Junjie!
— Agh, ¿Cuál es el problema, Eli? — preguntó el pelinegro con la voz cansada. — Deben de ser las tres de la mañana, ¿Porqué me has despertado?

— Es que... No puedo dormir con esta tormenta.
El pelinegro sonrió ligeramente.
— ¿Un Shane que teme a la lluvia? Por favor.
Dijo, provocando qué el otro se volteara para evitar mirarle.

— No le veo la gracia, Junjie.
— Ya, lo siento, pero no puedo hacer nada.
Dijo el pelinegro sin obtener respuesta.
— ¿Eli? Preguntó moviendo al adolescente que lo ignoraba.

Junjie rió muy levemente.
— Vamos, Eli, no me ignores.
El adolescente soltó un bufido.

— Te comportas cómo un niño. — volvió a hablar el pelinegro.
Otro trueno cayó haciendo que el adolescente se acercara asustado al pelinegro.

— Ah, vamos, tienes mayores cosas a las cuáles temer, amigo, eres increíble.
— ¿Lo dices en serio? — soltó finalmente Eli con un brillo en los ojos que para su suerte no se podía ver en la obscuridad.

— Pff, no. — dijo el pelinegro. — Pero vaya que sirven los cumplidos para distraerte de la tormenta, ¿Verdad? El adolescente sólo volvió a darle la espalda, con una minúscula pero notable gota de desilusión.

— Okay. — dijo el pelinegro entre risas. — Me he pasado, no te enojes conmigo.
Pero el orgullo del adolescente era el que le impedía voltearse.

— Ya. — dijo el mayor moviendo ligeramente el brazo del adolescente. — Voltéate, o me dormiré de nuevo. — amenazó consiguiendo que el adolescente se volteara hacia él.

— Sólo porque no me gustan las tormentas. — dijo Eli.
— Ah, entonces si te gustaran no querrías mi compañía. — dijo el pelinegro volteándose el esta vez para poner a prueba el orgullo de Eli.

— No, yo no me refería a eso.
— Explícate, Shane. — dijo Junjie conteniendo la risa.
El adolescente suspiró.
— Yo siempre voy a necesitar tu compañía, tonto.

El pelinegro se volteó de nuevo hacia el adolescente.
— Lo que significa que técnicamente, me necesitas.
— Sí, completamente.

Junjie sonrió.
— ¿Y si me voy? Preguntó.
— Iré contigo.
— ¿Y si te cambio por otra persona?
— Te mataré. — dijo el adolescente depositando un beso en los labios del mayor, para después recostarse en su pecho.

— Eli, ya ha pasado la tormenta, ¿Escuchas? — preguntó después de un rato el pelinegro.
— ¿Eli? No obtuvo respuesta, sólo escuchó los sonidos que indicaban que el adolescente ya se encontraba dormido, sobre su pecho.

El pelinegro sonrió.
— Buenas noches, Eli.

One Shots ≫ JunjiexEliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora