XIII. Usarme

1.5K 173 23
                                    

El pelinegro se levantó de la cama, para encontrarse con el adolescente sentado junto a la puerta.

— ¿Qué haces, Eli? — preguntó. — Tú nunca te levantas temprano.
— Nada, es sólo que he estado pensando.

El pelinegro lo miró confundido.
— ¿Pensando en qué?
— En ti.

Al principio, Junjie pensó que era una clase de cumplido, estaba acostumbrado a que el adolescente fuera un tanto directo,

Pero esta oración no la había dicho de esa manera, supuso que su intención no era ser romántico.

— ¿Pensando en mí? — preguntó. — ¿Y qué piensas?

El adolescente lo miró.

— En qué solo eres una estrella constante. — dijo.
— ¿A qué te refieres? — Junjie se esforzaba por entender.

— A que la gente ha estado hablando. — dijo.
— ¿Gente?
— Sí, conocidos. — dijo Eli. — Hablando sobre nosotros.

El pelinegro sintió un nudo en la garganta.
¿Desde cuándo le importaban las opiniones?

— Escucha, Eli, no importa lo que hayan dicho...

Junjie intentó hablar pero fue interrumpido.

— Es qué, tal vez lo que dicen es cierto. — su compañero lo miró directo a los ojos.

El pelinegro suspiró.
— Veamos, ¿Y qué es lo que dicen? — preguntó.

— Dicen que yo he sido sólo una herramienta para ti, que tú en verdad no me necesitas.
— ¿Y eso es todo?
— No.

El pelinegro guardó silencio.

— Dicen que no pueden creer que cayera de esta manera, que estoy dando mi vida por ti, un cualquiera. — continuó Eli.

Las palabras no lastimaron al pelinegro, el sabía que eso no era cierto; pero le daban un mal sentimiento de alguna manera.

— Dicen que yo sólo soy un juguete, que tú no cambiarás, y qué si estoy esperando algo más es que sueño despierto.
— Eso no es cierto. — dijo el pelinegro.
— Vamos, Eli, tú sabes que no es verdad.

El adolescente suspiró.

— Tal vez y sea cierto, Junjie.
Su compañero lo miró extrañado.

— Pero has llegado a mi vida para mejorarla, tú eres el que trajo la calma a mi vida. — dijo el adolescente. — Aunque me hayas "usado".

— Yo jamás te usé.
El adolescente suspiró.
— De igual manera, hiciste que me olvidara de todos mis problemas, me haces sentir... en casa.

Eli dirigió su mirada hacia el suelo.
No era fácil decirlo.

— Así que no me pienso interponer entre tus sueños, ¿De acuerdo? — dijo. — No cambies tus planes por mí.

El pelinegro lo miró confundido.
— Ve al punto.

Eli suspiró nuevamente.

— Así que sí, te he dejado "usarme" desde el día en qué nos conocimos. — dijo. — Pero no me arrepiento de haberme enamorado de ti.

One Shots ≫ JunjiexEliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora