Las vacaciones de Navidad habían concluido, pero antes de irnos de vuelta a las clases, recordaré que en el Valle las vacaciones en un punto fueron divertidas, pues con los Potter se encontraba Sirius que ahora pasaba siempre las vacaciones con ellos, se había peleado con sus padres, y la familia de James lo acogió sin problema, pero a mediados de las vacaciones apareció Andrómeda en el valle buscando a los Dumbledore o los Potter.
...
— ¡Andrómeda la cena esta lista, Kreacher no la subirá esta vez! — ordeno su madre desde el primer piso, ella bajo sin ganas las escalaras y se sentó junto a sus padres, hermanas y algunos otros familiares como sus tíos y su primo Regulus.
— Buenas noches — dijo comenzando a ingerir sus alimentos.
— ¿Cómo te ha ido en tus clases, Cissy? — le pregunto, su padre.
— Bueno... se puede decir que bien — respondió, Narcissa.
— ¿Excelentes calificaciones? — pregunto, su madre.
— Más o menos — susurró, Cissy.
— ¿Cómo que más o menos? — exclamo, su padre golpeando la mesa.
— ¡Andrómeda ha vuelto a ver a la sangre sucia de nuevo! — gritó, Bellatrix para evitar que regañaran más a su hermanita.
— ¿Eso...? ¿¡ES VERDAD!? — gritó, su madre.
— N-n-no-no — respondió con tartamudeo.
— ¡Mientes! — exclamo, su padre.
— Déjenme explicar... — trato de hablar.
— ¡No, cierra la boca Andrómeda! — le ordenó su padre.
— Pero... — susurró.
—¡Shh! — dijo, su madre levantando el brazo en señal que si seguía la golpearía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Su padre la tomo bruscamente del brazo levantándola de su asiento al mismo tiempo que caía la silla, volteo a ver sus hermanas, tíos y primo, todos seguían cenando como si nada pasará, pidió ayuda con sus ojos, pero ni mirarla pudieron.
— ¡Bella miente! — aseguró, Andrómeda luchando contra el fuerte agarre de su padre.
— No trates de denigrar a tu hermana... tú eres la vergüenza de esta familia — aseguro, su madre.
Logro zafarse del agarre de su padre y subió las escaleras corriendo lo más rápido posible cerró la puerta y tomo las pocas cosas que había traído, lo demás lo había dejado en el colegio, lo echó en un bolso, volvió a abrir la puerta y sus padres estaban en el marco.
— No se atrevan a tocarme — les digo Andrómeda levantando su varita.
— Te expulsaran del colegio si lo haces — le digo su madre.